— Seungmin, necesito tu ayuda con algo super mega importante — Dijo Innie al teléfono al borde de un ataque de ansiedad, removiendo los dedos de su mano, nerviosamente, como un maníaco.
— ¿Casi quemas tu casa intentando hacer comida y necesitas un tuper de la rica comida de mi hermano? — Contestó su mejor amigo al otro lado de la línea telefónica, sin notar el panico en la voz de Jeongin.
— No, pero ahora que lo dices, si Minho hyung puede hacer algo de sopa lo amaré de por vida, Bin hyung está al borde de la muerte y no tengo ni idea de que hacer y mi mamá está trabajando, me va a dar un ataque de pánico en cualquier momento.
— Y quieres que vaya a ayudarte a cuidar al tipo que me cae mal — Seungmin suspiró, deseando que Jeongin riera y le dijera que era una broma o que llamaría a Hwang en su lugar.
— Esta vez te pido de verdad que lo veas como mi hermano y nada más, por favor...
— Está bien, dame cinco minutos para que le explique a mi hermano por que necesitas sopa, y voy con lo que tenemos por aquí ¿Vale? No entres en pánico
— ¡Te quiero Minnie! — Jeongin escuchó como su mejor amigo gritaba el nombre de su hermano justo antes de colgar y se relajó un poco, esperando a que sus refuerzos llegasen. En realidad Seungmin había sido su última opción, ya había llamado a su madre, al padre de Changbin, a Hyunjin, y a los amigos de su hermano que conocía, y los astros parecían haberse alineado para que nadie pudiera ir, o que entrasen en pánico como él o simplemente ni siquiera hubieran contestado al teléfono o a sus mensajes.
El chico llegó exactamente ocho minutos después de cortar la llamada, Jeongin los había contado, y llevaba una adorable cestita con cajitas de medicina, un termómetro, gasas, y otras cosas que el menor no sabía muy bien como nombrar.
Aunque Seungmin estudiaba fotografía, y tampoco era el mejor con aquello, sabía más que Jeongin. Lo que sabía sobre medicinas y esas cosas, era por tener que cuidarse el solo desde que era un niño muy pequeño, heridas, catarros, gripes... No había tenido realmente ayuda, y desde una muy temprana edad se hizo cargo de si mismo, y por hacerlo y equivocarse mucho, terminó aprendiendo lo básico.
Changbin se retorcía de dolor entre sus sabanas, agarrando su estómago, empapado en sudor, y con pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos, mientras respiraba con dificultad.
— Trae un cubo con agua fría una toalla pequeña — Jeongin desapareció de la puerta, corriendo tan rápido como podía sin resbalar y caer. — Y tu idiota, incorpórate y toma esto — Changbin no dijo una palabra, tomó la pastilla, la botella de agua y se la tragó sin rechistar. — Podría haber aprovechado para envenenarte.
— ¿Lo has hecho? — Preguntó él sin fuerzas
— No, pero podría, hubiera sido fácil — Seungmin estaba tratando de hacer algo de humor, un poco para que Changbin se centrase en ello y no en el dolor.
— Mira que eres tonto, cachorro... — En la mente febril de Seo Changbin, aquello había sido un insulto perfecto al aspecto de perrito que tenía el amigo de su hermano, pero para el cerebro sano y despierto de Seungmin había sonado como un apodo cursi y bastante dulce, y quería odiar haber sido llamado así por él, pero no encontró manera.
— Cállate — Así que recurrió a su mejor método de defensa cuando no sabía cómo responder, ser cortante, e ignorar por completo a su mente.
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The boy next door - SeungBin
FanfictionChangbin está feliz por que su hermanastro Jeongin se va a mudar a su piso por el comienzo de su primer año en la universidad, de todas formas su anterior compañero de piso, Chan, ya se ha graduado. Solo hay un problema, Kim Seungmin, el mejor amigo...