CUARENTAYTRES

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- Hyung, Minnie se queda a dormir. - Dijo Jeongin asomando a penas la cabeza por la puerta de su habitación, con una enorme sonrisa, dejando ver sus hoyuelos, la debilidad de su hermano mayor.

- Okay, no hagáis mucho ruido, estoy trabajando en unas canciones para el trabajo - Respondió Changbin sin mirarlo, con un casco fuera de su oído y totalmente concentrado en su ordenador y con una mano pegada al cuaderno de ideas, lleno de manchas del lapiz y arrugas por la frustración del chico.

Jeongin se llegó a preguntar que tan bueno era que su hermano trabajase en la JYP. Si, era su sueño desde siempre, y estaba cada vez más cerca de escribir las canciones virales del momento, además de las importantes ganancias que podía conseguir su hermano si la junta directiva veía su potencial después de ese mes, pero ese trabajo iba a acabar con su salud mental, Jeongin internamente agradecía que su novio y su mejor amigo hubieran quedado fuera.

Changbin seguía siendo un estudiante universitario, debía mantener el ritmo de estudio y sus notas mientras estrujaba su cabeza, noche tras noche. Su hermano lo veía con enormes marcas oscuras bajo sus ojos, cada vez más grandes, por la falta de sueño, y como compensaba, de manera muy poco sana, sus carencias de sueño con grandes cantidades de café por la mañana, y muchas bebidas energéticas, que llenaban su nevera ahora.

¡Hacía semanas que su hermano no pisaba el gimnasio! Jeongin no sabía cuánto tiempo podría aguantar verlo destrozarse por hacer música para las garrapatas de la JYP.

Jeongin escuchó el timbre, y sintiendo la sonrisa volver a él, corrió a la puerta para abrir a su mejor amigo. Quiso lanzarse a sus brazos y recuperar la felicidad perdida con un abrazo, pero al abrir, vió a Seungmin llorando, su abrazo podía esperar.

- Minnie... ¿Qué ocurre? - El chico lo hizo pasar y lo arrastró hasta el sofá de su salón, deseando que se sintiera lo suficiente cómodo como para contarle del tema.

- Yo... Soy idiota... - Seungmin murmuró, subiendo los pies descalzos al sofá de su mejor amigo, escondiéndose en sus propias rodillas. - Chan ha vuelto, habíamos quedado para hablar de la discusión de la otra vez, y me he enfadado solo y he vuelto a hacer lo mismo de la otra vez ¡Soy incapaz de mantener una conversación normal! Soy una red flag enorme Innie... - Jeongin tiró de su amigo hasta que este estuvo completamente escondido entre sus brazos, sintiéndose un poco menos como un despojo humano junto a su mejor amigo.

- No lo eres Seungmin, yo a veces también tengo momentos donde parezco un tóxico de lo peor con Hyunjin - El chico acariciaba el pelo del otro, quien había dejado de llorar, peto aun sollozaba en su regazo.

- ¿Tu?¿Tóxico?¿Con Hwang? Imposible, sois la parejita más asquerosamente cursi que conozco, sois diabéticos y la relación más estable que conozco - Murmuró él aún contra su pecho, haciendo paradas para llevarse los mocos respirando con fuerza.

- Pero somos personas, él es un celoso horrible, si alguien que no conoce se me acerca demasiado se enfada muchísimo, una vez incluso se metió en una pelea con un tipo solo por qué me preguntó por unas direcciones "Demasiado cerca" - Jeongin hizo comillas con los dedos, recordando las escenas de celos que le hacía su novio de tanto en cuanto, las cuales ahora, no le parecían tan graves como entonces. - Y yo le hago la ley del hielo cuando hace algo que me molesta y después peleamos horrible, solo que después de todo volvemos llorando a pedir perdón, tenemos conversaciones serias y todo normal. Una pelea o dos no te hace automáticamente un red flag, nadie es perfecto Minnie.

- Chan lo es... Es tan asertivo, tan comunicativo, y tan lindo incluso cuando peleamos que me hace sentir mal, me siento horrible por como expreso mis emociones, y él no parece entenderlo, quizás simplemente no somos para el otro, además, no estoy tan seguro de quererlo como antes ¿Y si solo fue un flechazo pasajero? - Las lágrimas amenazaron con volver a escaparse de sus ojos, levantó la cara y se encontró con la comprensiva mirada de su mejor amigo, esa mirada lo reconfortó más de lo que imaginaba, Jeongin le gritaba con los ojos que todo estaría bien, y él, decidió creerle.

The boy next door - SeungBin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora