DIECISÉIS

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Hannie... – Minho llevaba rato dándole vueltas a algo en la cabeza, y no podía dormir, y aprovechó que escuchó el leve ronquido de Felix, que había quedado dormido en el sofá tras terminar la pizza y unos cuantos vasos de cerveza y soju.

– Hmmm? –

– ¿Por qué esos tipos se esfuerzan tanto en ir a por tí? – Jisung se removió en su sitio, sin despertar del todo, bajo la curiosa mirada del mayor

– Por que antes eran cuatro, y el cuarto se enamoró de mi, salí con él y los otros tres me culparon de volverlo gay, con Sunwoo no duramos mucho, no estábamos hechos para ser pareja. – Dijo Jisung con voz adormilada, sin siquiera abrir los ojos y una de sus bonitas mejillas, aplastada sobre los cojines de Changbin.

– Qué ridículos –

– Si son... – Minho en silencio, se acercó con cuidado hasta el cuerpo medio dormido del chico, quien al sentir el calorcito del cuerpo ajeno, se abrazó a él como un pequeño koala. Comenzó a acariciar con cariño los cabellos de Jisung, quien parecía estar a punto de ronronear por el gusto.

– ¿Sabes que han expulsado una semana una chica de la clase de Seung por golpear a esos tres? Y como ya estaban golpeados pues tampoco se les dio bien lo de defenderse y acabaron bastante peor. Según ella se merecían aquello y no se arrepiente de nada, parece que mi hermano no es el único justiciero en la carrera de fotografía – Minho siguió con la conversación, y se sintió bastante orgulloso de llevar él la noticia cuando se dio cuenta de que Jisung no sabía nada.

– ¡Me considero fan suyo! Ni la conozco y ya la adoro – Jisung volvió a esconder su cabeza en el pecho del pelimorado cuando hubo terminado la anécdota sobre la justiciera.

Los malos pensamientos volvieron rápido, la felicidad se había sentido efímera, y se fue casi tan rápido como vino, Minho se dio cuenta de que el dato no había sido suficiente para subirle el ánimo del todo y procedió a continuar con el plan inicial.

– Tu no hiciste nada mal Sung – Minho no supo exactamente porque, pero sentía que necesitaba decirlo, hacer sentir bien a Jisung...

– Lo se... Pero no hace que algunas cosas duelan menos – Las palabras salían sin filtro, allí, a oscuras, abrazado a Minho, mientras este acariciaba su pelo, se sentía seguro, y le confesaría todo lo que quisiera saber

– Eres un chico muy fuerte... – Dijo mientras sonreía con cariño, feliz de que el chico pareciera sentirse cómodo junto a él.

– No lo soy hyung... Deja de sobrevalorarme –

– O tu puedes dejar de Infravalorarte, quizás no lo veas, pero como alguien que ve el asunto desde afuera, realmente me pareces un chico increíble, si tu no puedes notarlo, me aseguraré de hacértelo saber siempre que tenga oportunidad – Jisung sonrió escondido en el pecho de Minho, se abrazó a él y trató de que no salieran lágrimas de sus ojos, tampoco quería decir en voz alta lo mucho que estaba disfrutando de que le dijera cosas bonitas, solo esperaba que el mayor nunca se cansase de recordárselo.

– Lo que digas hyung, a dormir, es tarde – Dijo él para parar a Minho, habían sido suficientes halagos para una sola noche, con eso tendría para sobrevivir toda la semana, además, moriría de la vergüenza si escuchaba uno solo más.

– Buenas noches Hannie... – Minho apretó un poco sus brazos al rededor del cuerpo del chico, durmiendo tranquilo junto a él.

 – Minho apretó un poco sus brazos al rededor del cuerpo del chico, durmiendo tranquilo junto a él

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The boy next door - SeungBin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora