— No es momento para reclamos, Ajax.—Enid ha logrado pasar lo que fueron doce largos días de celo encerrada al lado de Merlina después de mostrarle sus sentimientos, fueron una tortura considerando que tenía que luchar consigo mismo todas las noches, y ahora tenía a Ajax frente a ella, reclamándole porque le mensajeo ni un solo día, en verdad lo siente porque ni siquiera pensó en él.
— Me prometiste que me llamarías.—dice el gorgón quien esta un poco confundido por la actitud de Enid, ella misma fue la que le hizo prometer que le contestaría a sus llamadas, sin embargo no llamo ni una sola vez— En fin, solo estaba preocupado, ¿salimos esta noche?.
— No creo que pueda Ajax, lo siento.—Enid mira de reojo a la pelinegra quien esta apuntando en su libreta, no quiere que piense que lo que le dijo no era cierto, ni que fue solo porque estaba en celo, deja parado ahí al chico que la mira confundido mientras se va a sentar al lado de Merlina.
— Hoy no estabas cuando desperté.—dice simplemente colocándose lo mas cerca que le permita.
— Estaba en los alrededores.—la verdad es que se había despertado mas temprano para poder salir de su bloqueo de escritor, pero no le había funcionado y claramente no iba a admitirlo, se mueve un poco alejándose de la rubia porque aunque su compañía no sea del todo desagradable, le incomodaba de cierta manera.
— Esta bien, me voy si eso quieres.—Enid había captado el mensaje de Merlina al hacerse a un lado, le había dolido si, pero al fin y al cabo tenía que respetar como se sentía, además no eran nada aun, sale casi corriendo a los baños antes de que las lagrimas se hagan presentes, Merlina se queda en su mismo sitio sin ademan de pararse, vuelve su vista a la libreta y sigue escribiendo.
El día pronto se hace noche, haciendo que todos vayan a sus habitaciones, Enid había pasado la tarde con Yoko pero sabía que no le era posible dormir ahí, así que se dirige a su habitación sin ánimos de ver a su compañera pero al entrar es lo primero que ve, Merlina estaba sentada en la cama con la misma libreta que en la mañana, pero esta vez no escribe nada, solo la observa.
— Enid.—dice cuando la ve, se le había hecho raro que la rubia no apareciera en toda la tarde por su lado, después de todo era algo sorprendente— Pensé que dormirías fuera.
— ¿Por qué dormiría fuera?.—pregunta Enid sorprendida por la insinuación de su compañera, ¿Ahora tampoco la quería en su habitación?.
— Solo lo pensé porque no venias, no es que no te quiera en la habitación.—Merlina había leído ligeramente el comportamiento de Enid, y la rubia de pronto se sintió tonta a la mirada de la pelinegra— Hoy cuando te fuiste, pensé que tu comportamiento fue raro y que estabas enojada conmigo, ¿Lo estas?.
— No, no lo estoy.—y en verdad Enid no lo estaba, solo se había sentido mal por el comportamiento de la pelinegra, que si lo ve desde antes de esos doce días era algo normal, pensaba que con lo que paso algo cambiaría pero se ha dado cuenta que no es así— Lo siento por invadir tu espacio personal, no era mi intención incomodarte.—se sentía triste y tonta, burlada sobre todo.
— Lo hiciste.—hace una pausa y mira a Enid que baja la mirada avergonzada— No me desagrada que estés cerca, es solo que el contacto es un poco difícil para mi.—aclara, pero la rubia sigue mirando el piso, la morena sabe que esta llorando por el movimiento de su pecho, de repente ella también siente algo en su pecho, no sabe muy bien que es, pero se para hacía Enid parándose en la línea que divide la habitación— Lo siento.—susurra sin respuesta, da un paso mas— Enid.
La pelinegra avanza significativamente poniéndose al lado de la cama de la rubia, la mira aun con la cabeza que la tiene agachada, estira una mano y la pone ligeramente en su hombro sin apoyarla completamente, Enid se sobresalta ante el contacto.
— Estoy bien, es solo que...—solloza— Es difícil escuchar que le incomodo a la persona que me gusta.—Merlina se acerca un poco mas, tomando el valor suficiente para sentarse en la cama de la rubia, quien por fin levanta la mirada para verla.
— Lo siento.—susurra y presiona ligeramente el hombro de Enid, quien la mira enternecida, sabe lo mucho que le esta costando a la morena hacer esto y ella lo valora mucho, de pronto su pecho se llena de orgullo al saber que Merlina tiene ese tipo de acciones con ella.
— Tu de verdad me gustas.—se atreve a decir Enid— No quiero que esto se vuelva raro, pero si me dijeras quizá...—hace una pausa— Aclararme a que paso quieres que vayamos, te lo agradecería mucho.
— No me importa que te acerques a mi en público por si es lo que te preocupa.—dice Merlina— Nunca me ha importado lo que digan o piensen los demás sobre mi, lo de hoy fue algo involuntario.—acerca su mano a la de Enid— Quizá deba hacer una excepción contigo.—le coge la barbilla ligeramente para que la rubia la mire— Porque tú también me gustas de verdad.