El sol fue asomándose como todas las mañanas en nunca mas empezando pronto a escucharse el bullicio de los estudiantes al levantarse, Enid se había levantado un poco antes para tomar una ducha, cuando sale del baño consulta el reloj colgado en la pared, sabe exactamente a que hora se levanta la morena pero para su sorpresa ésta no lo hace, los minutos siguen corriendo y Merlina solo se mueve en la cama pero no da ningún indicio de levantarse, se acerca hasta a ella.
— Mer.—susurra cerca a su oído, no obtiene respuesta, solo un gruñido— Vamos Mer, ya es algo tarde.—ve como la morena se mueve debajo de las sabanas para luego empezar a abrir los ojos lentamente, Enid quiere reírse de la situación pero prefiere solo mirarla.
— ¿Qué hora es?—pregunta somnolienta pero se preocupa al ver a Enid ya duchada, debería ser muy tarde.
— Las 7:15 a.m.—dice, la morena abre los ojos sorprendida, ella estaba acostumbrada a levantarse dos horas antes de lo mencionado, intenta incorporarse rápidamente pero el dolor en su parte baja y la debilidad de sus piernas la hacen acostarse de nuevo mirando a Enid con mala cara— Ayer no me mirabas así.—dice burlona Enid viendo la actitud de Merlina.
— ¿Nos quedamos hoy aquí?—pregunta Merlina acercando sus brazos al rostro de Enid quien niega rápidamente— No iré así a clases.—se señala así misma.
— Quédate tú, si no vamos las dos vendrán a buscarnos y nos meteremos en problemas.—dice Enid con seguridad, ella mas que nadie quiere quedarse acurrucada con su novia en la cama pero ahora le tocaba el momento de ser a ella la persona pensante de la relación— Además se darán cuenta que no dormiste en tu habitación.
La morena se queja en la cama y vuelve a taparse con las sabanas dándole la espalda a la rubia, Enid sabe que ésta mala actitud es la de todas las mañanas así que empieza a vestirse y cuando esta lista se acerca un poco a la pelinegra para dejarle un beso en la mejilla, sale rápidamente antes de que la morena la asesine con la mirada.
Cuando va llegando al aula ve a su amiga Yoko junto con Divina afuera del salón de clases, así que apresura el paso para poder hablar con ellas antes de que empiecen las clases.
— Chicas.—dice emocionada, acercándose a darle un abrazo a cada una, ambas chicas sonríen al ver a la licántropa— ¿Qué hacen aquí afuera?—pregunta curiosa, sus amigas no eran de las que se quedaban afuera esperando al profesor.
— Una nueva incorporación innecesaria a casi mitad de año.—dice Yoko señalando hacía dentro del aula de clases— No entiendo que le pasa a este director.
— Mer, me dijo que él no toma las decisiones, solo obedece.—dice la rubia— ¿De quien se trata?
— ¿Te acuerdas cuando nos invitaste a esa cafetería horrible a la salida de Jericó para enseñarnos donde te habían pedido de novia?—pregunta Divina haciendo énfasis en lo horrible que estaba la cafetería, a Enid no le parecía tan mal, y mas cuando había sido el lugar en el que se había puesto de novia con Merlina.
— Si.—dice confundida mirando a sus amigas.
— Bueno, ¿te acuerdas también de la chica que no paraba de mirarte?—pregunta Yoko y Enid niega aun mas confundida— Vamos, no te hagas, la de la barra.—le guiña el ojo haciendo que Enid se avergüence un poco.
— ¿Qué hace ella aquí?
— No lo sabemos, todavía no la presentan oficialmente pero...—detiene un momento sus palabras y mira a Enid— Puede que haya venido a buscar su muerte súbita por parte de la psicópata que traes de novia.—Divina ríe un poco pero a Enid no le ha hecho ninguna gracia.