El sol lentamente se ocultaba, Merlina estaba de pie junto al ventanal de su habitación, hoy su cuerpo había decidido que su mejor opción era no salir durante el día, y aunque se sentía un poco mas tranquila que en la mañana su mente nunca pudo estar en paz ni un segundo en el día, y habían dos razones, uno era por sus propios pensamientos, y otro era por las incontables veces que le habían venido a tocar la puerta, de una manera muy desespera, supone que son sus compañeros de clase para contarle sobre la nueva adquisición de rareza de la escuela.
Cuando la oscuridad la rodea, se plantea en salir a tomar algo quizás, le haría muy bien un café ahorita, se pone su chaqueta, cuando esta en el umbral de la puerta se queda parada, no sabe si estaría bien dar un paso mas o eso cambiaría por completo su vida, se decide por no tener miedo, y cuando esta ya fuera con un alivio en el pecho y dispuesta a caminar hasta la cafetería de la escuela, una voz la interrumpe.
— Merlina.—susurra Tyler tratando de no acercarse mucho a la morena para no asustarla, mete sus manos en su chaqueta— Estaba esperando que salieras.
— ¿Para qué?—pregunta Merlina, quien esta atónita al ver al chico de nuevo, no ha cambiada nada de él, puede que un poco mas delgado pero el rostro es el mismo que recuerda, y el mismo que lo vio ante si convertirse en aquel monstruo, la piel se le hiela al recordar esa escena— ¿Planeas matarme aquí?
— No.—responde el chico sin saber muy bien que palabras escoger para dejar en claro su profundo arrepentimiento— Yo estaba bajo las ordenes de...
— Eso lo sé.—lo interrumpe Merlina acercándose un poco al hyde— Te dio ordenes de que me usaras, y dijeras tantas cosas ridículas, como que yo te gustaba por ejemplo.—la mirada de Merlina es dura, pero ella misma sabía que su corazón por alguna extraña razón le era débil ante el chico que tenía delante.
— El que tu me gustaras fue algo que ella aprovecho.—exclama Tyler, se odiaba así mismo porque sabía que era completamente su culpa la percepción de Merlina acerca de sus sentimientos hacia ella— Ella sabía que tu me gustabas desde que te vi por primera vez en el veleta, y que me pareciste fascinante, algo fuera de lo común, incluso no te parecías a ningún otro excluido que había visto, ella noto que a ti yo también te parecía fuera de lo común entre los normales, por eso me escogió, y se aprovecho de los sentimientos de ambos.
— ¿Qué te hace pensar que me pareciste fuera de lo común?—pregunta Merlina atenta.
— Me buscaste.—responde el chico tranquilo dando un paso hacía la morena.
— Necesitaba de tu ayuda, eras el único desquiciado después de Enid dispuesto a ayudarme.—declara la morena haciendo ademan de volver a entrar a la habitación pero unos brazos se lo impiden y son de Tyler, agarrando levemente su cintura de la parte de atrás.
— Te vas porque sabes que en el fondo que no estoy mintiendo.—dice el chico, con una punzada de dolor en el pecho, si tenía alguna oportunidad de volver a ser siquiera amigo de la morena era ésta, y no la iba echar a perder.
— Nunca sé contigo.—se da la vuelta para volver a quedar frente a frente con el chico— Ese es el problema, burlaste mis instintos, ¿Cómo sé que no lo estas haciendo otra vez?
— Mira, te estoy tocando y no tienes ninguna visión, ¿verdad?—pregunta Tyler inquiera haciendo mas fuerte el agarre en la pelinegra quien no hace ningún ademan por zafarse— No te pediré lo de la última vez, solo quiero que me escuches.
— No quiero escuchar mentiras, Tyler.—dice Merlina seca pero sin dejar de mirar al chico— Hiciste que inculpara a Xavier, mataste a muchas personas, e incluso me dijiste que lo disfrutaste...
— Eso no es cierto.—interrumpe el chico sintiéndose aturdido por los recuerdos— Yo nunca disfrute nada, yo en realidad no era el que dije eso, estaba siendo controlado, créeme por favor.—en su voz hay suplica y dolor, dos cosas que Merlina sabe reconocer muy bien, pero también sabe que el chico que tiene delante es un asesino despiadado, y aunque siempre le habían gustado los asesinos seriales, en su caso era diferente.
— Entremos.—dice Merlina mirando a ambos lados de los pasillos, para asegurarse de que nadie los vea entrar, quería hablar con el chico, de verdad quería escuchar que tuviera una buena respuesta, ella lo anhelaba mas que nada, claramente no iba a olvidar todo lo sucedido, pero una explicación siempre bastaba, de pronto a su mente viene Enid, la rubia a la que hace dos semanas había estado besando en su habitación, había desarrollado por ella mas que un gusto, pero no era algo que estaba dispuesta asimilar ahora.
Hola, nuevo cap, espero les guste, gracias por leer. <3