"Love Is a Battlefield" [Historia con Billy Hargrove]

Cap 45 - "¿No hay flores para mí?"

>>> Billy

Es sábado por la tarde y no puedo esperar para que sea la hora y por fin, tener aquella cita que Tn tanto había deseado desde el día en que nos conocimos; no tengo idea de que mierda se hace en una cita, pero trataré de seguir los consejos de Munson.

Así que aquí estoy, mirándome al espejo como si fuera una reina de belleza o esas estupideces, para tratar de verme bien para ella. Uso el perfume que le gusta. Estoy listo en 5 minutos y aún faltan algunos minutos para pasar por ella, así que mientras espero que las manecillas del reloj avancen, me quedo sentado en la cama, escuchando a Metallica.

>>> Tn

Max está en casa para ayudar a vestirme, me siento una muñeca barbie, probando todas las combinaciones que ella ha elegido para mí.

—¿Qué tal esto? — me pruebo una falda negra de cuero, un top blanco y una cazadora del mismo tono de la falda.

—Me gusta, es perfecto— dice con una sonrisa y me pasa unas botas. —con esto quedará perfecto.

—Me gusta, así que esto me usaré— me pongo las botas y a continuación, me miró en el espejo. Me gusta lo que veo.

Busco entre el maquillaje que mi madre me compró, un delineador negro y un labial rojo. Llevo cinco minutos en le taburete, tratando de buscar el peinado perfecto y no logro hacerlo; veo el reflejo de Max, está riendo, ella me descubre.

—Estás nerviosa, es como si fuera la primera vez que sale

Ella tenía razón, estaba nerviosa. Ya había salido con Billy hace tiempo, pero esto se sentía diferente. Más real, más romántico.

—Ya sé, pero es la primera vez que tenemos una cita real— respondo, terminando de color el labial rojo en mis labios.

—¿Sabes a dónde te llevará? — pregunta con curiosidad

—No quiso decirme, solo me dijo que era sorpresa

—Aún no puedo creer que Billy sea tu cita, por dios, es Billy— ella estaba igual de sorprendida que yo. —pero bueno, debes contarme como te fue, pero omite lo de los besos— hizo una cara de asco fingido

—Te lo prometo

Continuamos hablando un poco, ella ayuda a peinarme y en ese momento, escuchamos el timbre de la puerta. Billy había llegado.

—Billy está aquí

—Buena suerte, aunque no sé qué le ves a ese tonto, es desagradable— dijo Max

—Creo que me gustan ese tipo de desagradables— bromeó riendo un poco. Max y yo salimos de la habitación, pero Steve se adelanta y es quien abre.

—Hargrove, te bañaste — Escucho la voz de mi hermano

—Muy gracioso, Harrington— respondió Billy

—Hola, holaaaa— saludo, bajando rápidamente las escaleras

—Nena, estas hermosa— Billy me mira, sonriendo.

—¿Yo también estoy hermoso, Hargrove? — pregunta Steve y yo no puedo evitar poner los ojos en blanco.

—Steve, Cállate

—Son para ti— Billy ignora a Steve e inmediatamente me entrega un hermoso ramo de tulipanes morados, una de mis flores favoritas. Aún no puedo creer que me haya traído flores. Todos lo observan, puedo notar aquella expresión que usa cuando se que está incómodo.

—Me encantan, son mis favoritas— huelo las flores. —¿cómo supiste?

—Te dije que te sorprendería— respondió Billy sonriendo.

—¿Hay flores para mí? —pregunta Steve.

—Steve, largo de aquí— le miró con evidente molestia

—¿Quién eres y qué hiciste con Billy? —pregunto Max. —Pero me agrada este Billy que lleva flores. Por ahora, mis favoritas son las rosas, quiero unas

Lo que me faltaba, mi hermano y mi amiga, están riéndose a costa de nosotros.

—Voy a ignorarte, Maxime— esta vez, fue Billy quien respondió— ¿Nos vamos, nena? — pregunto, sin quitarme la mirada de encima.

—Si, por favor— respondo de inmediato

Max me quita las flores, asegurándose que las pondrá en agua. Se lleva mis flores y yo no puedo evitar seguir a la pelirroja, esperando que fuera cuidadosa con ellas

—Tráela a casa temprano, Hargrove— en 10 segundos, mi hermano se había convertido en mi padre.

—Ok, ok. Esto está siendo un poco incómodo— doy un paso hacia adelante, bloqueando a Steve. —Vámonos, se nos hace tarde.

Sostengo la mano de Billy y le alejo de la casa, él parecer divertido y yo le fulmino con la mirada.

—Fue extraño y divertido— sonrió. —solo ignóralos nena.

Billy continuaba riendo y finalmente, me rendí. Tenía razón, fue algo cómico y para nada usual. Llegamos en pocos segundos a su auto y me sorprendió de nuevo, abriendo la puerta del copiloto para que subiera al auto. Esta faceta de Billy, me estaba gustando.