Cap 40 - "¿Tengamos una cita?

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>>> Tn

Odiaba los hospitales, nunca me habían gustado y de no ser por todas las drogas médicas, no hubiese podido dormir. En cuanto despierto, tengo que esperar a que me den de alta, me siento débil, pero solo quiero descansar en la comodidad de mi casa.

Me dieron de alta por las influencias de mi padre, pero con la condición de descansar en casa y que un médico me visitará dos veces al día. A veces, ser un Harrington tenía sus ventajas y por primera vez, no me quejé.

En cuanto llego a casa, vuelvo a dormir, abrazando mi oso de peluche, llamado "Orejas", un nombre bastante original para un conejo, nótese el sarcasmo.

—Piénsenlo, sería buena idea, mandarlo a una isla desierta con tribus de caníbales o lanzarlo al océano para que lo devoren los tiburones— la voz de Eddie me despertó, no sabía de qué hablaban, así que continuó haciéndome la dormida.

—Ahora entiendo porque Tn y tú se llevan tan bien, tienen el mismo desorden mental — respondió Steve y yo trato de no reír.

—Y cómo vamos a hacer eso, genio— replicó Max.

Mis personas favoritas estaban habían venido a verme, sonrió y está vez si abrí los ojos.

—No dejan dormir, hacen demasiado ruido— digo tratando de sentarme en la cama, aún me dolía el cuerpo.

—Tratar de callar a Eddie es imposible— Max me abraza y yo le correspondo

—Ustedes gritaban, yo daba ideas de como desaparecer a Henry— respondió Eddie llevando su mano diestra a mi cabello para despeinarlo más de lo que ya estaba. —Hola, Cherry

—¿Pensaste en pirañas, brócoli? —una parte de mí, le gustaría lanzarlo a un acantilado sin paracaídas. Henry resultó ser un monstruo, aún peor que Ted Bundy. Steve y Max se ríen

—Ustedes están locos— Max nos mira comienza a reír y se pone de pie. —Hablando de locos, le diré a Billy que estas despiertan— me guiña el ojo

—¿Billy está aquí? —pregunto con emoción

—Por desgracia— resopla Steve, con falsa molestia.

Yo no puedo creer que Billy este aquí, mi corazón brinca de entusiasmo. Steve comienza a contarme que mis padres pidieron infinidad de comida para agradecerle a Billy por haberme llevado al hospital, parecía celoso, pero en su voz había algo de culpa. Por lo que me conto Steve en cuanto llegue a casa, Nancy le había llamado para avisarle, pero él colgó porque pensaba que quería convencerlo de regresar con ella y eso le hacía sentir un poco culpable, sin embargo, no era la culpa de nadie, más que mía por confiar en una persona que no debí. Eddie se acerca y le agradezco porque logro pensar en otra cosa.

—Me llevaré a Steve y tú podrás hablar con Billy— Susurra en mi oído, guiñándome el ojo.

—Eddie, Hermano de otra madre, llévame por una malteada para Cherry, debe tener hambre— dijo Eddie y yo intento no reír.

—Pero si tú tienes auto— respondió Steve

—No arranca, vamos— Eddie empuja a Steve hacía la puerta,

Minutos después, mi habitación se queda sola. Trato de ponerme de pie y al ver mi aspecto, hago una mueca, me veía terrible. Labios hinchados y con marcas de mordida, en mi cuello había cardenales y tenía ojeras terribles. Suspiro y solo puedo alistarme el cabello por si Billy subía.

Escucho pasos que se detienen en mi puerta, mi corazón vuelve a latir con rapidez.

—Se que estás ahí, puedes pasar— ordenó y Billy entra por fin a mi habitación, examina mi habitación y toca un poster de Metallica que está cerca de la puerta, él lo señala.

—No recuerdo haber visto esto

—Hice algunos cambios desde la última vez que estuviste aquí — respondo, pero no le digo el motivo del poster. Lo había puesto porque me recordaba a él

—¿Cómo estás? — pregunta, sentándose en la cama

—Parezco zombie y me duele un poco la cabeza, pero estoy bien— respondo con una sonrisa

—Eso es bueno— respondió, examinándome de pies a cabeza

—Gracias, de no ser por ti, no sé qué habría pasado— trago saliva, se me eriza la piel de tan solo pensar en que Henry pudiera haber abusado de mí. —Eres mi caballero de armadura—

—De no ser por mí, no te habría pasado esto — dijo, bajando la mirada por unos segundos. No entendía a que se refería.

—Tu no pusiste eso en las bebidas

—Nunca lo haría— finamente me miró. —Henry te utilizó para vengarse de mi — agregó

—No entiendo, ¿Le conocías? — pregunto con curiosidad

Billy suspira antes de comenzar a relatar como es que conoció a Angela, la ex novia de Henry. Me hubiese gustado que omitiera el hecho de que se había acostado con esa chica, pero no le interrumpí.

—La conocí, es odiosa. Tienes pésimos gustos— comentó con evidente irritación. —incluso me llamó Juguete— agrego

—Ya que dices eso, yo creí que eras más inteligente— réplica, acercándose un poco más a mí. — No te han dicho que no debes beber nada de desconocidos.

—No era un desconocido, era mi novio— nuevamente aparece ese escalofrío

—Insisto, no le conocías

—Cuando salí contigo, también eras un desconocido— Ahí estábamos de nuevo, peleando. Es normal qué extrañará esto, no lo creo.

—Lo de nosotros fue diferente, tú ya me conocías— dijo Billy, tocando mi mano, no parecía molesto, sonreía. — Olvidemos ese tema. Lo que venía a decirte es que debes recuperarte porque tú y yo saldremos.

—Si esta es tu manera de pedirme una cita, déjame decirte que no funcionará— digo, intentando no reír.

—Nena, no me lo hagas más difícil — esa palabra en los labios de Billy, me encantaba. —Sabes que estas cosas son difíciles para mí.

Billy, se veía tan adorable tratando de buscar las palabras correctas y a mí me gustaba torturarle para que las dijera.

—Lo voy a pensar

—Hazlo, pero te advierto que estaré aquí mañana y el día siguiente, hasta que digas que si— esbozo esa sonrisa ladina que tanto me gustaba, acercó sus dedos y con las yemas, acarició mi mejilla.

Billy era mi debilidad. 

"Love Is a Battlefield"  [Historia con Billy Hargrove]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora