ㅤㅤㅤㅤ𝘄𝗶𝗻𝗻𝗲𝗿 alice in borderland (2023).
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ㅤㅤ𝗱𝗼𝗻𝗱𝙚 una chica con una aburrida y
ㅤㅤmiserable vida se ve encontrada en un
ㅤㅤtokio en el que...
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EPISODE 22 !! worried
—¿Chisei?
—¿Si?
—Chisei, mírame —Kyoko parpadeó un par de veces confundida ante lo que había escuchado, tratando de enfocar su vista en la persona frente a ella pero sin poder hacerlo. Sólo veía una neblina negra—. Por favor, mírame.
—Lo siento, no logro verlo. ¿Quién es usted? —Chisei intentó acercarse a la voz masculina, aunque la figura dió unos pasos hacia atrás al ver que la chica se acercaba—. ¿Hola?
—Chisei, soy yo —Kyoko volvió a parpadear, y su ceño se frunció al reconocer a Hinata—. Tengo que decirte algo.
—¿Hinata? No... No puede ser, él está–
—¡Chisei, escúchame! —el chico gritó algo alto, haciendo que Kyoko se callara—. Lo siento.
—Es que usted no puede ser Hinata.
—Lo sé —el contrario rió—. Pero tengo algo que decirte rápidamente, no puedo perder el tiempo.
—... ¿Qué es?
—Puedes confiar.
Kyoko tragó saliva, sin saber a lo que se refería. O tal vez sabiéndolo, y sin poder creerlo.
—¿Confiar? ¿En quién?
—Tú lo sabes —la supuesta figura de Hinata sonrió—. Sabes que puedes confiar en las personas correctas. Como esos tres chicos con los que te quedaste tus primeros días.
—¿Cómo lo...?
—Eso no importa mucho —Hinata negó con la cabeza; su sonrisa descendió más no se perdió—. Pero puedes confiar, y sé que ya lo estás empezando a hacer.
—Pero–
—También sé que te cuesta. Es difícil. Pero puedes hacerlo cuando son las personas correctas. A veces es bueno salir de tu zona de confort.
Chisei tragó el nudo en su garganta, mirando hacia abajo. Se encogió en su lugar, y sólo asintió con la cabeza.
—Ah, y no olvides que te quiero, Chisei.
✩
Los ojos de Kyoko se abrieron. Tenía una sensación cálida en su pecho, y no recordaba absolutamente nada de lo que había soñado. Tenía algunas lágrimas asomadas en sus ojos que creía que eran causa de los recientes bostezos que había soltado. Estaba anocheciendo, y no se había dado cuenta ni siquiera el momento en el que se había quedado dormida en aquella siesta que había durado unos minutos. Tal vez poco más de una hora.
