ㅤwinnerㅤ★ㅤalice in borderland !

EPISODE 07 ; shoot

EPISODE 07 !! it happened again

    —Tortolitos —les murmuró a ambos chicos con una sonrisa apenas notable—. Creo que ya me iré.

    —¿Te vas? ¿Sola y de noche? —le cuestionó Arisu.

    —Puedes quedarte con nosotros —dijo Usagi.

    —Eso de ahí es una fuente termal —señaló la detective a la distancia, ampliando un poco más su sonrisa—. Pueden relajarse solos ahí. Yo me iré.

    —Pero...

    —Soy una detective, ¿creen que no puedo defenderme por mi cuenta? —preguntó, mirándolos—. Está bien, después nos volveremos a ver.

    Ambos chicos se quedaron callados, pensándolo. Kyoko era una persona que sabía valerse por sí misma y que incluso prefería la soledad antes que estar acompañada de alguien. Eso cambió un poco, pero seguía apreciando su soledad.

    —¿Y Chishiya? —indagó Arisu.

    —Lo iré a buscar —contestó Chisei—. Así que no se preocupen.

    —... Está bien —asintió el contrario después de un tiempo, mirando a Usagi—, ¿no?

    —Sí —la trepadora sonrió un poco—. Después nos volveremos a ver.

    Kyoko les sonrió por última vez, alzando su mano para despedirse. Les dio la espalda y comenzó a caminar hacia la dirección contraria, dirigiéndose hacia donde Chishiya y ella habían hecho el picnic esperando encontrarlo ahí de nuevo.

    Pero después sintió que no podría más debido al cansancio, así que asegurándose de encontrar un pequeño refugio en el cual pasar la noche, cayó rendida en una casa abandonada con el pensamiento de encontrar a Chishiya al día siguiente. Cada vez que dormía tenía el miedo de que el Rey de Picas la encontrara, pero de nuevo esa noche había tenido la suerte de no habérselo topado.

    Cuando ya había amanecido y salió del refugio después de asegurarse de comer algo para agarrar energías, comenzó a vagar por ahí para encontrar al platinado. Y entonces se topó con la Jota de Diamantes, en la que decidió participar por simple capricho. Claramente había ganado.

    —Eres una detective, ¿eh? —le había dicho la Jota cuando ella había ganado. Al principio se vio desesperado, pero después aceptó su muerte—. No vayas por el mismo camino que yo, jovencita. Tienes mucho por vivir.

    —No pienso hacerlo —contestó, levantándose. Como su primer juego, había sido la única en quedar en pie.

    Cuando salió, pudo darse cuenta que las únicas cartas de figuras que se alzaban en el aire eran la Reina de Corazones y el Rey de Picas. Sonrió ladinamente, sabiendo que estaba a punto de regresar al mundo real. Las plantas y arbustos comenzaban a apoderarse de los grandes edificios, dando a entender que en ese pequeño país en el que estaban ya no quedaba mucha civilización. Y aquel ambiente no le disgustaba del todo. Pensó que era el castigo de la humanidad por todo lo que le han hecho a la naturaleza desde sus inicios.