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Un concierto acaba de terminar, las coristas, músicos, bailarines y otros miembros del staff celebran que ya ha terminado:

- 10: ¡Bien hecho chicos!

- Helen: (con un mono plateado por miles de cristales y cuello halter) ¡Chicos! ¡Gran trabajo todos! Me felicito y los felicito (risas), nos veremos en Chicago, cuídense.

Camina hasta su camerino y una mujer con ella:

- Helen: ¿Dónde está él Lizzie? Ya...

- Lizzie: ¡Ah! Él está por...

Justo en ese momento entra un muy feliz Arthur con los brazos abiertos y un ramos de rosas, saluda de beso a Lizzie, luego besa a Helen, ella se sorprende de verlo y finge una sonrisa:

- Helen: ¡Cariño! ¿Qué... qué haces?

- Arthur: ¿Que qué hago? Vine a felicitar a mi bella esposa por tan magnífica presentación y vine a raptarte para que tomemos unos días de vacaciones en Mawi antes del siguiente concierto y la boda, aquí tengo los boletos (se los da).

Helen los toma, se ve molesta y fastidiada, se los devuelve, gira su silla para hablarle de frente:

- Helen: ¡Arthur! Ya lo habíamos hablado, nos quedaremos esta semana aquí en Vancouver para dar un concierto sorpresa.

- Arthur: Helen, ni siquiera... (mira a Lizzie). Lizzie podrías...

- Lizzie: ¡Ah! Sí, sí, los dejaré a solas. Solo, mañana tienes cita a las 11 para la prueba de vestuario.

- Arthur: (a solas ya) Helen, ni siquiera lo discutimos, además la boda es el 22 y deberíamos aprovechar estos días como luna de miel, ya que no tendremos una.

- Helen: Claro que lo hablamos, los dos dijimos que siempre debía ser nuestra prioridad la carrera de cada uno, Arty estoy tan cerca de tener la mayor cantidad de conciertos que tiene una cantante en mi género musical, no quiero parar por unas vacaciones que vendrán al final de la gira o por... por una boda.

- Arthur: ¿Por una boda? Hel, no hablamos de una boda cualquiera o de la de un amigo, hablamos de la nuestra, llevamos dos años planeándola.

- Helen: (se maquilla viendo al espejo, él está de pie a su derecha) Ajá, ¿qué más da moverla unos meses?

- Arthur: ¿Unos meses? También la hemos aplazado dos años, habíamos dicho que sería el 22 de septiembre de este año sí o sí, sin importar trabajo, amistad o familia. Así que, sino quieres ir a Mawi está bien...

- Helen: (aliviada) ¡Oh gracias! (lo abraza sentada).

- Arthur: Pero volvamos a casa, descansaremos, terminaremos con lo de la boda, la gira y al final das un concierto sorpresa (él sonríe, ella se aparta, se levanta y se molesta).

- Helen: ¡No! Arthur, ¿por qué no lo entiendes? Esto es muy importante para mí.

- Arthur: (sorprendido y un tanto sarcástico) ¿Muy importante eh? ¿más que nosotros? ¿y qué hay de lo que yo quiero o de lo que es importante para mí Helen? ¿cuándo podré válida esa carta? Dime, ¿cuándo podrás ceder una sola vez por mí? Porque en los últimos dos años de matrimonio todo se ha tratado de ti o de tu carrera, nunca ha sido sobre nosotros o sobre mí carrera más allá de ser tu pianista.

- Helen: (molesta) ¡Oh no, no, no, no! ¡No me salgas con eso! Si sientes que tu carrera como músico es miserable no me eches la culpa.

- Arthur: ¿Miserable? (ríe por la sorpresa). ¡Wow! ¿así crees que me siento? ¿crees que es así? ¡Ja!

- Helen: Yo no... tú lo dijiste, yo no.

- Arthur: No, no es así, eso es lo que tú realmente crees, yo solo dije que para ti mi carrera se refiere a ser tu pianista, más no que esté disgustado por completo con eso.

Intercambian miradas de enojo y decepción hasta que Arthur toma su abrigo del sofá:

- Arthur: (molesto, en la puerta le habla sin mirarla, le da la espalda) Hablaremos cuando vuelvas Helen, te veré en la boda.

- Helen: Sí, debemos hacerlo, porque el concierto es el 22 y no habrá boda (se ve a Arthur apretar el puño contra el marco de la puerta y mostrar enfado en sus facciones). Le pediré a Lizzie que llame a la planificadora para que mueva todo para la fecha que fijemos. Ten un buen viaje Arthur.

- Arthur: (ella se estaba acercando) Espero que no salga tan mal tu concierto como la primera vez que cantaste aquí.

Helen se molesta, pero la tristeza la invade y se refleja en las comisuras, Arthur se va rápidamente sin mirarla o decir más nada.

Helen y Arthur. Las letras falsas de una canciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora