Horas después Arthur ríe con Ben, están comiendo en un restaurante junto a la playa, Ben se percata de los paparazzi:
- Ben: ¿Cómo puedes seguir viviendo así?
- Arthur: (sonríe) ¿Cómo?
- Ben: Sin privacidad, sé que si estuviera en tu lugar yo me escondería siempre, ni siquiera saldría de casa.
- Arthur: (ríe) Un par de meses fuera de Los Ángeles y ¿ya no toleras la atención? ¿qué le pasó al viejo Ben eh?
- Ben: Nada, solo... hace un tiempo conocí a alguien y me enseñó el placer de la privacidad, el que nadie sepa de... nosotros, de mí.
- Arthur: ¡Vaya, vaya! ¿La conozco? ¿Conozco a la mujer que por fin le hizo un bien a mi mejor amigo? (ríen).
- Ben: No, es... ajena a todo esto, a este mundo.
- Arthur: (sonríe, está feliz por él) Y ¿hace cuánto sales con ella?
- Ben: ¿Qué? Nosotros ya no... Ella murió hace un tiempo, nos íbamos a ir a vivir a la casa que compré, pero... murió en un accidente, desde entonces vivo solo en esa casa que me recuerda lo que pudimos... ser, lo que pudimos tener.
- Arthur: (le pone la mano en el hombro) Amigo, lo lamento, sabes que siempre estaré aquí, es más, ¿por qué no vuelves un tiempo a vivir aquí? Así ya no estarás tan solo, puedes venir a cenar con nosotros cada vez que quieras y...
- Ben: (ahora él le toca el hombro) Gracias.
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Helen y Arthur. Las letras falsas de una canción
RomansaHelen Wyley, la joven promesa de la música, lo tiene todo, pero no todo es como parece, menos cuando una tragedia cambie por completo su vida y la de todos los que la rodean.
