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Por la tarde siguiente, Helen metía un par de cosas en un bolso que le habían llevado, hasta que vio su argolla de matrimonio en la mesa junto a la cama, la tomó y se sentó un momento para analizarla.

En unos instantes tras eso, llegó Arthur:

- Arthur: Hola extraña (en el marco).

- Helen: (oculta el anillo en su puño y lo voltea a ver rápidamente) ¿Qué? ¡Ah! Hola extraño.

- Arthur: Creí que te habían mandado ropa en esa bolsa (la señala).

- Helen: (en pantalón de pijama de rayas rosa pastel con blanco, playera de manga corta blanca, pantuflas de peluche rosa claro y un tipo bata color gris) Sí, es solo que... quería estar cómoda.

- Arthur: (le sonríe) Bien, lo que tú decidas.

- Daniel: (entra con ellos) ¿Ya están listos?

- Arthur: (sentado) Sí, así es.

- Daniel: Helen, ¿aun no te has vestido?

- Helen: (no entiende) Pues... no creo que esté desnuda ¿o sí? (Arthur ríe). Claro que estoy lista, me iré así, quiero... quiero estar cómoda.

- Daniel: ¿Segura? Allá afuera hay cientos de cámaras, ¿quieres que te vean así? ¿quieres hablar con ellos así?

- Helen: ¿Hablar? No quiero hablar con nadie, creí que me llevarían a casa (preocupada).

- Daniel: Sí, pero... todos quieren saber cómo está la cantante más famosa que hay (ríe él solo).

- Arthur: No lo haremos Daniel, sin declaraciones (intercambia miradas con ella), lo haremos hasta que Helen esté lista, pero hoy no será, así que sácanos de aquí sin decir nada.

- Daniel: Eso... bien, pero no hay otra salida, al menos no una sin cámaras, tendrán que subir rápido a la camioneta.

Helen y Arthur. Las letras falsas de una canciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora