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Ben ríe un poco, pero le cuenta:

- Ben: Bueno, nos conocimos cuando Artie y tú llevaban un par de semanas saliendo, (él ríe) no nos agradábamos, porque (ríe)...

- Helen: Creo (lo interrumpe y está muy seria) que sabes bien que no me refiero a eso.

- Ben: ¡Oh! (la entiende) Así que lo sabes.

- Helen: Sí, encontré el diario donde habla de ti, de ustedes, así que quiero saber más, ¿cómo pasó?, ¿por qué?, ¿cómo pudieron hacerle esto a...

- Ben: ¿A Arthur? Nunca quisimos hacerle daño.

- Helen: ¿No? ¿Por eso tuvieron una relación desde que ellos dos se casaron?

- Ben: ¿Ellos dos? ¿Por qué hablas como su fueran otras personas? ¡Esa eras tú Helen!

- Helen: Yo no...

- Ben: Helen ¡por favor! Tú fuiste quien estuvo en cada momento de nuestra relación. Pero eso ya no importa, comenzamos a salir cuando Arthur tuvo la gira con ese grupo tonto (fastidio), te invité a cenar para limpiar asperezas por lo de la despedida de soltero, cosa que tú no querías que Arthur tuviera, te invité para disculparme y llevar la fiesta en paz, pero no quisiste, entonces una noche llegué a tu casa con una gran botella de vino y la cena, comimos, bebimos y terminamos riendo toda la noche, nos dimo cuenta que teníamos muchas cosas en común, películas, música, arte, querer probar otras cosas en nuestros trabajos. En din, éramos tan parecidos, para la madrugada me acompañaste al auto y nos despedimos con un beso. El mejor beso de nuestras vidas, después de eso ya no me pude ir esa noche, una cosa llevó a la otra y a la mañana siguiente nos sentíamos mal, pero sabíamos que había sido algo muy (ríe)... el mejor día de nuestras vidas. Después de eso nos veíamos todos los fines de semana, Helen... tú fingías tomar clases de canto, ejercicio, ir a ver a tus padres o a Lizzie, pero en realidad ibas a mi casa o salíamos a nuestro hostal secreto. También nos veíamos cuando estabas en gira sin Arthur, pensándolo bien, cuando él iba nos veíamos más (ríe).

- Helen: ¿Alguien más lo sabía? (preocupada)

- Ben: No, solo nosotros, lo que me sorprendió, porque Lizzie y tú eran muy buenas amigas, creí que le dirías, pero nunca lo hiciste.

- Helen: ¿Por qué ustedes no...? ¿Por qué ella no lo dejó?

- Ben: ¿A Arthur? No lo sé, tal vez por apariencia, seguridad, no tengo idea, pero al final, antes del accidente lo ibas a dejar, ya lo habías decidido, por eso compramos una casa para vivir juntos, tener una familia, envejecer ahí, ver a nuestros nietos. El día del accidente te fui a ver (escenas de los dos en la cabaña del inicio de la historia), dijiste que habías cancelado la boda y tras el concierto sorpresa, al regresar aquí le pedirías el divorcio a Arthur.

- Helen: Pero todo... pasó esto.

- Ben: (triste) Así es.

- Helen: Por eso no fuiste al hospital nunca, ni a la casa.

- Ben: Fui antes de que llegara Lizzie y te trasladaran, porque me sentía tan... como una mierda, se suponía que yo te iba a llevar al aeropuerto, pero mi estúpido jefe llamó, el tiempo pasó muy rápido y decidiste irte sola. No hay día que pase en que no me arrepienta de haber tomado esa llamada, porque sino hubiera contestado el teléfono mi vida sería muy distinta ahora.

Helen y Arthur. Las letras falsas de una canciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora