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Es un día después del regreso a casa de Arthur, desayunan en la sala, él le lleva una taza:

- Helen: Gracias (sonrisa tímida) Así que... decías, estuviste con Bob y...

- Arthur: (se sienta con las piernas cruzadas sobre el sillón) Sí, estuve con papá y... y... Helen, te debo una disculpa, todo lo que dije... nunca debí tratarte así, no lo mereces, lo lamento y... (My church – Maren Morris de fondo) y... no hay excusa alguna, sí te amo Helen, lo que dije fue...

- Helen: (lo interrumpe con un beso) Solo cállate (para el beso, ríen, están muy cerca), estás aquí y es lo único que me importa (la abraza).

- Arthur: (la separa para verla) Helen, quiero que sepas que siempre, sin importar nada o nadie, voy a estar para ti (le sostiene el rostro), porque te amo, en serio te amo, lo que siento por ti, no hablo de la vieja Helen, sino de ti, la mujer que amo, que aprendí a conocer y a amar en tan poco tiempo, quiero...

- Helen: Te amo extraño, nunca pienses lo contrario y... debería disculparme por contarte todo, aprendí que hay cosas que por bien de la persona a quien amas, jamás deben ser contadas.

- Arthur: Solo intentaste hacer lo mejor por mí y lo aprecio, gracias.

Se besan, abrazan y permanecen así en el sofá.

Helen y Arthur. Las letras falsas de una canciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora