Helen Wyley, la joven promesa de la música, lo tiene todo, pero no todo es como parece, menos cuando una tragedia cambie por completo su vida y la de todos los que la rodean.
Ambos llegaron a un bar con música en vivo, (como el de La la land, de cuando Mia y Sebastian son pareja), él totalmente vestido de negro con un saco rosa pálido abierto y ella con un vestido como el de Debbie de Los Locos Addams 2, pero en lugar de ser blanco es en color rosa neón.
Helen mira a su alrededor con alegría, ve a la gente bailando, bebiendo, riendo, mientras Arthur ve a lo lejos a sus amigos y los saluda. Se acercan y lo saludan con manos, abrazos y vuelven a sentarse riendo, son un latino, un afroamericano, un francés y los saluda.
Arthur jala a Helen, quien tímida, se había quedado detrás de él, la para junto a sí mismo:
- Arthur: Chicos, ella es mi mejor amiga Helen, Helen Wyley, es nueva en la ciudad y quise traerla para que conociera un poco lo mejor de este lugar. Helen, ellos son Pete, Core, Carlos y Antoine.
Los chicos estaban sorprendidos, pero se pararon rápidamente para saludar a Helen. Pasarían minutos, horas riendo alrededor de esa mesa-gabinete circular, cerca de la pista, bebiendo, pero, sobre todo, divirtiéndose.
Pete, el amigo latino, se pone de pie y le extiende la mano a Helen:
- Pete: Ven Hell, lo siento, Helen, vamos a bailar.
- Helen: Yo no, no sé hacerlo. ¿Hell? ¿así me decían de cariño?
- Core: No es nada Helen, vayan a...
- Antoine: Sí Helen, ve a lucirte en...
- Helen: (sonríe) No iré a bailar hasta que me respondan (ríe), vamos, por favor, háganlo por esta pobre alma sin memoria (ríen).
- Carlos (afroamericano) Bien, bien chica sin memoria, así te llamábamos, pero no de cariño, lo decíamos a tus espaldas, porque a veces, solo a veces podías ser un pequeño infierno en los ensayos o en las salidas como "amigos".
Todos los chicos ríen, incluido Arthur, quien deja de hacerlo al no ver expresión alguna en Helen, cree que se ha enojado por el apodo, pero de pronto ella se ríe a carcajadas, toma un poco y se levanta con alegría, toma a Pete de la mano y les dice a todos:
- Helen: Pues ahora el apodo será porque la pista será un infierno con nuestros pasos de baile.
Todos ríen, mientras ellos dos bailan ridículamente en la pista, Arthur los ve, sonríe, Carlos ocupa el asiento de Helen junto a él:
- Carlos: Vaya que ha prosperado ¿eh? ¿cómo está?
- Arthur: (sonríe) Bien.
- Carlos: Y ¿ya recordó algo?
- Arthur: No, nada aún.
- Carlos: Y ¿cómo estás con eso?
- Arthur: Ha sido pésimo, pésimo y devastador, perdí al amor de mi vida, pero gané una buena amiga y ayudarla a que sea ella misma, a que descubra quién es me ha... hecho, hace que disminuya mi dolor (la ve sonreír en la pista). Verla así, tan feliz y llena de vida es más de lo que podría pedir, me hace muy feliz (ríe).
- Carlos: ¿Aunque eso signifique que tú no lo seas?
- Arthur: Sí, aunque así sea.
Muy decidido, se levanta y va con ellos dos a la pista de bailar un poco en un grupo de tres. Hacen el ridículo, giran, brincan, hasta que la música prendida para, entonces Pete contiene el vómito por las vueltas, corre al baño:
- Helen: ¿Él estará bien?
- Arthur: Lo estará (ríen), no te preocupes.
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