Una Ciudad De Polvo y Huesos [1]

KILLIAN

Unas gotas de sudor caen por mi frente y espalda. Mis manos piden que pare, pero no puedo. Repito los golpes y las secuencias de entrenamiento una y otra vez. Lo hago durante la ultima hora sin parar y lo finalizo unicamente cuando un corte en mis nudillos mancha el saco de entrenamiento de negro.
No sé cuanto más pueda soportar de esta situación. Estoy cansado de todo.

Seco mi sudor con una toalla y me dirijo al cuarto de baño. Luego de regular la temperatura del agua me meto en ella y apoyó mis manos a la pared dejando que sus gotas me golpeen de arriba las cicatrices de mi espalda.
Yo no quiero nada de lo que está haciendo mi padre. Estoy harto de ser su títere. Un sonido proveniente de afuera de la habitación hace que todo mi cuerpo se ponga en alerta.

-Killian, ya llegaron - me informa un guardia desde el otro lado de la puerta. Perfecto. Esto no podía estar mejor.

-Enseguida voy,soldado- le contestó mientras termino de asearme y me vuelvo a colocar mi uniforme real junto con todas mis armas.

Tengo que estar de la forma más presentable posible.

Salgo de allí y subo hacia el quinto piso hasta la sala de reuniones de mi padre, al llegar me abren la puerta para invitarme a entrar.

-Excelencias- digo mientras hago una reverencia frente a Dane y Dacian y luego me pongo junto a mi padre.

-Estamos muy agradecidos de que nos hayan invitado a venir hoy- comenta Dane mientras pasa sus manos por su fino vestido dorado con encaje y me mira mientras lo hace como si eso provocará que yo quisiera acostarme con ella. Tuve que contener una mueca. Eso nunca va a pasar.

-El honor es nuestro majestades- dice Efrain- Lamentamos saber que sus padres siguen enfermos pero llame para comunicarles que tengo muy buenas noticias para ustedes.

Me tense a su lado, ¿Qué noticias?

-¿Funcionó?- Un brillo de satisfacción pasó por los ojos de Dacian.

Tendré que hablar bien con mi padre porque no estoy enterado de nada de lo que está pasando acá y sabe lo que pasa cuando me deja fuera de sus decisiones. Efrain sonrió y abrió sus brazos.

-Queridos...¡Lo logramos! - le hizo una señal a un guardia- Traigan algo que celebrar y dejen pasar a nuestro invitado especial. Dane saltó de alegría mientras abraza a su hermano
Le dediqué una mirada a Efrain y lo agarre del brazo para que me explicara qué mierda está pasando acá. Él se soltó de mi agarre.

-Ahora no- me contestó y se acercó más a ellos para celebrar.

Estoy a punto de perder la compostura pero la puerta se abrió y un hombre apareció por ella acompañado de dos guardias. Es alto, rubio y su cara se me hace conocida, no sabia quien era hasta que escuche a mi padre recibirlo.

-Bienvenido Weylin- levantó la copa en su honor- pasa y cerra la puerta.

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Gracias x leer!
-Delfi