Una Ciudad De Polvo y Huesos [1]

DIECISIETE

Pasaron dos días desde la última vez que vi a Killian. Desde que salí de su habitación le perdí el rastro. Lo busqué por los pasillos pero no vi señal de él en ningún momento. Efrain está más tenso de lo normal y la mayoría murmura cosas que me hacen poner los pelos de punta.
Ya pasó una semana desde que me fui de mi hogar y temo que Wratt ya esté buscandome y que puedan atraparlo. Tengo que encontrar informacion que me sea útil para irme contra ellos.

Volví a aquella fría habitación la misma noche para encontrar la causa del porqué la habían asesinado pero no había nada, solo lo que permaneció en ella fue lo helado del ambiente, lo demás se esfumó como si nunca hubiese existido. Traté de volver a buscarla pero ella ya no estaba. Se habían llevado su cuerpo.

Ni enterrarla en paz voy a poder.

A veces creo que todo fue un sueño y que ella está bien, que va a volver a casa. Que me voy a cruzar con ella por los pasillos vestida con sus prendas favoritas y sus flores doradas en la cabeza. Pero no, la realidad me golpea más duro cada vez que vuelvo a caer. Pensar en que tengo que llegar a casa y escribir su nombre en la pared junto a los demás hace que me duela el pecho. Hace que no quiera hacerlo, me niego a soltarla. No puedo, no quiero. No todavía.

Mi rutina se basa en despertarme antes que los demás e ir a ver que puedo descubrir en los pisos superiores. Pude avanzar en saber que todavía me sigue buscando, que intensificaron la búsqueda por considerarme peligrosa. A la hora del almuerzo me siento cerca de los guardias para escuchar que hay más revuelvo de lo normal en las calles y que andan organizando un evento, dicen algo de otro comunicado que no logro entender. Que los gemelos reales están más inquietos de lo normal y que no se ha visto a los reyes hace bastante tiempo.

Eso sí confirma los rumores de que pueden estar enfermos. ¿Qué los estará afectando?
Seguí yendo a los entrenamientos que ahora están a cargo de un tal Guns. Es menos exigente que Killian pero no deja de ser un imbécil. Pude averiguar que nos quieren en sus entrenamientos porque nos preparan para pelear, ¿Contra quién? Todavía no lo sé,pero ronda en mi cabeza una idea que no quiero aceptar. Estos días nos enseñaron el manejo de armas más que otra cosa. No sé qué esperar de eso.

Nos advirtieron que hoy terminábamos el entrenamiento antes porque teníamos que prepararnos para una visita especial. Nos metieron a todos en nuestros dormitorios y nos obligaron a poner un uniforme limpio y esperar a que nos den la orden. Bastián logró colarse en el mío y está tan ansioso que no deja de moverse. Todavía no sé si puedo confiar en él pero lo estuve observando estos días de forma más atenta y parece que no hay nada por ahora que me demuestre que no tengo que hacerlo. ¿Podré conseguirlo de aliado? Tengo que determinarlo antes de seguir con el plan.

Tengo que seguir reuniendo información los próximos días antes de volver a mi casa y prepararnos para pelear. Eso es lo mejor que pude idealizar hasta el momento.

-¿Qué pensas de lo que puedan decirnos?, mi culo no puede quedarse quieto ni dos segundos- dice Bastián mientras se sienta a mi lado en la cama.

-Puede ser cualquier cosa...-paso mis manos por mi uniforme

-¿Cualquier cosa? Esto tiene que ser importante, no jodas- echó un resoplido- Apuesto a que vienen los odiosos.

-¿los odiosos?

-Los gemelos Verena...-me miró de arriba abajo rápidamente- ¿Estás bien?

Por un segundo mi respiración se cortó. Esas dos palabras no existen estos días, no desde su muerte. No puedo parar de pensar un segundo ni cerrar los ojos por mucho tiempo. No hasta que esto termine.

-Si- respondo de manera seca.

Bastián abrió la boca para decir algo más pero la puerta de la habitación se abrió. Dos guardias con el uniforme real pasaron por ella. Nos observaron a todos un momento como si estuvieran haciendo un recuento y luego se miraron entre sí