EPILOGO

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DOS MESES DESPUÉS

No se porque no me morí, no se por que todavia sigo respirando. No entiendo por qué no me castigan por mis actos y por toda la sangre que mancha mis manos.
Yo los maté a todos, yo los maté a todos y el castigo perfecto es intentar vivir con el peso de todas sus almas queriendo arrastrarme con ellas.
Cientos de cuerpos mutilados, sangre roja, negra y azul invadiendo todas las calles a kilómetros de distancia. Mujeres, hombres, niños, muertos.

Desde ese día que estoy muerta, desde ese día lo poco que me quedaba de alma me abandonó por completo. No la culpo, yo tampoco me hubiese quedado en el cuerpo de una asesina.
Hace meses que vivo el mismo amanecer. Me visten, me peinan, me bañan, me dan de comer y me sacan sangre. Todos los días es igual aunque no me importa.
Los dejo hacerlo mientras me pierdo muy dentro mio, hace meses que no habló, hace meses que no vivo. No duermo en las noches reviviendo ese día una y otra vez, los gritos de sus almas me consumen día a día mientras los fantasmas de mi familia me recuerdan las consecuencias de mis actos.

No se donde estoy, no me importa. Estamos en un nuevo lugar, en una nueva tierra. Ellos no me sacan de estas paredes nunca, me mantienen en esta caja de cristal para que nadie me encuentre, para que no pueda escaparme. Como si yo fuera a hacerlo, nada de ahí afuera me importa, no tengo razón para escapar, no tengo razón para vivir.

Reynn murió
Wratt murió
Lion murió
Killian murió
Todos murieron

Las sirvientas que me alistan vienen a hablarme todas las mañanas pero no las escucho, tengo la mente perdida en un abismo del cual no quiero salir. Luego de que me obligan a vestirme me recuesto en mi cama y me quedo así hasta el día siguiente esperando a que vengan otra vez.

Weylin me visita a veces, se sienta al borde de mi cama y no dice nada, se queda en silencio o tal vez me habla, pero tampoco escucho.
Las paredes susurran que Efrain le hizo una tumba para su hijo y que le lleva flores, que juran atrapar a los responsables cuando estos no existen, sino que ellos mismos lo inventaron todo. Me dicen que la forma de vivir ya no es lo que era antes. Las cosas cambiaron mucho. Yo también lo hice.
Intenté lastimarme muchas veces pero ya no queda nada en la habitación que me permita hacerlo, solo la agonía de mi alma y lágrimas que ya no me quedan pueden terminar de partirme.

La puerta de mi habitación se abre pero no me muevo, le doy la espalda a ésta mientras siento como el lugar a mi lado se hunde un poco por el peso de la persona que entró. Sus dedos rasposos me apartan el cabello de mi cuello.

-No puedo verte más así, Verena- me susurra- Prometo arreglarte

¿Arreglarme?

Nada puede hacerlo ya, nada puede juntar los pedazos rotos de mi corazón. Nada puede alivianar el dolor que me causa respirar. Efrain tenía razón cuando me dijo que era solo una niña tratando de ser héroe. Me cree mi propia fantasía de que yo podía cambiar las cosas, fui una tonta al pensarlo, al creerlo. Gracias a ello provoque la muerte de cientos de personas, de mi familia, de mi amor.
Algo frío se posiciona en mi cuello y no me muevo. Se lo que está por hacer y lo dejo, ya nada me importa. Tal vez sea la única solución que puedo darle a mi alma. Me merezco esto, me merezco todo lo que me obliguen a hacer, todo lo que me hagan olvidar.

-Quiero que seas feliz, quiero que te olvides de todo el dolor- susurró- quiero que olvides.

Presiona el gatillo y luego un pequeño dolor me avisa que algo se incrustó bajo mi piel. Una lágrima solitaria cae lentamente por mi mejilla.
Me había puesto un rastreador. Ahora pueden terminar de controlarme para siempre.



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Final de esta primer parte!
Gracias x leer y llegar hasta acá
-Delfi❤️

Una Ciudad De Polvo y Huesos [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora