LA LUZ DE LAS ESTRELLAS

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CENTRO DE DESARROLLO
DIEZ AÑOS ANTES

Subimos despacio y sigilosamente agarrados de las manos al piso superior. Nadie tiene que descubrirnos acá si no el castigo va a ser terrible. Luego de que comprobaramos de qué nadie nos veía seguimos subiendo repitiendo el procedimiento piso por piso hasta llegar al último de ellos que conecta a la terraza. Empujamos la puerta pero ésta está cerrada con un candado, eso no es impedimento para nosotros ya que al intentar abrirla nos deja suficiente espacio para que nuestros cuerpos diminutos puedan pasar por ella.
Yo fui primero y luego lo ayudé a pasar a él también.

Saqué la manta que traía debajo del brazo y la expandi por el suelo al momento en que nos tiramos sobre él. Este estaba tan frío que tuve que frotarme los brazos, la fina tela de la remera vieja no iba a ayudar a prevenirlo.
Una vez que nos acomodamos en ella, nos acostamos y disfrutamos de la vista. La noche está despejada y miles de estrellas se abren paso por encima de nosotros. Mis ojos brillan de lo hermosas que son.

-Quisiera algun dia poder tocar una- dijo él mientras alarga un brazo hacia el cielo como si eso le permitiera estar más cerca de ellas.

-A mi tambien, pero eso no es posible- imite sus movimientos

-¿Quién decide que es posible y que no? - me miró

Subí mis hombros

-No lo se

Giró su cuerpo hacia mi dirección.

-¿Quién decide tener que separarnos?, ¿Por qué lo hacen?

Estaba a punto de darle la misma respuesta pero intente pensarlo un poco.

-Creo que lo hacen para mantenernos en orden. Cada uno tiene que estar con quien le toca.

-No me gusta eso - me respondió- No quiero eso

-No podemos cambiarlo

Por mucho que quisiera yo eso.

-¿Y si nos volvemos enemigos?

Giré mi cabeza hacia su dirección y lo encontré mirándome.

-¿Por qué decis eso?, eso no va a pasar

-¿Si estoy obligado a lastimarte?

-No lo vas a hacer. No me vas a lastimar

-No sabes que va a pasar cuando nos separen...¿Y si me obligan a olvidarte?

-Nadie puede obligarte a eso, los recuerdos son los únicos que nos hacen ser quienes somos- le respondí

-No quiero que los recuerdos me hagan una mala persona

Deje de mirarlo y volví la vista hacia las estrellas. Sonreí un poco.

-Nunca vas a ser una mala persona

-¿Cómo lo sabes? -le susurró a la noche

-No lo sé, pero mirá las estrellas. Ellas están solas ahí arriba, no tienen a nadie. Están alejadas unas de otras y viven cuando la gente las mira. ¿Somos muy distintos a ellas?- Hice una pausa- Tenes la luz de las estrellas en tu interior, nada ni nadie puede sacarte eso, nadie podría volverte malo.

-¿Lo prometes? Le agarre la mano.

-Lo prometo






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Gracias x leer!
-Delfi

Una Ciudad De Polvo y Huesos [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora