KILLIAN

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Trato de ignorar el dolor que sale de mis brazos para que él no se de cuenta. Siempre que entro en esta habitación lo hago con la cabeza bien en alto, lo hago sabiendo el infierno que me espera en sus manos y el que tanto disfruta causarme. Mis piernas cuelgan un poco sobre el suelo y mis manos se encuentran atadas por encima de mi cabeza mientras mi pecho desnudo se queja del frío.

Siempre me dejan cinco minutos con treinta segundos solo, como si eso fuera tiempo suficiente para hacerme recapacitar. Como si algo en ese tiempo pudiese cambiar el resultado de lo que va a pasarme en esta habitación.

Frente de mí hay un espejo falso. Sé que él me observa siempre desde ahí porque es tan cobarde que no puede verme directamente a la cara. Observo mi reflejo por un momento hasta que la puerta de mi derecha se abre e ingresan dos guardias. Antes me quejaba, antes peleaba. Pero ya no tiene caso.
Una vez que ingresan sacan dos látigos y se ponen a mi espalda.

Levanto mi cabeza y le sonrío al espejo falso, le sonrió para que no tenga la satisfacción suficiente de verme sufrir.

Los hombres se ponen cada uno a mi lado y empiezan a golpearme. Contengo un grito mientras siento mi sangre resbalar y caer por mi espalda.

Veintidós

Siempre es uno más cada semana.
Siempre le suma un golpe más por cada semana que pierdo al encontrarla.
Lo volvió a hacer desde hace un tiempo, lo hace para recordarme mi fracaso, para decirme que por más que sea su hijo no tengo privilegios.
Cierro los ojos esperando a que terminen, los cierro como si eso pudiese aliviar el dolor de mis heridas. Dejó llevar mi mente lejos y me concentro en la mujer con el niño en brazos de hoy, en cómo su sufrimiento fue igual al mio. En como pude ver en ella la tristeza de no poder ayudar a su gente, en como nunca el fuego de sus ojos se apagó con esos actos sino que se avivaron las llamas, como si estuviera sellando un pacto de guerra. Nunca creo poder olvidar esos ojos,ardientes, queriendo quemarlos a todos.

Me duele aparentar algo que no soy, me duele no tener el coraje suficiente para enfrentarlo. Me duele tener que buscar la forma de satisfacer a mi padre y no poder hacerlo.
Los hombres se van y me dejan otro rato solo mientras el único sonido es el goteo de mi sangre negra cayendo sobre el suelo. Mi espalda arde como nunca y se lo que me cuesta intentar dormir la primer noche, pero este dolor ya es parte de mi. Esas cicatrices ya son parte de mi

Se cuanto duele al curarlas, se cuanto tardan en cicatrizar.

Todo lo hago solo, aprendí a curarlas con el paso del tiempo.
Nadie sabe lo que sufro, nadie sabe lo que él me hace. Nadie sabe el precio que pagó por encontrarla.





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¿Que opinan?? 👀👀
Los leoo!
-Delfi

Una Ciudad De Polvo y Huesos [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora