VEINTIUNO

9 7 14
                                    


Mis pies se adecuaron rápidamente al frío del agua. Cerré los ojos para disfrutar la caricia del aire por mi rostro. El ruido de la cascada a unos metros de mi es relajante. Estoy vestida con un corto vestido suelto color ámbar y el pelo largo y cobrizo como lo tenía antes. Unas manos me agarran con fuerza por detrás rodeándome la cintura y deja caer el peso de su cabeza en mi hombro. Tiene un aroma en particular que no pude reconocer de inmediato pero que conocía de algún lado. Abrí los ojos y mire aquellas manos que me rodeaban, al hacerlo mi cuerpo se tensó y se puso en alerta. Me giré lentamente hacia él y nuestras narices quedaron a centímetros.

-Weylin...

Sus ojos celestes tienen un brillo especial, su mirada está fría como la nieve. Algo en él me da miedo. Aferró más sus manos en mí e hizo que nuestros cuerpos choquen. Subió una de sus manos hacia mi cabello y jugueteó con él. Luego, sin aviso, juntó su rostro terminando de cortar la distancia y me besó. Un beso rápido e intenso que me exigía más. Rompió su agarre totalmente y puso sus manos ahora en ambos lados de mi cara. Yo no quería esto. Su lengua tenía sabor amargo y sus manos me apretaban con tanta fuerza que me dolía. Empecé a ejercer resistencia para zafarme de su agarre pero no me dejaba, me estaba quedando sin aliento. Empecé a tironear más de él pero no se inmutaba. Junte mis manos y empujé de su pecho pero no para, no sirve de nada. Toqué la daga de mi pierna y la saqué de debajo del vestido. Quería amenazarlo para que me soltase pero no veía. No paraba. No podía hacerlo ver que esto no es lo que quiero, que me hace mal.

De un segundo para otro, tiene mi daga clavada en su estómago. Fue ahí cuando rompió su agarre y me miró. Pero no veía en él al mismo de siempre, el que estaba ahí no era mi Weylin. Miro a la daga y luego a mí, una de sus manos fueron a ella y empezó a sacársela lentamente.

-Weylin...yo no quería..., no me escuchabas, trate de pararte pe...

-¡Todo esto lo hice por vos!, ¡todo esto lo hice por vos!- empezó a gritar desaforadamente, una y otra vez.

Todo pasó muy rápido, pero la vi y la sentí demasiado tarde. Me había apuñalado con mi daga justo en el medio del corazón.

Me levanté sobresaltada y casi sin aire, llevé mis manos rápidamente hacia mi pecho pero no había nada.
Se sintió tan real...tan doloroso
Compruebo que mi daga está en el lugar de siempre y me relajo. Todo había sido un maldito sueño.

Weylin

No estaba como yo lo recordaba, ¿Estará en peligro? Había algo en él que no me transmitía confianza, no estaba igual que siempre. ¿Le habrá pasado algo?
Miro alrededor y todos están completamente dormidos en la habitación, la oscuridad y yo somos las únicas despiertas a esta hora. No creo poder volver a poder dormir. Pensar en cómo la vida te sorprende y cambia las cosas es doloroso, es horrible no saber cuándo vas a volver a ver a una persona por última vez, no saber cuándo no vas a volver a escuchar su voz, su sonrisa, su olor. No puedo dejar que esto me consuma ahora.

Salí de la habitación en silencio y me puse a caminar sigilosamente por los pasillos. Llegue al final de él y me adentre en su balcón. La noche está despejada y un poco de viento juega con mi pelo. Me apoyo en la barandilla y me pongo a observar el cielo por primera vez. Todo es tan hermoso que duele. La luna brilla solitaria en el cielo sobre mi cabeza. Tanto tiempo encerrada y esta es la primera vez que me detengo a apreciarla después de mucho tiempo.

La noche es hermosa, oscura y solitaria. A veces me pregunto cómo hará la luna para soportar tanta soledad, para seguir radiante aunque el mundo la lastime. Aunque el mundo la haya aislado de todos.
A veces me pregunto si yo no seré como la luna, ¿todo este tiempo encerrada sirve para estar lista para lo que quiero hacer?
Trato de aferrarme a la barandilla y apretarla fuerte. Es la única solución, siempre supe que no tendría una vida feliz, por lo menos tengo que intentar que otros sí la tengan.

Una Ciudad De Polvo y Huesos [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora