CD

452 39 59
                                    

Nada más llegar a su casa y cerrar la puerta Camila lanza las llaves a la mesa, deja la mochila en su sillón, toma una cerveza de la nevera y se deja caer junto a la mochila con un suspiro.

Durante un rato pasa los canales de la televisión sin prestar ninguna atención mientras su cabeza da vueltas pensando en si había hecho lo correcto o se había convertido en una madre de mierda. La intención de echar a Lucía sólo fue la medida desesperada para proteger a Luz de los problemas de su hermana mayor. Desde que se reencontraron no habían dejado claros los motivos de la discusión, Camila consideraba que Luz no debería implicarse en los errores de la mayor. Sin embargo había sido capaz de dejarla sola en esa búsqueda por su hermana. Su orgullo la había cegado, y ella lo sabía.

Con un suspiro apaga la televisión, se termina la lata, se levanta del sofá, baja al sótano y enciende la bombilla. La estancia de ilumina débilmente y Camila se remanga las mangas de su camisa, se dirige al armario de chatarra y busca la caja en la que había metido cualquier cosa que tuviera relación con relación con Lucía, el cual fue un pobre intento de borrar toda evidencia de su existencia en la casa.
Cuando la encuentra suelta un quejido por un dolor de su espalda y sopla la enorme capa de polvo acumulado tras años sin contacto con la caja, lo que la hace toser un poco. Una vez el polvo se disipa Camila sube la caja al salón y la deja en la mesa, se recuesta el sillón tanteando si hacerlo o no mientras la mira fijamente.

De repente es invadida por un sentimiento de nostalgia y coge las fotos. Pasa de una en una como si hiciera un recorrido a lo largo de la vida de su primera hija, las fotos en excursiones con su marido cuando sólo era un bebé, fotos con Luz y Luca rodeandoles con sus brazos de manera protectora pero feliz, con una amplia sonrisa alzando un trofeo de béisbol...

Cuando lo nota Camila se encuentra llornando de manera silenciosa. No hay llanto alguno, sólo lágrimas escurriendose por sus mejillas.

—Mi niña... -Dice acariciando el rostro de su hija en una de las fotos con su padre con su mano temblorosa-Oh Manny... ¿Qué he hecho...? Perdóname... Ni siquiera le pregunté por qué... -Se lleva la mano a los ojos y se quita las lágrimas sorbiendo por la nariz.

En un arrebato de rabia hacia si misma empuja la caja y esta cae de la mesa esparciendo su contenido por el suelo. Camila gruñe por lo bajo y decide no moverse para recogerlo. Sin embargo algo nota su atención cuando nota el brillo de un CD sobresaliendo de un cuaderno en el que está escrito <<Diario>> con letra infantil y algunos dibujitos. Coge el CD y se lo queda mirando, después mira la mochila y la abre. Saca el portátil de Lucía, porque si, se lo había llevado sin que nadie lo notara, y lo abre. Corre a por un cargador y lo enchufa a la corriente, escribe <<Nyx>> tras unos intentos fallidos y espera a que este encienda. Una vez lo hace mete el CD y ve videos casi diarios de Lucía hablando a cámara. Ahora sabe de dónde sacó Luz la idea de hacer lo mismo y eso sólo logra que su corazón se encoga un poco más, Luz admiraba a su hermana de verdad.

Sacude la cabeza para despejarse y pincha en alguno aleatorio con la intención de escuchar una voz más infantil y tranquila de su hija de la que había oído en los últimos dias.

<< En la grabación se muestra a Lucía de unos doce años cansada e iluminada únicamente por una lámpara de luz tenue.

-Son las... 3:24 de la mañana... Y por fin conseguí tiempo para un pequeño descanso... -Suspira y se frota los ojos-Jhon y Max han vuelto a amenazarme, dijeron que o se los hacia bien o irían a por mis hermanos-Suspira otra vez-¡No vale, Luz sólo tiene seis años! -Gruñe en voz baja. >>

Camila suelta un jadeo. En la clase de Lucía no había nadie con esos nombres.

<<
-¡Estoy harta, esos abusones hacen cosas en clase que ni siquiera entiendo, sus deberes son muy complicados, son cursos mayores que yo jolin!-Suspira triste de manera infantil-Y como nadie se puede enterar de esto tengo que esperar a que se duerman-Hace un puchero y se gira a mirar las camas, pues una vez compartieron todos una misma habitación-Por suerte son un par de dormilones-Sonríe y vuelve a mirar a la cámara-Estoy deseando que nos mudemos de una vez-Olisquea y pone cara de asco-Además todavía huelo a retrete, ugh.- saca la lengua desagradada y termina de grabar. >>

✨Lucía✨ Toh (lumelia) (Español) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora