✨Lucía✨ Toh (lumelia) (Español)

¿Paseo?

—Luz ¿podemos hablar porfavor?

Aún adormilada y recostada en Amity, Luz gira la cabeza perezosamente hacia la voz de su madre proveniente de la puerta de la cocina y frunce los labios.

—No me apetece, gracias.

Los chicos paran todas sus acciones en seco y giran sus cabezas lentamente hacia su amiga y su madre, también se miran entre ellos asustados por el tenso silencio entre las Nocedas y Amity se queda estática rogando por no interferir. Luz la mira levantando una ceja divertida y luego a los demás, rueda los ojos y con hartazgo se despega de Amity y se dirige a su madre con los brazos cruzados.

—Dime.

Camila niega decepcionada y pone una mano en la espalda de si hija para guiarla a la cocina.

—Aquí no.

Luz levanta las cejas enfadada y sigue a su madre al interior de la cocina, Camila cierra la puerta y se sienta en la mesa, indicando a Luz que se siente frente a ella. Lo cual hace con pesadez y apoya su cabeza en su mano con desinterés.

Como cabía esperar, los chicos, algunos más seguros que otros, se arriman a la puerta e intentan escuchar.

—Luz, ¿Por qué ese interés tan repentino en ella?

—¿En Lucía?—Recalca el nombre—Nunca dejó de importarme en verdad, simplemente no sabía que decir.

—Pues no sé qué pasa contigo, pero olvídala ya Luz, esa chica ya no es nada nuestro.

Luz golpea la mesa y los adornos chinchinean. Camila se asusta levemente y da una fuerte inhalación.

Fuera los chicos se sobresaltan impresionados y forman sus bocas en líneas rectas.

—Titán...—Exhala Amity.

—¡Por el Titán mamá, Lucía Noceda nunca dejará de ser mi hermana mayor!—Luz se levanta arrastrando la silla y respirando pesadamente.

—¡LUZ NOCEDA, SIÉNTATE AHORA MISMO!

Tanto Luz como los chicos fuera se estremecen.

—La que tienen no es pequeña...—Susurra Willow.

—Hmhm—Asiente Hunter.

—Si... Yo debería haber hecho lo mismo—Susurra Amity para sí y Gus le pone una mano en el hombro.

Luz se sienta despacio, no es habitual que Camila le grite de esa manera y menos sabiendo que tiene a cinco amigos de su hija fuera.

—Hija, lo digo por nuestro bien, esa chica solo trae dolor y peleas, así que hazte un favor y olvídala, porque es imposible que vuelvas a verla—La última frase hace un click en la mente de Luz y mira fijamente a su madre.

—Y eso ¿por qué?—Sube el tono de voz enfadada.

Camila desvía la mirada un antes de apretar los dientes y responder con rabia.

—Porque le prohibí expresamente volver a verte o haría que la metieran en la cárcel. Y ahora que ya hemos dejado zanjado el asunto te puedes volver al salón.

Sin decir una palabra Luz sale de la cocina con la cabeza alta y levanta una ceja al ver a sus amigos en un mal intento de disimular su espionaje.

—¿Que estáis haciendo?—Se quita las vendas de las manos.

—Eeeh, ¿Admirar el olor de esta hermosa flor humana?—Dice Gus nervioso.

—¡Exacto!—Ríe Hunter histérico—E-es nos llegó el olor y...

—Nos... ¿Atrapó?—Amity mira de reojo a Vee y esta se da un facepalm.

—¿Huele bien? —Pregunta sarcástica.

—obviamen...te?—Dice Willow no muy convencida.

Luz suspira—Chicos... Es una flor de plástico, es falsa... —Se ríe levemente y termina de desenrrollar las vendas, se encoge de hombros y se tira en el sofá

—¿No estás enfadada? —Pregunta Hunter.

—¿Por hacer algo que todos sabemos que yo habría hecho también? Nah—Dice sin levantar la cara del sofá.

Los chicos se ríen y se acercan.

—¿Que piensas hacer ahora?—Willow se sienta cerca de su amiga.

—Bueno—Se gira—Llevo 8 meses viviendo con Eda, si he aprendido algo es a desobedecer.

—¿Enhorabuena?—Dice Gus.

Luz cierra los ojos y inspira—Puede prohibirnos lo que quiera—Abre los ojos—Pero yo voy a ver a mi hermana—Mira a Amity—Y tú a la tuya—Amity sonríe y asiente—Lo que no sé...es cuando—Infla los cachetes y Amity resopla y se sienta entre ella y Willow.

El resto también va al sofá y miran a sus amigas.

—Bueno—Dice Gus—conseguiremos que volvais a verlas, tranquilas.

—Seh, conseguiré más drama.

Se quedan mirando a Hunter.

—Ok no—se avergüenza—Pero entendiste mi punto.

—Sí, lo hice—Le tranquiliza.

Acto seguido Camila sale de la cocina y agarra las llaves bajo la atenta mirada de los niños.

—¿Vamos a dar un paseo? Dijisteis que queríais ver más de Gravesfield.

Se miran entre sí y con un levantamiento de cejas de Luz aceptan dudosos. Salen de la casa no sin antes cubrirse las orejas de brujas y comienzan a pasear siguiendo la ruta que marca Camila en completo silencio.

"Desde luego este será un paseo muy largo" Piensan tras unos incómodos minutos