✨Lucía✨ Toh (lumelia) (Español)

Furgón

—Lu-Lucia—Dice Luz asustada.

—¿Que pasa, Luz?—Pregunta seria.

—F-fuera hay una furgoneta grande—Traga duro—C-casi me atropella.

Lucía mira la puerta en silencio y empuja suavemente a Luz hacia detrás de ella. Luz va aún asustada hacia sus amigos, que le dan apoyo y la airean mientras miran a las mayores.

—¿Lucía?—Amelia la mira muy preocupada por su mirada.

—Quedaos aquí—Mira por encima del hombro a los más jóvenes y coge la manija de la puerta. Mira a Amelia arrepentida y la suelta.

—No.  Otra vez no.

Suspira y asiente, indicándole que puede acompañarla aún sin ganas de que lo hiciera. Amelia sonrie orgullosa y se prepara para abrir con Lucía.

—Quedaos con ella—Señala a Camila y con un asentimiento ambas abren y salen para que Lucía cierre la puerta con rapidez.

—No me jodas... —Murmura Lucía entre dientes cuando se gira y ve el logo de la furgo.

Por su reacción Amelia es capaz de interpretar la situación y se pone en modo de batalla, pero antes de que pueda invocar su palismán Lucía la detiene con un gesto.

—No lo hagas... No es seguro.

Antes de que la pelimorada pudiera replicar Lucía desvía su mirada al hombre que parece mandar sobre los otros tres.

—Tao... —Gruñe.

Frente a ellas hay un chico de su misma edad, quizás un poco más joven, igual de alto que Amelia y delgado.Tiene el cuerpo bastante entrenado y va vestido de traje elegante completamente blanco sin ninguna arruga y con gafas negras. Su peinado es muy cuidado y de color  azabache, lo cual conjunta a la perfección con el resto de su vestimenta.

—Lucía...¿Qué tal la Número uno? —Dice el llamado Tao burlón señalándose una medalla en el pecho.

Lucía se encoge de hombros y se cruza de brazos apoyándose en la puerta indiferente.

—Oh bueno... Ya sabes... Un disparo por aquí... Una explosión por allá...

—¿No ha cambiado mucho, no?

—Mhm—Asiente—¿Tu, has cambiado?

—Lo justo para ganarme tu puesto—Responde con una sonrisa.

—Hm—Ríe.

Amelia entrecierra los ojos confundida, pues la conversación de amigos que están manteniendo no corresponde con la reacción inicial de su novia.

—¿Cuantos culos has tenido que lamer para ello?

—Oh, no muchos la verdad, fue fácil, necesitaban a un nuevo número uno—Responde alegre—Por lo menos, uno que fuera leal—Su sonrisa se disipa y la mira con furia repentina.

—Oh... Vamos Tao... No me hagas
esto—Lucía no se achica ante la mirada de Tao y hace un berrinche casi
infantil—Ibamos muy bien—Se queja.

—No tenemos tiempo para seguir jugando Lucía—Gruñe y con una señal de cabeza los otros hombres se ponen alerta.

—Yo no juego Tao.

—¿Vas a presentarme a tu amiga? —Se percata de la presencia de Amelia y la menciona burlón.

—Tao, Amelia, Amelia, Tao. Presentados.

—Vaya, eso fue rápido—Dice Tao sin haberle hecho gracia.

—Quizá, pero no necesitas saber más.