Puerta

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—¡Gah! OST-

¡PLOF!

Después de que la puertecilla de metal se abriera con facilidad de manera imprevista bajo el peso de Lucía, la morena había caído de bruces contra el suelo desde lo alto del techo haciendo un sonido caricaturesco al que Amelia no había resistido.

—JAJAJAJA PERO LUCÍA — Intenta hablar sin ser interrumpida por sus ataques de risa—Eso te pasa por descuidada JAJAJAJA

-Jm, jm, jm, fe farto (me parto)—Responde amortiguada sin despegar la cara del suelo.

Sin dejar de reír Amelia se descuelga con cuidado del techo y cae a su lado de manera grácil.

—Estás...pfff ¿Estás bien?—Se tapa la boca con una mano mientras estira la otra para ayudarla a levantarse. Lucía la toma y se sienta frotándose la frente mientras la mira a través de su cejas.

—Estaba inspeccionando el terreno por si había enemigos—Intenta justificar.

—Creo que definitivamente has acabado con todos—Le sigue el juego, a lo que Lucía se extraña.

—Creo que has aplastado a bastantes gérmenes del suelo—Comienza a reír otra vez.

—Ameliaaaa

—CON TU CARA JAJAJA—Vuelve a iniciar un ataque de risa y Lucía aplana los labios.

—Eres una cabrona eh.

—Lo se—Consigue cortar su risa y respira hondo—Perdona, es que fue demasiado gracioso amor—La mira mientras la ayuda a levantarse.

—Ya ya, mucho amor pero primero te reíste y luego ya bajaste a por mi—Se sacude y se frota las zonas adoloridas.

—Eso es amor de verdad Lu—Ríe un poco y Lucía la mira entrecerrando los ojos, entonces Amelia deja de reír, abre un poco los ojos y le acaricia la mano—¿Te dolió de verdad? Tampoco pretendía que te sintieras mal... lo siento—Lleva una mano a su mejilla inflamada y la acaricia.

—Sería una gilipollas si me enfadara contigo por esto—Acaricia la mano que da atención a su cara y sonríe un poco—Sabemos que yo también me habría reído, así funcionamos.

Amelia asiente despacio, sin embargo no puede evitar sentirse mal y la abraza escondiendo su cara en el pecho de la más alta.

—No me molesté por ti—Aclara suspirando y abrazándola de vuelta—Sólo acabo de darme cuenta de lo oxidada que estoy, ya no soy el número uno...y eso dificulta el plan de Tao...

—¿Cómo que oxidada? Eres muy hábil cielo...—Le cura los golpes con su magia mirándola atenta.

—Si fuera el número uno de verdad habría caído de pie o habría rodado, no con la cara.

—Te encargaste de más de veinte agentes tú sola con un bisturí amor...

Lucía suspira y se limita a acariciarle las orejas, algo que amaba hacer desde que comenzaron a salir. Amelia se apoya en ella derretida de gusto y ronronea, Lucía sonríe y sigue en silencio, al fin y al cabo sólo quedaba esperar a Tao, Prissa y Jhon, por lo que se sienta en una silla acolchada con Amelia encima y cierra los ojos. La bruja se acurruca en ella y hace vibrar el pecho de Lucía con sus ronroneos, ella sonríe y toma aire despacio.

Entonces se abre la puerta de golpe, Lucía se alerta y coge un abridor de cartas de la mesa, mira de reojo y lo lanza como advertencia a centímetros de la cabeza de quien osa arruinar ese momento, el abridor se queda clavado en la pared y Amelia se yergue apoyando los brazos en los hombros de Lucía.

—Estás fatal—Es lo único que dice Tao desclavando el abridor de la pared—Podrías haberte arrepentido de eso.

Lucía bosteza con desinterés de su provocación, pero Amelia le da una leve cachetada para que mire a los acompañantes de Tao que no había notado.

✨Lucía✨ Toh (lumelia) (Español) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora