Chaqueta

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Dentro del camión la respiración agitada de Amelia rebota entre el aluminio y las cajas de mercancía. No podía creer la tontería que había hecho ¿Y si Amity tenía razón? ¿Y si este camión en realidad lo único que hacía era alejarla aún más de Lucía? Deseaba con todas sus fuerzas que no fuera así, que la corazonada que había tenido fuera lo suficientemente confiable como para acercarla a la humana. No había hecho más que atar unos cabos no muy específicos deseando que su idea fuera la correcta entre cientos de opciones con un resultado negativo.

Insegura de si misma traga duro rezando al Titán que logre llegar al sitio donde está su  chica y suspira abrazándose a si misma en un patético intento de conservar el calor con su ligera chaqueta de cuero falso. Cuando nota la doblez del tejido en sus manos lo observa y recuerda cómo había llegado a su posesión.

Hacía poco que Lucía y ella habían comenzado a salir y aunque las cosas fueran algo incómodas teniendo que compartir un espacio como el que era su casa siempre habían logrado salir adelante y apañárselas. Un día en el que paseaban  por las calles ricas del pueblo Lucía vio de reojo una chaqueta negra con adornos puntiagudos, codeó a la chica a su lado y ignorando su mirada amenazante le señaló la prenda de vestir. Amelia recuerda cómo se veía su mirada reflejada en el cristal del escaparate, llena de ilusión y pasión por esa chaqueta. También recuerda el reflejo de Lucía, la chica había colocado sus manos en sus hombros y le dió un ligero apretón en estos mientras se inclinaba para susurrarle al oído.

"Si te gusta puedo conseguírtela"

El aliento en sus orejas la hizo estremecerse y notó el sonrojo en sus mejillas.

Un salto debido a un bache la saca de su ensoñación y suelta un quejido. Revisa la hora en su pergamino y suspira al ver que no había pasado más  de media hora ahí dentro. Vuelve a encogerse y cuando mete sus manos bajo su chaqueta toca algo esponjoso y recuerda que Lucía le había dado su gorro antes de irse. Lo saca de su bolsillo interior y se lo queda mirando, lo  acaricia y vuelve a pensar en aquel día.

"No hace falta Lu...Sólo me pareció bonita"

"Mhm, sólo espera"

Lucía ignoró su negación y le dió una media sonrisa.

"Ve a ese callejón y cuando oigas la alarma corre a casa"

"Espera qu-"

Lucía no le dió  tiempo a replicar y cuando  quiso darse cuenta su novia ya  estaba al otro lado del escaparate tomando la chaqueta.

"¡La madre que te parió!"  

Exclamó la Blight antes de correr al callejón que le había indicado la morena. Escuchó la risa de la morena detrás suya y no le faltaron ganas de quemarla con sus manos.

"¡Venga Blight, hay que vivir!

"¡Yo te mato!"

Lucía se rió y le puso la chaqueta en la cabeza mientras corrían.

"¡Te amo Amelia Blight!"

Gritó eufórica.

Amelia no puede evitar soltar una sonrisa triste mientras alza la mano para limpiar  las lágrimas que caen de sus ojos.

—Yo también te amo Lucía...

Se limpia los ojos con la manga de su chaqueta y escucha el camión aparcar. Han llegado, y ha estado tan embobada que no ha notado el tiempo que ha tardado en llegar ni la dirección del lugar.

—Mierda... —Susurra escondiéndose detrás de una caja en la zona más alejada de las puertas. Estas se abren y aparece Krachov con su cara arrugada en desagrado mientras empieza a descargar las cargas.

✨Lucía✨ Toh (lumelia) (Español) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora