Iglesia

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Vuelan al rededor de la iglesia durante un tiempo hasta que Gus percibe de refilón el destello de una ventana reflejando el brillo de la luna, se acerca y la mueve abriéndola, espera a que alguien más vuele por delante de él y seguidamente Willow entrar en su campo de visión.

—¡Willow espera! —La llama agitando los brazos y esta frena en seco con un ligero derrape.

—¡Por el Titán, Gus! —Se acerca recobrando el aliento del susto—Casi me caigo, me asustaste—Le advierte algo enfadada del susto pero en su línea de amabilidad habitual.

—Perdona Willow—Ríe avergonzado—He encontrado una entrada.

—Oh—Sonríe poniendo una mano en su hombro—Bien hecho Gus.

Gus le devuelve la sonrisa y juntos esperan a los demás.

Una vez todos llegan Amelia decide entrar la primera al ser la mayor y todos la siguen, una vez dentro notan que están en el palco superior de la capilla y se agachan para abservar el lugar.

—Espera, ¿de verdad?

Una voz de hombre suena desde uno de los pasillos laterales acompañada con un chirrido de piezas de metal pequeñas y otra voz también masculina farfulla algo. Por lo que Amelia se apresura a hacer un hechizo de invisibilidad para todos.

—Tal y como te lo digo—Responde otra voz indignada.

—¿Es que cómo se te ocurre hombre?—Se burla riendo la otra—Normal que te hayan puesto aquí.

Entran en el campo de visión del grupo y ven a un hombre caminando junto a otro que empuja una carretilla grande con cajas tapadas con lonas blancas.

—No es normal Kohen—Se queja el que no lleva nada—Sólo estoy aquí porque el jefe quiere ganarse de nuevo a esa desertora y se ha encariñado con esa cría. Si no, no habría importado.

—Krachov, tu céntrate en no cagarla más.

El hombre da un gruñido de reconocimiento y se pierden por otro pasillo donde sus voces rebotan con eco y son inentendibles de nuevo.

Ver olisquea efusivamente y se apresura a bajar las escaleras mientras los demás se ven obligados a seguirla e intentar frenarla un poco.

—¡Vee! —Susurra Luz—¿Qué haces? —Le agarra de un brazo y se detiene rebotando sus pies ansiosa.

—Es él, es él—Olisquea nerviosa por donde se fueron los hombres.

—¿Él?—Pregunta Amelia acercándose.

—Ese ha estado cerca de Lucía.

—¿Cual de ellos?—Pregunta Amity.

—El que no empuja la carretilla.

Amelia mira en su dirección con un brillo en los ojos el cual Luz no sabe si identificarlo como esperanza o ira y ganas de zarandearle hasta que confesara el paradero de Lucía.

—Vale... —Suspira rompiendo el pensamiento de Luz—No pueden vernos, así que no hagamos ningún ruido ¿Vale?—En su voz se nota la prisa por saber algo, así que todo aceptan y se apresuran sigilosamente a seguir el ruido metálico de la carretilla por el pasillo.

Tras un par de minutos salen a un parking oscuro iluminado sólo por algunas bombillas sueltas en el techo, no parecía posible que un sitio así estuviera dentro de una catedral tan lujosa.

—¿Qué es esto? —Susurra Luz a medida que avanzan—No tiene sentido—Confundida mira hacia atrás comprobando de dónde venían—Esto no pega dentro de-

✨Lucía✨ Toh (lumelia) (Español) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora