VISIÓN DE SERPIENTE.

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Papá en estos momentos se encuentra en otra junta. Es mi momento de hablar sin ninguna interrupción con el abuelo.

—Buenos días Anne —llego al escritorio de la secretaria del abuelo Alexis.

—¡Buenos días! ¿Qué lo trae por aquí señor Salvatore?

—Anne, dime Alec. No me gustan las formalidades y lo sabes bien —contesto.

—Es verdad. Lo había olvidado, lo siento Alec.

—No te preocupes ¿El abuelo Alexis se encuentra ocupado?

—No, ahora mismo no.

—Muy bien entonces pasaré un momento a verlo —comento y avanzo hacia la oficina —.Por cierto me gusta tú nuevo corte.

Llego a la puerta, la toco y después la abro.

Me adentro en la oficina y veo a mi abuelo detrás de su escritorio lleno de documentos.

—¿Vine en mal momento? —cierro la puerta a mis espaldas —.Tú secretaria me dijo que no estabas ocupado. Pero por lo que veo si lo estás.

—Alec —me ve y sonríe —.Para ti nunca estoy ocupado. Eres mi nieto y siempre tendré tiempo para ti —dice Alexis Salvatore.

Avanzo hacia el escritorio y tomo asiento frente a él.

—¿Qué son todos esos documentos?

—Son las obras de las que tenemos que encargamos —responde —.¿Qué te trae por aquí? Tú no sueles venir mucho a la empresa, tú padre en estos momentos está en una junta junto con tus tíos.

—Lo sé, me lo dijeron allá abajo. No vine a verlo a él. Vine a verte a ti abuelo.

—¿A mi? ¿Y qué es lo que necesitas?

—Se trata de papá. Quiero hablar contigo sobre él, eres su padre y lo debes de conocer a la perfección.

—¿Qué pasa con Dominic? —me cuestiona.

—Pasa que desdé que la abuela Verona falleció ha estado demasiado raro. Todos se han dado cuenta de ello seguramente, algo le dijo la abuela antes de morir que puso a papá mal. Siempre está perdido en sus pensamientos, otras ocasiones tiene dolor de cabeza. Estoy preocupado por él abuelo es por eso que he venido a verte, necesito que me digas lo que le está pasando.

—Alec, tú padre ha tenido demasiado trabajo en los últimos meses y lo sabes bien pequeño demonio —contesta el ex jefe del clan Salvatore —.Además también ha estado preocupado por el asunto con Pater y el jefe de la policía.

—De ese asunto Pater ya no se tiene que preocupar más, ya me he hecho cargo de él. Además no creo que sea solamente esto abuelo.

—¿Y qué más puede ser según tú?

—No lo sé, por eso es que he venido aquí el día de hoy —le respondo —.Te voy a ser tan sincero abuelo, pienso que me estás diciendo mentiras.

—Alec, no te estoy ocultando absolutamente nada. No tendría motivos para engañarte.

—Abuelo, tengo ojos y la preocupación que refleja el rostro de mi padre no únicamente es por el trabajo y lo del idiota del jefe Black. Su preocupación es por algo más... algo más poderoso.

—Cosas tuyas Alec. A tú padre no me pasa nada malo, no está preocupado por algo más que el trabajo.

Hay algo que me está diciendo que no está siendo sincero conmigo. Solo que no me lo quiere decir.

¿Por qué? ¿Por qué empeñarse en decir mentiras?

Se trata de mi padre, no puedo creer que no me dejen saber que es lo que le está pasando en realidad. Soy su hijo y si tiene u problema mi deber es ayudar a solucionar lo que sea que esté pasando.

—Bien... si me dices que no está pasando nada entones no me voy a preocupar.

No voy a ganar absolutamente nada si sigo preguntando. Será mejor seguir el juego.

Por ahora claro está.

—Abuelo ahora tengo otro asunto del que hablar contigo —comento.

—¿De qué se trata?

—Del negocio. Tengo una propuesta.

—¿Una propuesta? Te escucho.

—Más que una propuesta es más bien... un recordatorio de lo que hablamos hace ya tiempo. Con lo que está pasando con el jefe Black no me parece prudente que nos sigamos concentrando en un solo territorio. Es tiempo de expandirnos.

—Alec ya hemos hablado de esto antes y no creo que...

—Abuelo en el fondo sabes que tengo razón, tú siempre has dicho que tengo mucha visión para esté negocio. Déjame demostrarte que no te equivocas con eso —interrumpo sus palabras —.Es tiempo de hacernos nuevos compradores, de nuevos aliados fuera de Londres, déjame hacer un viaje para encargarme de eso.

—¿Quieres viajar para expandirnos?

—Correcto. Tengo objetivo llegar a Turquía, España y Estados Unidos. No podemos seguir quedándonos solamente aquí. Déjame ir primero a España. Allá me concentraré en conseguir más compradores.

—Alec es peligroso para ti, eres un muchacho.

—Un muchacho que sabe disparar sin fallar y usar una katana para cortar cuellos —digo —.Soy la serpiente de la muerte mi reputación le dice a todos que soy peligroso. Sabes que no soy un niño, tampoco soy alguien indefenso. Déjame ir, dame solamente tres meses, en estos tres meses te daré resultados y entonces podremos tomar más territorio.

—¿Y qué pasa con los que ya domina esos territorios? En cuánto sepan que hay alguien que se los quiere quitar irán tras de ti.

—A esos idiotas los tendré comiendo de mi palma, te lo aseguro.

—Alec...

—Déjame hacerlo. Te prometo que no te fallare. Es el tiempo de que recuperemos nuestro verdadero imperio. Yo lo puedo traer.

—¿Y crees en verdad poder hacerlo?

—Podré, soy tú nieto. Una serpiente, puedo con absolutamente todo lo que se meta en mi camino.

—Está bien —dice —.Te dejaré ir a España. Pero con la condición de que me mantengas informado de todo lo que hagas allá, de las personas que conozcas, de los tratos que hagas. De todo Alec.

—Te lo prometo. Entonces comenzaré con los preparativos del viaje.

—Tengo una condición más.

—¿Y cuál es?

—Que me dejaras contratar a alguien para tú seguridad.

—¿Quieres contratar para mi un guardaespaldas?

—Así es.

—Abuelo no creo que...

—Oh aceptas lo que te estoy diciendo, oh te olvidas del viaje a España.

Suspiro fastidiado y después asiento con la cabeza sin decir nada.

—Está bien. Te dejaré hacerlo.

—Muy bien, entonces yo me haré cargo ahora mismo de conseguir a alguien.

—Ok —me pongo de pié —.Me voy. Tengo muchas cosas que hacer.

—Está bien. Nos vemos en la noche.

—Si —avanzo hacia la salida —.Nos vemos.

Abro la puerta y salgo de la oficina.

Me despido de la secretaria y saco mi celular.

Prepara tus cosas Rose, nos vamos a Florencia.

Alec.

Envío el mensaje y camino directamente hacia el elevador.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora