SOSPECHAS

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—¡Oh Alec! —Rose se acerca en cuánto me ve entrar al departamento —.Dios Santo, temí el no volver a verte —me abraza por unos segundos para después verme a los ojos —¿Estás bien?, ¿No te lastimaron?

—Rose tranquila, estoy bien.

—Gracias al cielo. Sabía que tú padre arreglaría el problema fácilmente.

—¿Tú lo llamaste?

—Si, yo lo hice. No teníamos más opciones. Estábamos atados de manos, necesitábamos algo con que salvarte. Por favor no te enojes conmigo, solo quería que estuvieras bien.

—Rose no te preocupes. No estoy molesto contigo, jamás podría estarlo —contesto —.Lamento decírtelo pero... estamos fuera del juego.

—¿Qué? —me mira confusa —.¿Qué quieres decir con qué estamos fuera del juego?

—Papá me ha sacado del negocio. Ya no formó más parte de él.

—¿De verdad?

—Si —asiento con la cabeza levemente —.Él me lo acaba de decir —camino hacia la ventana del departamento para ver las calles de Florencia —.Pero para serte sincero, no estoy molesto ahora. En estos momentos me encuentro sumamente confundido.

—¿Por qué? —mi amiga pelirroja se coloca a mi izquierda.

—Padre conocía a Alessio De Luca y a su familia. Al parecer una vez fueron aliados.

—¿Aliados?, ¿De verdad?

—Es lo que entendí. Mi padre me dijo cuándo estábamos en aquella casa que los De Luca no eran nuestros enemigos. No entiendo el por que dejo que ellos tomarán nuestro territorio —comento —.Rose... mí padre se quedó en el coche hablando con Dante, ambos están demasiado raros y es a raíz de lo que acaba de pasar. Papá en todo el camino estuvo pensativo, no dijo ni una palabra.

—¿En qué estás pensando?, pusiste tú cara de matón serio —me dice.

—Pienso que... algo pasó entre los Salvatore y los De Luca que papá nunca me ha contado. Algo verdaderamente grande.

—¿Y qué planeas hacer? —me cuestiona ella.

—¿No es obvio amiga? —volteo hacia donde está —.Voy a descubrir que es lo que el gran Dominic Salvatore no me ha contado.

—¿Y cómo piensas encontrar la respuesta? Ya no formas parte del negocio familiar.

—Aún sin formar parte de los negocios sigo siendo la serpiente de la muerte. Voy a conseguir lo que deseó cómo siempre. Tan solo es cuestión de tiempo Rose.

—Alec ten cuidado, tú padre ya está molesto con todo esto y puede lo hagas enojar más con tú nuevo objetivo.

—No te preocupes, tendré cuidado.

Unos pasos se escuchan a mis espaldas, doy la media vuelta junto con mi amiga de la infancia y me encuentro con Hunter.

—Yo voy a llamar a Luigi para decirle que no se preocupe más —dice Rose y después se va hacia el pasillo rápidamente.

¿A esta qué le pasa?

—Me alegra verlo sano y salvo —habla el castaño —.Estaba realmente preocupado.

—¿Por mi?, ¿Estabas preocupado por mi?

—Si.

—No te entiendo, con mi secuestro te pudiste haber ido y no sé... trabajar en otra cosa menos peligrosa que esto ¿Por qué te quedaste?

—Por que no podía dejarlo solo.

—¿No?

—No —niega con la cabeza y se acerca hasta quedar a pocos centímetros de mi —.Usted es un imán para los problemas señor Salvatore, y necesita de alguien que lo ayude.

—Yo no necesito que me ayude nadie, Hunter. Puedo resolver las cosas solo.

—No sé notó.

—Vaya... había olvidado tú lengua suelta.

—No pienso ir señor Salvatore. No mientras usted me necesite —dice el castaño —.Le seré fiel hasta la muerte. Voy a dar mi vida por usted si hace falta.

—Si que eres dramático —comento y sonrió de lado —.Pero... admiro tú dedicación a esto Hunter. Tú lealtad sobre todo.

—Gracias señor —sonríe también.

—Ya no me digas señor, dime Alec solamente. No soy un viejo.

—Pero...

—Pero nada —interrumpo sus palabras —.Aquí soy el jefe, y te ordeno que me llames por mi nombre ¿Te quedó claro muñeco?

—Si... Alec me ha quedado claro —responde.

—Muy bien. Ve a dormir, es tarde ya.

—Cómo digas —asiente —.Nos veremos mañana.

—Si, hasta mañana muñeco.

Él da la vuelta, camina hacia el pasillo y se adentra en el.

Esté guardaespaldas, no es cómo cualquier otro. Tiene algo que lo distingue del resto. Es especial esté niño bonito, muy especial.

Creo que no fue una mala idea de parte del abuelo Alexis el haberlo contestado después de todo.

La puerta del departamento se abre, volteo y me encuentro con papá y Dante.

—Ve a la cama —me ordena —.Mañana nos vamos.

—¿A Londres de nuevo?

—No, a la casa que la familia tiene aquí en Florencia. Yo tengo unos asuntos que atender en la ciudad, nos quedaremos unos días hasta resolverlos.

—¿Esos asuntos tiene qué ver con los De Luca? —cuestiono a papá.

—Deja de hacer preguntas y solo ve a dormir.

—Las hago por que en serio quiero saber las respuestas por que no entiendo nada.

—Alec —su tono se vuelve muy serio, se está comenzando a molestar pero no importa en lo más mínimo.

—No, nada de Alec —me le acerco —.¿Quién es Alessio De Luca en realidad? ¿Y cuál es tú conexión con ellos? —interrogo muy cerca de él —Papá necesito saberlo ahora mismo.

—Ve a dormir, han sido demasiadas cosas por hoy. Me duele la cabeza hijo, solo vete ya.

—No, no hasta que me digas lo que quiero saber —digo molesto.

—Cuida tú tono de voz conmigo Alec, no te tengo el por que decir absolutamente nada, así que quiero que en este momento te vayas a la cama ¡Ahora mismo!

Me le quedó viendo por unos segundos, doy la vuelta y voy directamente hacia el pasillo sin comentar nada.

Definitivamente algo me está ocultando.

—No te preocupes papá, si no me quieres decir lo que está pasando... yo mismo me encargaré de conseguir todas las respuestas que quiero —susurro y me adentro en el pasillo para ir hacia mi habitación.

Juro que voy a descubrir la verdad, aún qué me tarde meses en ello, voy a descubrir que es lo que la gran serpiente está ocultando.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora