HOLA, ABUELO.

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El viaje a Volterra ha llegado su final, fue divertido. Conocí esa bella ciudad lo más que pude y lo disfruté mucho.

Ya han pasado dos días de eso y ahora me encuentro en el coche con mi padre Alessio. Él me ha pedido acompañarlo a la ciudad.

—¿A dónde vamos? —le pregunto —.No me has dicho nada en todo el rato que llevamos aquí.

—Tengo un asunto importante que atender en la ciudad, no me tardaré. Lo prometo.

¿Qué clase de asunto importante tiene cómo para pedirme que lo acompañe?

El misterio se mantiene unos cuántos minutos, ahora hemos llegado al cementerio de la ciudad.

¿Qué clase de asunto puede tener aquí?

—¿Qué hacemos en un cementerio? No me vas a matar ¿Verdad?

Papá ríe y baja del coche, lo sigo, él va hacia la cajuela, la abre y saca un hermoso ramo de rosas blancas.

La cierra de nueva cuenta y nos adentramos en el cementerio.

Estos lugares siempre me dan un poco mala vibra, no sé por que siento que en cualquier momento los muertos se levantaran de sus tumbas.

Creo que debo de dejar de ver series de zombies por un tiempo.

Nos abrimos pasó entre algunas tumbas hasta detenernos delante de una tumba con el nombre de con el apellido De Luca.

—¿De quién es está? —miro a papá.

—De mi mamá —responde —.Tú abuela —voltea hacia mi.

Concentro mi mirada en la tumba.

Elisa De Luca

"Amada madre y esposa"

—Cada año desdé el atentado, vengo aquí en su aniversario para traerle un ramo con sus rosas favoritas y a contarle cómo me ha ido —él coloca el ramo en la tumba.

—¿Y por qué me pediste qué viniera contigo? Esté es un momento solo de los dos.

—Te traje por que le prometí que te traería un año para te conociera. Cuándo Dominic y tú se fueron. Yo vine a verla y durante todo el rato que estuve aquí no deje de hablarle de ustedes dos, en especial de ti.

Sonrió.

—Ya veo —respondo y me agacho para quedar a la altura de la tumba —.Hola, abuela. Soy Alec... tú nieto. Cómo puedes ver tú hijo si cumplió con su promesa, me trajo para que finalmente nos conociéramos. Me hubiera encantado convivir contigo, hubiera sido genial.

—Estoy de acuerdo con eso —dice papá —.Tú y tus hermanos hubieran sido la adoración de mi madre. Los habría malcriado demasiado y llenado de amor, cómo en su momento lo hizo conmigo y Beatrice.

—Me hubiera encantado, la verdad.

Escucho unos pasos a mis espaldas, me levanto y junto con mi padre damos la vuelta.

Delante de nosotros se encuentra un hombre, pero no cualquiera.

Es Angelo De Luca, el abuelo desgraciado de Fabritzio.

—Padre —papá suena serio.

—Alessio, yo pensé que ya no vendrías. Cómo le has dado la espalda a la familia.

—Te la di a ti, no a mi madre —responde.

Angelo voltea hacia mi.

—Tú... ¿Qué no estabas tres metros bajo tierra?

No respondo nada y después suelta una risa.

—¿Acaso fingiste tú muerte? —me pregunta —.Si... lo hiciste. Solo así le encuentro el sentido a las cosas. Muchacho... verdaderamente eres alguien único. Mira que jugar con los sentimientos de tú familia de una forma tan cruel, eres alguien fuerte. Muy fuerte mejor dicho —se me acerca —No hemos tenido la oportunidad de presentarnos cómo se debe. Mi nombre es Angelo De Luca, soy el padre de Alessio y Beatrice y por ende eso me vuelve tú abuelo. Es un privilegio estar finalmente delante de ti, Alec.

—Sé perfectamente quién eres, no hace falta las presentaciones Angelo —digo —.Y para mi no es un privilegio conocerte.

—Vaya... eres muy valiente, no tienes miedo a las consecuencias que puede traer tú lengua.

—No le tengo miedo a nada. Y a ti menos.

El anciano sonríe.

—Cuándo te ví la primera vez admito que te odie demasiado, pensaba que Alessio estaba cometiendo un grave error al querer adoptarte. Pero... ahora reconozco que me he equivocado con mi forma de pensar, tal vez no fue un error después de todo el que mi hijo te haya convertido en un De Luca... tú no eres alguien normal, tú no eres un chico más del montón. Tú eres alguien único, tú... eres un digno sucesor para mi legado.

—¿Qué?

—Esperaba grandes cosas de Fabritzio, pero cómo vimos él resulto ser una perdida de tiempo, tal parece que él no estaba destinado a ser quién llevará la carga de todo mi imperio... el verdadero destinado eres tú —me toma de uno de los hombros —.Siempre lo fuiste.

—Padre, aléjate de él —le dice papá —.No dejaré que trates de converirlo en tú nuevo matón personal.

Angelo lo ignora.

—Tú no eres para nada débil, Alec... no mereces estar con los débiles muchacho. Deja a los Salvatore y ven conmigo... acepta quién eres en realidad. Acepta tú lugar cómo el líder del clan De Luca. A mi lado... te harás demasiado fuerte. Más de lo que ya eres ¿Qué me dices? Adorado nieto... ¿Vienes con tú abuelo?

Miro a papá por unos segundos, después me concentro de nueva cuenta en Angelo.

Me acerco a uno de sus oídos.

—Digo... que te vayas al carajo anciano —le digo —.No estoy loco... jamás me uniría a ti, antes de hacerlo prefiero ir a la cárcel. Así que si vuelves a mostrar tú rostro frente a mi, te voy a despedazar y le voy a dar tus sucios restos al océano ¿Has entendido? ¿Oh te lo explico con manzanas? —me alejo para verlo a los ojos, él no responde nada —¿Qué pasa anciano? ¿Te has quedado sin palabras?

—Te voy a...

—Adiós, abuelo —lo interrumpo —.Pá...—voltep hacia él —¿Nos vamos ya? Al parecer los muertos se están comenzando a salir de sus timbas.

Mi papá se ríe y después asiente con la cabeza.

—Si, vámonos ya —me dice —.Fue un gusto verte papá.

—¡Oh! Por favor no le mientras papá ¿A quién le va a dar gusto ver a esté dinosaurio? Nos vemos... spinosaurio.

Me alejo de él junto con papá y vamos hacia la salida del cementerio.

—Tú padre es un idiota —le digo a mi padre.

Maldito anciano.

¿Quién se cree?

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora