CUÁNDO EL LOBO MUERDE.

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La noche en el bar aún no termina, el ambiente en el lugar se ha vuelto aún más divertido y ruidoso.

Todos están algo ebrios, incluso Rose quién ya lleva bailando mucho tiempo con Fabritzio.

Su mal comienzo ha desaparecido, ya no se odian y eso me gusta ya que Rose es mi mejor amiga y Fabritzio aún que él no lo sabe, es mi hermano. Hunter sigue tomando solo en la barra, en todo el rato que llevamos en esté lugar no se ha dignado a regresar.

Quiero saber que carajos está pasando con él. Quiero saber la maldita razón de su mal humor.

Dejo mi vaso sobre la mesa y camino hacia el oji-verde.

—¿Me vas a decir qué es lo qué pasa contigo? —le pregunto y él desvía su mirada hacía mi.

Está también ebrio, se le nota en la cara con mucha facilidad.

—¿Me estás preguntando a mi?

—No, le estoy preguntando al fantasma. Deja de hacerte el tonto y dime qué es lo que te tiene tan molesto —respondo.

—No me pasa nada.

—Hunter tengo ojos, estás molesto por alguna razón y quiero saberla ahora mismo.

—Ya te dije que no me pasa nada.

—Y yo no te creo ni una sola palabra. Así que no dejaré de preguntar hasta conseguir la puta respuesta.

—¿Acaso la gran serpiente de la muerte está preocupada por mi?

—¿Me lo vas a decir?

—Escucha Alec, en vez de estar aquí conmigo preguntando que es lo que me pasa. Mejor debería de ir con ese maldito rubio de mierda y hablar con él —me dice.

—¿Estás así por Vincenzo?

—El muy desgraciado te dijo "Mí vida es suya" y tus ojos brillaron de felicidad. Le gustaste mucho al parecer al imbécil —toma su copa que se encuentra sobre la barra —.Y por lo que pude ver a ti también te gusto.

—Hunter... ¿Estás celoso?

—¿Celoso? Claro que no lo estoy ¿Por qué debería de estar celoso? No somos nada. No tengo motivos —dice y le da un sorbo a su tequila.

—Si, estás celoso de Vincenzo —me rió —.¿Piensas qué yo podría llegar a tener algo con él?

Deja la copa sobre la barra con fuerza.

—Ya te dije que no estoy celoso. Ahora voy al auto, te veré allá... claro que ese puto rubio te puede decir que él te lleva a casa y entonces no nos veríamos hasta mañana —da la vuelta y comienza a alejarse.

Suelto un suspiro, voy hacía el y lo detengo tomando uno de sus brazos.

—¿De verdad estás celoso?

Él no se atreve a darme la cara.

—Hunter quiero la verdad.

Nada, no obtengo respuesta de su parte.

—Hunter quiero saber la verdad ahora mismo si no... tendré que despedirte.

—¿De verdad quieres la verdad?

—Si, la quiero ahora mismo —digo.

Lo escucho suspirar.

—Está bien...—me dice —.La verdad es que...—se gira rápidamente, se me acerca demasiado, toma mis mejillas entre sus manos y pega sus labios con los míos tomándome completamente por sorpresa.

La presión que hace sus labios contra los míos y su tacto. Todo esto libero una corriente electrónica en mi muy fuerte, jamás he sentido esto antes con nadie... se siente cálido y muy bien. Es una sensación verdaderamente cómoda para mi.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora