REFUERZOS.

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La señorita Lockwood se encuentra demasiado nerviosa. Está dando vueltas por toda la sala esperando noticias sobre el señor Salvatore.

La puerta del departamento se abre y entran algunos hombres.

—¿Lo encontraron? —pregunta ella —.¿Lograron encontrar a Alec?

—Lo sentimientos señorita, pero hemos revisado todos los alrededores del bar pero no lo logramos encontrar —responde uno de ellos.

—Dios esto no puede estar pasando —ella toma asiento, se encuentra demasiado nerviosa —.Todo está mal, muy mal.

—Señorita Lockwood por favor mantenga la calma —me acercó a ella y tomo asiento a su derecha —.Podría enfermar.

—¿Cómo diablos quieres que me controle Hunter? —me mira —.¿No te das cuenta de lo qué está pasando en estos momentos? Alec está desaparecido, los De Luca se lo llevaron.

—El sexy guardaespaldas tiene la razón —comenta Luigi —.Rose deberías de mantener la calma. En estos momentos es cuándo más se necesita estar tranquilo.

—No me puedo calmar, no quiero hacerlo. Alec Salvatore es mi mejor amigo, nos conocemos desdé el jardín de niños. Tengo miedo de que esos malnacidos le hagan daño, que lo maten.

—Alec sabe sobrevivir solo, te apuesto que estará bien.

—Alec sabe sobrevivir solo en Londres Luigi, estamos en Florencia y él está en manos de unos de los clanes más peligrosos de toda Italia —dice la pelirroja.

Ella jamás se va controlar hasta que el señor Alec vuelva. Carajo, tal cómo dice la señorita Lockwood todo está mal. No debí de haberlo dejado solo, debí de haberme quedado con él.

—Todo esto es mi culpa —comento —.Si yo no me hubiera ido, habría ayudado al señor Salvatore.

—Y ahora tendríamos doble problema —dice el dueño del bar —.Tú y Alec en estos momentos estarían bajo su poder.

—Luigi tiene la razón, fue mejor que no te hubieras quedado —dice la señorita Lockwood —.A ti también te hubieran llevado y las cosas estarían aún más complicadas.

—Necesitamos rescatar al señor Alec —digo —.Sabemos la localización de la casa de la familia De Luca. Vamos y atacaremos por sorpresa.

—Sería un suicidio ir a ese lugar. Los De Luca en estos momentos son más que nosotros.

—¿Y entonces que sugiere hacer señorita Lockwood? —le pregunto a la pelirroja —.¿Esperar a que nos envíen la cabeza del señor Alec?

—Necesitamos ayuda —dice ella.

—¿Ayuda? ¿Y si contactamos a Xander Lombardo?

—No Luigi. A él no lo quiero en esto, ese Lombardo no me da buena espina.

—¿Entonces qué quieres hacer corazón? —él cruza sus brazos esperando la respuesta.

—Hay que conseguir ayuda, una ayuda verdadera.

—No le estoy entendiendo absolutamente nada señorita, ¿Sería tan amable de dejar los misterios para otra ocasión y decirnos que es lo que quiere decir?

Ella saca su teléfono.

—¿Qué vas a hacer Rose? —pregunta Luigi.

—Voy a hacer una llamada, voy a llamar a la familia de Alec en Londres.

—¿Los va a llamar? Señorita Lockwood no puede hacer eso, ellos no saben que nos encontramos en Italia.

—No tenemos otra opción Hunter, en estos momentos la única solución que hay para esté problema es llamar a la familia de Alec. Ellos son los únicos que pueden sacarlo de esa casa sano y salvo —responde —.Si llamo en esté momento entonces Alec tendrá la oportunidad de vivir.

—¿Está segura de qué quiere hacerlo señorita? Podríamos meter en problemas al señor Alec si esto se soluciona.

—Hunter créeme, en mayores problemas estará Alec si no llamo al señor Dominic ahora. Es la única solución, tengo que hacerlo.

—Está bien —asiento con la cabeza —.Si cree que es lo mejor, entonces hágalo.

La amiga del señor Salvatore se levanta, va hacia el pasillo y se adentra en él.

—Las cosas están apunto de ponerse muy intensas en Florencia —comenta el amigo de Rose Lockwood —.El clan Salvatore y el clan De Luca peleando, será un gran espectáculo para mis ojos.

—Te recomiendo guardar tus comentarios.

Me pongo de pié y camino hacia la ventana para ver el exterior.

—Va a correr mucha sangre.

—Si, eso será inevitable. Pero te tengo una pregunta guapo —él se coloca a mi izquierda.

—¿Y cuál es esa pregunta? —volteo hacia él.

—¿Cuál sangre prefieres qué se derrame? ¿La de los De Luca?, ¿Oh la de Alec?

—¿Por qué preguntas eso?

—Por que tengo ojos, y tú muñeco no le quitas los ojos de encima a Alec en todo momento. Eso da a entender muchas cosas.

—¿Cómo cuales? —lo interrogo.

—Que tú mi buen amigo, estás completamente enamorado de Alec.

—Eso no es cierto.

—Claro que lo es, y no te culpo por ello. Alec Salvatore es sumamente atractivo.

—Yo no estoy enamorado de él. Yo únicamente soy su guardaespaldas.

—Así se empieza, primero siendo un inferior y después terminas siendo uno de los líderes del clan. Típica historia de Cenicienta, claro que en versión hombre y con armas y droga involucrados en ello.

—No tengo tiempo para tus tonterías, Luigi.

—¡Oh amigo!, te puedo asegurar que no estoy diciendo nada que no sea cierto —contesta.

—Cierra la boca, oh te juro que te vas a arrepentir.

—Está bien. Mantendré mi boca completamente cerrada, solo no te hagas muchas iluciones con Alec. Su familia jamás permitiría que el heredero del gran clan Salvatore se viera enredado con un simple guardaespaldas. Eso sería una completa locura.

—Eres un...

—Ya está hecho —escucho la voz de Rose.

Ambos nos giramos y vemos a la chica.

—Ya el señor Dominic está enterado de todo.

—¿Cómo lo tomó? —le pregunto.

—No lo tomo muy bien, está demasiado alterado y molestó con todos nosotros. Definitivamente si Alec sale vivo de esto tendrá demasiados problemas con su padre —responde ella.

—¿Cuándo llega?

—Mañana en la noche. Presiento que hemos destapado el mismísimo infierno chicos. Pero... lo que sea por Alec, si hay alguien que puede recuperar a Alec es Dominic Salvatore. Nadie más que él puede hacerlo —dice la chica Lockwood.

—Si, tiene usted razón —comento.

—Ahora ya solo es cuestión de tiempo. Realmente espero que Alec pueda soportar.

Yo también lo espero.




Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora