Salvatore

EL SUFRIMIENTO DE UN HIJO.

Cada palabra de lo que me dijo Alec aún permanece grabada perfectamente en mi mente. Los recuerdos sobre su niñez con Alessio están regresando a él en forma de sueños. Mi pobre cachorro se está volviendo loco por que se siente incompleto, por mi culpa. Mi hijo se siente mal por mi.

Tal parece que lo que dijo la abuela Verona se está volviendo realidad. Las cosas se están volviendo muy complicadas. Ya no podré tener el control de la situación más tiempo.

—Las cosas se están saliendo de control —rompo el hielo y mi fiel guardaespaldas desvía su mirada hacía mi dirección —.La abuela Verona me lo advirtió, sin embargo no le hice caso.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Alec está comenzando a recordar a Alessio por sueños, recordó los momentos que pasaron juntos. También recordó cuándo tú hermano lo secuestro y fue Alessio a salvarlo.

—¿Entonces tú hijo ya sabe de su otro padre?

—Dijo que no había podido ver el rostro bien, pero me temo que no será así para siempre. Tarde o temprano Alec sabrá todo. Él me dijo que se sentía incompleto, incompleto por no... tener a Alessio con él. Piensa que se está volviendo completamente loco —comento, tomo mi copa de vino y me doy un sorbo para luego regresarla a la mesa —.Mi Alec está sufriendo por culpa mía, Dante ¿Te das cuenta? Yo mismo he hecho que piense así de él mismo.

—Dominic...

—Soy un monstruo. En estos últimos dos días no he estado tranquilo. No he podido dormir bien. Estoy siendo castigado.

—No quiero hacer que te sientas peor pero... todos hemos tratado de advertirte.

—Si... lo han hecho. Pero yo no lo he querido escuchar —digo —.Dante... no puedo ver a Alec de ese modo. Me duele.

—¿Qué piensas hacer? —me pregunta.

—Hoy es miércoles, falta un día para el viernes. Para el día en el que le tendré que dar una respuesta a Alessio.

—¿Entonces piensas ir a esa cabaña?

—Fui herido por todos los asuntos de esa familia, me concentre tanto en ello. En mi dolor que no vi lo que mi hijo estaba pasando. Creo que... voy a liberarlo de su tormento —suelto un suspiro —.Voy a ir a esa cabaña.

Una sonrisa se forma en el rostro del pelinegro.

—Bienvenido a la vida nuevamente, Dominic Whitmore.

—Voy a ir y... dejaré que Alessio se acerque a él. Dante... no puedo creer que haya tenido que ver a mi hijo así para darme cuenta de la verdad que por tantos años no quise ver por el enojo que sentía. Hice mal las cosas desdé el principio, fuí egoísta. Yo... me convertí sin darme cuenta en un Angelo De Luca.

—No es para tanto... si fuiste cruel, pero solo un poco Dominic —me dice.

Cruel... más bien muy extremadamente cruel. Aparte a Alec de su padre, los aleje sin importante nada más que lo que yo sentía en esos momentos.

—¿Sabes amigo? Ya no pienso seguir haciendo mal las cosas. Ya no quiero que mi hijo se sienta mal por mis acciones del pasado.

—¿Qué piensas hacer?

—Llama a mis hermanos y a papá. Diles que dejamos Londres, volveremos a Florencia definitivamente.

—¡Eso! —dice con emoción —.Ya extrañaba mucho al viejo Dominic.

El viejo Dominic... aquel muchacho de dieciocho años, bueno y compasivo. Ese chico se llenó de cobardía por un engaño que opto por la opción de construir una máscara, la máscara de la serpiente del clan Salvatore para huir de la realidad. Para escapar de la culpa que le harían sentir sus errores, sin importarle absolutamente nada. Ni siquiera su propio hijo.

Carajo, Dios merece castigarme por todo.

—Se acabo el huir cómo un fantasma, Dante. Así que por favor has lo que te pido.

—A la orden —toma su teléfono y sale de la sala de estar para hacer las llamadas.

Abuela... me arrepiento mucho el no haberte hecho caso cuándo me preguntaste que si estaba seguro de lo que estaba haciendo. Espero que me puedas perdonar en dónde quiera que estés ahora.

Voy a arreglar los problemas que cause.

Haré que te sientas nuevamente orgullosa de mi al igual que mamá.

Meto mi mano en mi bolsillo izquierdo y saco el anillo que Alessio me había dado.

Esté anillo y yo pasamos por mucho. Pasamos por momento de miedo, de tristeza y... momentos de amor puro.

Si hay algo que recuerdo a la perfección, es ese día en la cabaña. Recuerdo todo lo que Alessio me dijo esa vez.

Flashback, Florencia, hace unos años.

—Alessio... ¿Qué va a pasar después de que Alessandro ya no sea una molestía? Sé que vinimos aquí para alejarnos un poco de todo eso pero debo de preguntarte.

—Una vez que me haga cargo de él me voy a retirar.

—¿De verdad lo vas a hacer? —lo miro.

—Si. Ahora que te he encontrado no pienso dejarte aún lado por esté maldito mundo de mierda en el que me metió mi padre. Me alejaré de todo. Comenzaré de nuevo, junto contigo, sin enemigos, sin balas. Lo único que deseó ahora es tener una vida contigo. Quiero despertar cada día a tú lado, quiero tener una vida tranquila junto a ti, quiero formar una familia contigo, una a la que realmente pueda llamar familia, quiero ser el padre de tus hijos Dominic.

—¿Y qué pasa con Angelo? Él no te dejará.

—Mi padre se puede ir al carajo. Él ya ha controlado mi vida lo suficiente. Ya no dejaré que lo haga por más tiempo. Lo dejaré solo. Ya no me importará. Lo único que me deberá de importar son mi hermana, tú abuela Verona, tú y nuestros futuros hijos. Nada más. Tendremos una vida feliz Dominic. Una vida muy feliz y demasiado tranquila, mi amor te lo prometo.

—¿En serio dejarías todo por mi?

—Por ti Dominic De Luca... Iría hasta el mismo infierno sin importarme nada. Ahora tú eres mi todo. Tú eres mi ancla y no te pienso descuidar jamás.

Actualidad

Alessio me dijo que yo era su ancla y que por mi dejaría absolutamente todo, hasta a su padre. Fui su ancla y... lo deje. Huí.

Él tenía razón cuándo me dijo que tenía la oportunidad de escucharlo más no lo hice.

Estaba cegado por la rabia.

¡Carajo! ¿En qué puto momento me volví el villano de la historia?

¿En qué momento me hice así de malvado?

Fui un desgraciado, un hijo de perra total.

Prometí nunca dejarlo caer en la oscuridad y rompí la promesa. La rompí sin importar nada más que yo.

Fui tonto, fui inmaduro.

Y gracias a todo eso lo aparte de Alec. Por mi, mi hijo nunca supo lo que es tener una familia completa.

Dios... te juro que me arrepiento demasiado.

Despegó la mirada del anillo y lo coloco en la mano de la que nunca debió de haber salido.

—Se acabo. No más villano —me digo a mi mismo —.No más puto villano para nadie.

Está decidido.