INCOMPLETO.

983 109 3
                                    

—¿Qué estás haciendo despierto tan tarde? —la voz de mi padre me hace dejar de ver el fuego de la chimenea y desviar nuestra mirada hacía el lado izquierdo —.¿Te sientes mal? —se me acerca y toma asiento a mi lado.

—No me pasa nada —mi voz suena algo apagada.

—Ese tono tuyo me hace creer lo contrario. Alec, soy tú padre y me preocupa todo lo que te pase. Anda, dime lo que te está pasando.

Un suspiro sale de mi boca y después asiento con la cabeza.

—Tuve un sueño. Uno muy confuso.

—¿Un sueño dices? ¿Qué clase de sueño?

—Bueno... era uno en el que yo era un niño, estaba en el centro comercial comiendo un helado con un hombre. No sé con exactitud quién era, no podía ver el rostro claramente. Era alguien de traje, eso lo pude ver sin ningún problema —comienzo a explicar —.Yo... llamaba a aquel desconocido "Papá" sé que esa persona no eras tú. Ese sueño me dejó muy confundido, es por eso que me levanté de la cama para intentar aclarar mi mente un poco.

Mi papá no me da ninguna respuesta por lo cuál volteo hacia su dirección de nuevo. Él está muy pensativo. El afectado debería de ser yo, no él ¿Qué le pasa?

—Papá —lo llamo pero él sigue totalmente perdido —.Papá te estoy hablando —lo tomó de la mano y finalmente él reacciona —¿Estás bien?

—Ah... si —me responde —.Todo bien.

—Ok... ¿Sabes? No es la primera vez que tengo un sueño así de raro.

—¿Has tenido otro?

—Hace unos cuántos días. Un sujeto el tatuaje de un lobo en su cuello me quería matar sin ninguna razón. Me estaba apuntando con su arma cuándo llegó el mismo sujeto del que te hablé hace un momento, él le pedía al otro tipo que no me disparará y después se arrodillo frente a él por mi. Para tratar de salvarme.

—Alec... ¿Cómo sabes qué era el mismo?

—Solo lo sé. Papá... hay algo en mi corazón que no se encuentra tranquilo por una razón. Y no es por que me hayas sacado del negocio, es por otra cosa. Una que ni yo mismo puedo explicar, yo... me siento incompleto.

—¿Incompleto?

—Si, es tonto ya que no sé que puede ser lo que me haga sentirme de esa manera pero... no me siento completo papá. Siento que me hace falta algo en mi vida —comento —.El sentirme así me... vuelve loco. No sé que me está pasando.

—¿Desdé cuándo te estás sintiendo así?

—Desdé hace un tiempo atrás, no te lo había querido comentar por que no quería preocuparte con cosas sin importancia.

—No es una cosa sin importancia hijo.

—¿Qué quieres decir? —le pregunto sin entender sus palabras.

—Quiero decir que... las cosas de un hijo jamás van a ser cosas sin importancia para su padre. Debiste de haberme dicho el cómo te sentías desdé un principio.

—Lo sé, y lo siento mucho papá.

—Ven acá —me toma, me jala hacia él y me recargo sobre su pecho para mirar hacia el fuego —.Todo va a estar bien Alec —me envuelve con sus brazos.

—Pá... ¿Por qué me siento así de incompleto? ¿Qué me puede estar haciendo falta en mi vida para hacerme sentir así de mal? Tengo absolutamente todo. No lo entiendo y creo que jamás lo haré.

—Tranquilo.

—No me gusta sentirme así papá, se siente verdaderamente horrible el sentir que en tú vida te hace falta algo. Algo que no te deja vivir tranquilo, no quiero acabar en un sanatorio mental por esto. No quiero ser un loco más en el mundo.

—No vas a ser jamás un loco hijo —me dice.

—Honestamente me cuesta un poco creer eso, mírame nada más. Estoy a nada de perder la cabeza por toda está mierda de sueños sin sentido y de está maldita sensación —le digo —.¿Qué me está pasando papá?

—Yo... desgraciadamente no tengo la respuesta para eso ahora pequeña serpiente —responde él —.Pero... te prometo que muy pronto lo que sea que te esté provocando todo se ira y entonces volverás a ser el mismo Alec de siempre.

—¿De verdad crees qué estaré bien? —interrogo muy poco convencido de lo que me está diciendo.

—Te lo juro campeón —besa mi cabello —.Estarás bien dentro de muy poco tiempo.

—Realmente eso espero.

—Ya lo verás. Ahora...—me suelta —.¿Por qué no vas a descansar? Es demasiado tarde ya.

—Si...—me levanto del sofá —.Creo que te haré caso. Buenas noches.

—Descansa.

Camino hacia el pasillo y me adentro para ir hacia mi cuarto.

Dios... no sé por que me está pasando todo esto. Mi ansia de saber que es lo que me hace falta en mi maldita vida se está haciendo más y más grande con el paso del tiempo. Si no me logro controlar bien y dejo que todo esto me afecte demasiado voy a terminar en un maldito loquero con un montón de gente rara.

Espero que lo que me dijo papá sea cierto y todo eso pase rápido. No me gusta sentirme así, de está manera.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora