DE TAL PALO TAL ASTILLA.

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Abro mis ojos con lentitud mientras que un dolor en la nuca me invade completamente.

Mi campo de visión se aclara finalmente, me encuentro sentado en una silla de metal, mis manos y pies están atados. No puedo moverme. Exploró el lugar con la mirada, es una habitación blanca y muy fría.

La cabeza me duele horriblemente

La puerta que se encuentra frente a mi se abre y en la habitación hace acto de presencia el gran perro de Florencia, Alessio De Luca.

—¿Dormiste bien? —me pregunta y cierra la puerta a sus espaldas —.Me imagino que en estos momentos debes de estar con un fuerte dolor en la cabeza. Mi hombre debió de haber sido más delicado al golpearte.

No respondo.

—¿Qué pasa? ¿Te han comido la lengua los ratones?

—No, simplemente no vale la pena gastar mi saliva contigo —respondo.

Alessio camina hasta quedar a escasos metros de mi. Su mirada es bastante seria, trata de intimidarme pero no le va a servir.

—¿A quién crees qué tienes delante?

—A un pobre diablo.

Me toma del cabello con mucha fuerza.

—Deberías de cuidar tú boca muchacho. Muchos han muerto de formas horribles por hablarme tan descaradamente —dice el líder del clan De Luca con enojo.

—No te tengo miedo Alessio. En mi tus amenazas no van a funcionar jamás. Yo no conozco el puto miedo, hijo de perra.

—Eso está por verse —responde y me suelta —.¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Y por qué estás queriendo jugar en terrenos peligrosos?

Me quedo callado nuevamente. Si piensa que le diré algo está totalmente equivocado. De mi boca no saldrá nada.

—¿Cuál es tú nombre? —interroga él.

—Vete al carajo.

—Esa boca tuya es un verdadero problema. Se nota que tus padres no te dieron educación, tienes la lengua muy suelta —habla el trajeado cruzando sus brazos.

—Mi padre me dió educación, la mejor pero no sé me da la gana usarla contigo Alessio.

—Eres solamente un chiquillo, no debiste de haberte metido en esto. No debiste de haberte salido de la guardería —camina y se coloca detrás de mi para tomarme de ambos hombros —.Lo volveré a preguntar y realmente espero que me des las respuestas que estoy buscando.

—¿Y si no lo hago qué?

—Te voy a torturar de la manera más dolorosa que te puedas llegar a imaginar, ¿Has comprendido? Yo espero que si —responde el oji-azul —.Ahora... ¿Quién carajos eres? ¿Y quién te ayudo a dar con nuestra bodega?

—No diré una sola palabra. Puedes matarme o golpearme hasta cansarte pero de mi boca no saldrá ni una sola palabra de lo que quieres escuchar.

—De verdad que eres un mocoso desesperante.

—Me lo suelen decir a menudo. También demonio y bastardo —digo tranquilo.

Me vuelve a tomar del cabello, tira de él hacia atrás y me hace verlo.

—Si aprecias en algo tú vida me dirás ahora mismo todo lo que quiero saber ¿De dónde vienes? Por que se nota a simple vista que no eres alguien ordinario, eres alguien sumamente especial.

—En eso no te equivocas Alessio, yo no soy alguien ordinario. Yo soy alguien más importante que tú y todos los de tú familia. Más especial que tú hijo inútil, ¿Cómo se llama? Oh si, ya lo recuerdo. Su nombre es Fabritzio, todos dicen que es un gran idiota. Que la manzana cayó muy lejos del árbol, eso debe de ser algo verdaderamente odioso para ti. El que tú hijo no se parezca en nada a ti, en el fondo presiento que tú no lo deseabas tener.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora