MIRAR HACIA EL FUTURO.

788 87 3
                                    

La sección de visitas de la prisión es bastante fría, aún estando llena de personas.

Espero un rato y finalmente los guardias traen al preso que te venido a ver hoy.

—Vaya... ¿Quién lo diría? El gran Angelo De Luca por fin está dónde pertenece —comento.

Mi amado abuelo está lleno de moretones en su cara, me imagino que esos golpes debieron de haber sido cortesía de los otros reos.

—No esperaba que mi primera visita fueras tú —habla él.

—¿A quién esperabas? ¿A Fabritzio? ¿A Beatrice? ¿Oh a papá? Lamento decirte que ninguno de ellos tiene la intensión de venir a verte.

—¿Y tú por qué has venido? —pregunta él.

—Solo quise pasar a saludar, quería ver cómo te estabas adaptando a tú nueva vida.

—Debo de decir que me has impresionado bastante Alec, conseguíste que me encerraran aquí por treinta años.

—También tenía la opción de la cadena perpetua, pero no quise ser demasiado cruel.

—¿Dónde están mis hijos?

—Beatrice está disfrutando de su relación con mi tío Damián. Por cierto... debo de decirte que los Salvatore y los De Luca estarán ahora más unidos que nunca. Beatrice y Damián se van a casar a finales de esté año. Me imagino que la noticia no te debe de causar mucha felicidad, así que mejor te cuento sobre Alessio. Mi padre está en estos momentos en Venecia con mi otro padre, ambos están disfrutando de su luna de miel tranquilamente.

—Esas relación no van a durar.

—Yo creo todo lo contrario. Angelo has perdido, esté ha sido el jaque mate para ti.

—No, todavía no —responde él —.Yo saldré, tú en algún momento vas a necesitar de mi.

—Lamento arruinar tú ilusión abuelo, pero eso jamás va a suceder. Te vas a quedar aquí por mucho tiempo.

—Cree en mis palabras, amado nieto. Habrá personas que no vas a poder enfrentar tú solo, crees que siempre podrás proteger a la familia, pero estás equivocado. Habrá cosas que no podrás hacer por tú cuenta y nadie de los que conoces te va a poder ayudar —dice el desgraciado de mi abuelo —.Vas a necesitar de mi... vas a sacarme de aquí para que te enseñe cómo se deben de hacer las cosas correctamente en esté mundo.

—No, jamás voy a recurrir a ti.

—Eso lo veremos, Alec —sonríe —.Yo sé que tú en algún momento de tú vida, vas a necesitar de tú abuelo.

—Ya tengo un abuelo al cuál acudir si necesito de algo —respondo —.Así que no sigas gastando tú saliva —me levanto de la silla —Mejor concéntrate en sobrevivir aquí adentro, por que un pajarito me ha comentado que aquí dentro están varios de tus enemigos. Presiento que las cosas se podrán muy difíciles para ti los próximos meses abuelito.

—Vas a necesitarme.

—Ya deja de decir eso, jamás va a pasar. Ahora con tú permiso me retiro, deberías de salir a tomar un rato el sol y el aire fresco... ¡Oh es verdad! No puedes, que lástima.

El anciano ríe.

—Cometí un error al haberte separado tantos años de Alessio, ahora lo reconozco. Te debí de haber dejado con nosotros, hubiera sido una excelente marioneta, tal cómo tú padre lo fue hace ya tantos años.

—Adiós, abuelo —me alejo y camino hacia la salida.

—¡Vas a necesitar de mi Alec! —me grita —.¡Sé que así será! ¡Habrá cosas que no podrás enfrentar tú solo!

Sigo mi camino en paz hasta salir de la prisión.

Maldito anciano loco.

¿Yo necesitar de él?

Eso jamás va a pasar, antes de necesitar algo de él primero iría al mismo infierno.

Él ahora está pagando por todos los malos actos que cometió en contra de mi familia y de la madre de Fabritzio. Y así será de ahora en adelante, el final de Angelo De Luca ha llegado por fin.

Ya no nos tenemos que preocupar por él.

Camino hasta el estacionamiento en dónde se encuentra Hunter esperando por mi.

—¿Cómo te fue? —me pregunta al verme llegar —.¿Hablaste con Angelo?

—Lo hice.

—¿Mostró arrepentimiento?

—Amor, estamos hablando de Angelo De Luca. Él no sabe que es el arrepentimiento. Lo imunic que mostró es que está más loco que una cabra.

—¿Por qué? —me mira confundido —.¿Qué fue lo qué te dijo?

—Nada...—pongo una de mis manos en su pecho —.Ya no hablemos de él ¿Si? Angelo De Luca ahora ya es pasado para todos. Un pasado que debemos de olvidar para siempre. Mejor hay que centrarnos en lo que nos deparará el futuro ¿No lo crees?

—Si —me sonríe —.Tienes razón.

—Excelente —le doy un corto beso en los labios —.En lo único que pensaremos es en tener un futuro tranquilo.

—Nada me gustaría más que eso.

—¿De verdad ves un futuro conmigo?

—Alec... ¿Qué clase de pregunta es esa? —me toma de la cintura —.Por supuesto que sí. Veo un futuro contigo, un gran futuro —une sus labios con los míos nuevamente —Te amo... te amo infinitamente cachorro —dice entre besos.

—Yo te amo más.

La falta de aire se presenta y nos separamos.

—¿Volvemos a casa? —me pregunta.

—Si, vamos a casa. Ya no tenemos nada que hacer aquí.

Él me toma de la mano izquierda y juntos caminamos al coche.

Es hora de mirar hacia el futuro, es momento de escribir un nuevo capítulo.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora