LAZOS.

793 88 6
                                    

Todos le han dado la bienvenida a Aren. Todos lo tratan bien, incluso Vinz y Rose, ambos comprenden perfectamente la situación del chico. Han empezado a surgir lazos.

Claro menos conmigo. Hasta ahora no me atrevido a acercarme a hablar con él un rato. Cada vez que intento, Alec viene a mi mente.

Y me siento confundido por eso, no sé que demonios hacer. Sé que mi papá y el señor Salvatore son buenas personas y están haciendo una gran obra de caridad al querer adoptar a Aren. Pero no puedo dejar de pensar en que es un sustituto de Alec.

Todo paso tan de prisa que me siento muy confundido y sin rumbo. El mismo día que me enteré que tenía un hermano él muere tratando de protegerme y después pasa esto. No sé cómo procesar todo esto en mi vida.

Quiero comprenderlo, de verdad quiero hacerlo. Pero no puedo, no tengo el valor.

Él no tiene culpa, no tengo nada en su contra. El del problema soy yo.

Y cómo si no fuera poco con esto, la fiesta de máscaras se está acercando. Es mañana y la irá que nace en mi cuándo pienso en el lobo de Milán se apodera completamente de mi.

Quiero matarlo. Quiero despedazar al infeliz.

Y cuándo lo haga. Lo voy a disfrutar mucho.

—¿Por qué estás tan pensativo? —Vinz entra en la sala de estar.

—No es nada.

—¿No te acostumbras a la idea de Aren?

—Amigo, no tengo nada en contra de él.

—Tranquilo, te creo. Sé que tú comprendes perfectamente la situación de ese chico. No quieres acercarte por que crees que si lo haces no estarás en paz con Alec. Crees que si te le acercas a Aren, tú estás traicionando a Alec.

—¿Cómo sabes eso?

—Te conozco perfectamente Fabritzio. Sé cómo piensas —responde —.Pero... si me permites darte un consejo. No deberías de sentirte así, no haces mal en crear un lazo con ese chico desafortunado. Al contrario estás haciendo un bien.

—¿De verdad?

—Si, Fabritzio ese chico perdió a toda su familia. Y créeme que se siente solo. No harías mal en acercarte y darle una mano. Alec no se molestará contigo en dónde sea que se encuentre.

Suelto un pequeño suspiro y después me levanto del sofá.

—Creo que... trataré de seguir tú consejo.

—Me alegra oírlo. El chico está en el patio observando la luna, deberías de ir —dice.

—Si.

Me despido de mi mejor amigo y voy hacia la parte trasera de la casa. Llegó y observó al muchacho sentado sobre el césped con su mirada puesta fijamente sobre la luna.

Salgo y me le comienzo a acercar.

—Es hermosa ¿Verdad?

Él gira hacia mi pero no dice nada.

Llegó y me siento a su izquierda.

—La luna siempre va a ser lo más hermoso de todo —comento.

—Si, estás en lo cierto.

—Lamento el no haberte dado una bienvenida cálida —le digo y volteo a verlo.

—Comprendo perfectamente... ¿Te llamas Fabritzio? ¿No es así?

—Si.

—Piensas que... quiero tomar el lugar de tú fallecido hermano Alec. Es comprensible que lo pienses ya que ha llegado un desconocido a tú hogar —comenta él.

—Admito que si lo pienso, pero...

—No quiero hacerlo —me interrumpe —.Por favor, no quiero que pienses que quiero tomar el lugar de tú hermano muerto. No es mi intensión —desvía su mirada hacía mi —Cree mis palabras Fabritzio.

Me le quedó viendo.

¿Realmente exagere con mis pensamientos?

Sus palabras suenan realmente sinceras.

—Yo jamás me atrevería a hacerlo.

—Actué cómo un tonto —respondo —.No debí de haber pensado eso de ti. Lo siento.

—No te preocupes —sonríe de lado —.Cómo dije antes, es comprensible.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro, la que quieras.

—¿Quién fue quién mato a tus padres y a tú hermana?

Él baja la mirada.

—Si no quieres decírmelo está bien. No... debí de haber preguntado eso. Fui un tonto nuevamente, a veces suelo ser un tanto imprudente.

—Se le conoce cómo el lobo de Milán.

—¿Qué dijiste?

—Al asesino de mi familia se le conoce cómo el lobo de Milán —responde Aren para después volver a centrar su mirada en mi.

—¿Estás completamente seguro de lo qué me estás diciendo Aren?

—Si, así se le dicen.

—Carajo...

—¿Qué pasa? Pareces muy sorprendido —me dice el castaño —.¿Tú acaso sabes sobre el lobo de Milán?

—Si, si sé sobre él —respondo serio —.El lobo de Milán... fue quién mato a ml hermano.

—¿Qué? ¿De verdad fue él?

—Si, mí padre y el señor Salvatore no saben nada al respecto sobre eso. Mis amigos y yo investigamos y descubrimos que él había sido.

—Ese lobo de Milán es un monstruo sin sentimientos.

—Es un demonio verdadero, Aren.

—Si...—lo veo apretar sus puños con fuerza —.Lo es. Es un maldito bastardo de mierda.

Tiene enojo, mucho enojo.

—¿Te puedo hacer una pregunta más?

—¿Y cuál es?

—¿Serías capaz de matarlo? Al lobo.

—¿Matarlo?

—Cómo ya te debiste de haber dado cuenta, nosotros no somos una familia normal cómo cualquier otra... nosotros somos... peligrosos —comento —Mis amigos y yo tenemos localizado al lobo de Milán. Acudirá a una fiesta mañana, una fiesta de máscaras. Ahí es en dónde lo planeamos asesinar. Por eso te hice esa pregunta... ¿Serías capaz de matarlo? Puedo darte la oportunidad de hacerlo. Puedo darte la oportunidad de hacer que pague por todo lo que les hizo a ti y a tú familia.

—Ese lobo maldito... mato a las personas que más amaba Fabritzio. Nada me importa ya —responde Aren —.Tú pregunta fue que si sería capaz de matarlo... mi respuesta es si... sería capaz de hacerlo y no tendría remordimiento de conciencia jamás. Quiero que pague por la vida de mi papá, de mi mamá y de mi hermana.

—Bien —me pongo de pié —.Entonces te daré la oportunidad para que lo hagas. Mañana, todos le haremos pagar al lobo de Milán todo lo que nos hizo. No quedará absolutamente nada de él.

Aren asiente sin decir nada.

—Quiero su maldita sangre en mis manos.

—Bienvenido a la familia, Aren —sonrió de lado para después caminar hacia la casa.

Tenemos algo en común... oficialmente hemos creado lazos muy poderosos.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora