MI TODO.

1.1K 107 12
                                    

He llegado al restaurante.

Bajo del vehículo junto con Hunter y vamos hacia el estacionamiento. Nos adentramos y comienzo a buscar a Alessio con la mirada.

Lo veo en una de las mesas del fondo acompañado por un hombre rubio el cuál se me hace algo familiar.

Hunter se muestra un tanto nervioso, no sé por qué. Ya le he dicho que no tiene por que tener miedo, nada malo va a pasar.

Avanzo junto con mi guardaespaldas hacia la mesa.

Alessio se da cuenta de mi presencia en el restaurante y se levanta de silla.

—¿Te hice esperar demasiado?

—No —responde —.No lo hiciste, me alegro mucho de verte —me abraza y correspondo a su abrazo.

—A mi también me da gusto verte papá —le digo para segundos después dejar de abrazarnos y mirarnos a los ojos.

—¿Te has sentido bien?

—Los dolores de cabeza se han ido, no te preocupes. Estoy bien.

—Aún así, trata de estar tranquilo.

—Lo haré. Ya no tengo motivos para estar intranquilo. Ya te tengo a ti de nuevo conmigo.

—Alec, te presento a Stefano —dice papá y el rubio se levanta de su silla —.Él es mi guardaespaldas y mi mejor amigo. Hemos estado juntos desde que éramos niños. Tú ya lo conocías pero dudo que lo recuerdes.

—¿Stefano? —miro al nombrado.

El nombre me resulta aún más familiar.

—Es un gusto verte de nuevo, Alec —me sonríe —.Has crecido demasiado.

—Stefano... ¡Eres tú! Te recuerdo. Tú eres uno de los que salía jugar conmigo cuándo era un niño.

—Si, y déjame decirte que eras un niño muy inquieto. Tú nunca te cansabas de jugar.

—Me da gusto verte de nuevo.

—Lo mismo digo, jamás me imaginé que cambiarías tanto con el paso de los años. Puedo notar con mucha facilidad que eres alguien verdaderamente fuerte.

—Claro que Alec es fuerte, Stefano —interviene Alessio De Luca —.Alec es Un De Luca y un Salvatore. Es más que fuerte.

Un De Luca. Me siente algo raro eso pero al mismo tiempo me siento bien con serlo.

Un De Luca Salvatore.

He vuelto a ser quién era antes, me alegro demasiado el haber recuperado a mi familia. El haber recuperado quién era en realidad.

—Yo también quiero presentarles a alguien —digo y centro mi mirada en él oji-verde —.Ël es Hunter Russo, es mi guardaespaldas y el primero fuera de mi familia y amigos a quién le tengo mi más entera confianza. Se ve cómo un muñeco pero créanme que no es para nada inofensivo.

Papá avanza hacia Hunter, ambos están a pocos centímetros del otro y mi padre lo mira de una manera muy fija y aterradora.

El pobre de Hunter no puede decir ni una palabra, está muy asustado el tonto.

—E-es un placer conocerlo formalmente, señor De Luca —dice por fin el castaño —.Soy H-hunter Russo. Estoy a... s-sus órdenes.

—Tú no tienes cara de guardaespaldas —le dice con voz sería.

—Lo mismo pensaba yo cuándo el abuelo Alexis lo contrato para mí —comento —.Pero con forme lo fui conociendo mi forma de pensar fue cambiando poco a poco papá. Hunter sabe hacer perfectamente su trabajo. Aún que lo vea en estos momentos con el alma en la mano, esté muñeco es valiente.

—Ya veremos si es tan valiente cómo dices —responde el líder del clan De Luca —.Lamento si soy desconfiado pero quiero estar seguro de que tienes buen personal que se encargue de tú protección —me mira —No quiero que corras ningún riesgo en las calles ni en ningún lado.

—Papá, sé que te preocupas por mi. Estuvimos separados durante años y años y lo único que quieres es protegerme de todo, pero cree en lo que te estoy diciendo por favor. Hunter es un perfecto guardaespaldas. No lo cambiaría por nada ni por nadie.

—¿No lo cambiarías?

—No, esté chico es especial.

—¿Qué tan especial es para ti? —cruza sus brazos.

—Muy especial.

Papá se me queda viendo por unos segundos, un suspiro sale de su boca y después asiente con la cabeza levemente.

—Está bien —dice —.Si esté muchacho es especial para ti entonces confiaré en que sabra cuidarte perfectamente.

—Puede confiar en mi señor De Luca —dice Hunter —.No dejaré que nada le pase a su hijo.

—Eso espero —responde papá al escuchar a Hunter —.Cree esto niño, no querrás fallarme. No seré piadoso contigo si algo le pasa a Alec.

—N-no se preocupe, no le fallare.

Papá va a terminar matando a Hunter de un infarto.

Me acerco y tomo una de sus manos.

—Ey...—hago que me mire a los ojos —.Ya deja de tener miedo, nada malo te va a pasar. Mi papá no te va a comer ni a matar. Y si quiera hacerlo, no lo dejaría.

—L-lo siento es que... me resulta algo complicado con lo que hicimos la última vez en su contra —dice el castaño oji-verde.

—Eso ya es asunto del pasado, mocoso —le dice mi padre a Hunter —.Está olvidado, así que cálmate y siéntate.

—¿Lo ves? Ya no hay nada por que tengas que tener miedo —comento —.Anda muñeco, siéntete —le sonrió.

Hunter asiente sin decir nada y toma asiento al lado de Stefano. El rubio también toma asiento y después mi padre y yo.

Mi padre llamo al mesero y los cuatro pedimos algo para comer. El empleado tomo nuestras órdenes y después se retiró.

—¿No has hablado aún con Fabritzio? —le pregunto a papá.

—No —niega con la cabeza —.No he tenido el tiempo de hacerlo, pero ya no pienso retrasarlo más tiempo. Hoy hablaré con él.

—¿Cómo crees qué lo tomé?

—Será complicado para él, pero confío en que lo acepte poco a poco. Ustedes dos son mis hijos, son hermanos y tienen que estar juntos cómo una familia —responde él.

—¿Y tú y papá? ¿Qué va a pasar con ustedes dos?

—No lo voy a dejar ir está vez, cachorro así que no te preocupes. Estaremos los dos contigo cómo siempre debió de haber sido.

—Mi papá Dominic me contó sobre tú padre, Angelo. Me dijo que si se entera sobre mi y sobre papá, él no lo aceptará y que intentará hacer algo para separarlos a ustedes dos.

—Hijo, mí padre es una persona complicada. Más bien... es un desgraciado. Pero quiero tengas en claro que pase lo que pase yo no voy a dejar que mi padre les haga daño ni a ti ni a Dominic. No me alejaré de ninguno de los dos —dice papá —.Ustedes son mi todo, mi universo entero.

—¿Te pondrías en contra de tú familia por nosotros?

—Dominic, tú, Beatrice y Fabritzio son mi familia. Hace tiempo que deje de considerar a Angelo mi padre. Por ustedes seré capaz de absolutamente todo Alec. No temas... estaré contigo siempre campeón.

—Gracias pá, es bueno escuchar eso.

Papá me sonríe y toma una de mis manos.

—Te quiero hijo, vamos a recuperar todo el tiempo perdido. Ya lo verás.

—Nada me alegraría más —respondo.


Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora