UN NUEVO INTEGRANTE.

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El momento de la fiesta de máscaras está cada vez más cerca. No habrá errores, todo sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer para matar al lobo de Milán.

Mientras que los adultos se encuentran cenando en el jardín, Rose y yo estamos en la sala de estar de la casa de los Salvatore.

—¿Tú no tienes miedo? —cuestiona la pelirroja.

—Estoy nervioso, pero lo tenemos que hacer. No hay espacio para el miedo ahora.

—Realmente has cambiado demasiado.

—Lo que le pasó a Alec, me ha abierto los ojos Rose. Me hizo darme cuenta realmente que en esté mundo no puedes comportarte cómo un niño mimado. En especial cuándo tú familia está metida en esté tipo de negocios. Lástima que Alec tuviera que irse para darme cuenta ¿No?

—Él estaría orgulloso de ti.

—¿De verdad lo crees? —miro a la chica.

—Si, estoy segura. Alec debe de estar feliz de ver que ya no eres el cachorro de Florencia.

—Gracias Rose.

—De nada Fabi.

El ruido de unos pasos se presenta, volteamos hacia la entrada de la sala y vemos entrar a mi papá, al señor Dominic y a un chico que en mi vida había visto.

¿Qué demonios están haciendo aquí?

Se suponía que llegaban el sábado.

—¿Papá? —me pongo de pié junto con Rose —.¿Qué están haciendo aquí? Pensé que llegaban el fin de semana.

—Tuvimos que adelantar nuestro regreso ¿Dónde están todos?

—Están cenando —responde Rose.

Centró mi mirada en él chico castaño.

—¿Quién es él? —los cuestiono.

—Él es Aren —dice el padre de Alec —.Y se va a quedar con nosotros a partir de hoy.

—¿Quedarse con nosotros? —miro muy confundido a los dos adultos.

—Yo les explico —dice mi padre.

—Yo iré a llevar a Daren a su cuarto para que descanse —dice el líder del clan Salvatore para después irse con el chico.

—¿De dónde salió ese chico papá? —lo cuestiono.

—Es una larga historia hijo, así que tomen asiento los dos —me dice.

Rose y yo vamos de nuevo hacia el sofá, nos sentamos y mi padre comenzó a contarnos absolutamente todo sobre el tal Daren. Admito que la historia de esté muchacho no es muy bonita, es demasiado terrible. Mejor dicho su historia es más que terrible, es una historia muy pero muy trágica. Vió a toda su familia morir a manos de unos matones y después fue golpeado.

Realmente me está haciendo sentir mal.

—Dios...—Rose rompe el silencio —.Pobre chico. Paso por demasiadas cosas horribles.

—Dominic quiere cuidarlo, y yo también. Así que será parte de nosotros ahora.

—¿Lo planean adoptar? —cuestiono.

—Si —dice papá —.Será tú hermano si todo va bien.

—Papá... ¿No están cambiando a Alec?

—Fabritzio ¿Cómo puedes decir eso?

—Es que es lo que me imagino. Sepultamos a Alec en está semana ¿Lo has olvidado? Y de pronto llegan con esté chico para adoptarlo. Lamento si me escucho cruel pero es lo que me están haciendo creer.

—Hijo, nadie jamás va a tomar el lugar de Alec. Jamás lo vamos a cambiar. Pero debemos de comprender la situación de Aren. Él perdió a toda su familia de una forma espantosa. Necesita de alguien que lo cuide. Aún es muy joven. Tiene quince años.

—¿Quince?

—Si. Así que no pienses cosas malas Fabritzio. Por favor, Alec jamás será cambiado por absolutamente nadie ¿Entiendes campeón?

—Si papá, entiendo bien —respondo.

—Bien —él asiente —.Entonces ya que los dos están enterados, iré a hablar con los demás.

Asiento sin responder y después papá se retira de la sala de estar.

—Pobre chico —comenta Rose —.Tú padre y el señor Salvatore realmente son muy buenos.

—Rose... realmente pienso que están tratando de cambiar a Alec por Aren.

La chica me da un golpe en la cabeza.

—Tonto —dice ella —.¿Cómo puedes seguir pensando eso? Tú padre ya dijo que eso no es cierto. Ellos están haciendo una obra de caridad al adoptar a ese pobre muchacho. Deja de decir tonterías Fabritzio.

—L-lo siento es que toda está situación me hace pensar eso.

—Pues ya no lo hagas. Aren será tú hermano dentro de poco, debes de tratarlo bien. Él ha pasado por mucho y no se merece que lo trates mal por fantasías tuyas.

—¿Cómo crees qué lo hubiera tomado Alec?

—Alec lo habría aceptado. Él tenía un buen corazón y estoy segura de que él si hubiera aceptado a Aren cómo su nuevo hermano y lo hubiera querido proteger sin pensarlo dos veces.

Suelto un suspiro y después asiento con la cabeza.

—Tal vez tengas razón.

—Por supuesto que la tengo tonto. Así que te recomiendo tratarlo bien si no quieres problemas conmigo.

—Trataré Rose —digo —.Ahora cambiemos de temas. Con papá y mi padrastro aquí las cosas han cambiado. Tenemos que ser silenciosos con lo de la trampa al lobo de Milán. Hasta que lo matemos, no podemos decirle a nadie ni una sola palabra sobre la fiesta de máscaras.

—Pero... ¿No sería mejor decir la verdad?

—No, el lobo tiene que ser solo de nosotros. Nosotros lo tenemos que matar, se lo debemos a Alec. Yo se lo debo.

—Está bien —responde la chica —.Se hará cómo quieras.

—Bien... oficialmente la cacería ha comenzado —digo.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora