Salvatore

EL HEREDERO DE FLORENCIA.

Escucho cómo tocan a mi puerta, retiro la almohada de encima de mi cabeza y miro hacia allá.

—Pasen —hablo.

La puerta se abre y entra en el cuarto cierto rubio ojos azules con traje.

—¿Qué quieres? Me siento terrible en estos momentos cómo para hablar contigo.

—Déjame adivinar que que es lo que tienes, resca ¿Verdad? —él cruza sus brazos.

—La peor de todas. Siento que voy a morir.

—Ay...—suspira y mueve la cabeza de izquierda a derecha —.Fabritzio De Luca siempre con sus dramas.

—Ya sabes cómo soy. Honestamente no me arrepiento de absolutamente nada de lo que hice anoche —comento —.La española estuvo excelente.

—Ayer tuvimos suerte en que nadie nos escuchará llegar, Fabritzio tienes que parar oh te puedes llegar a meter en más problemas. Imagínate si nos hubieran visto, ¿Qué hubiera pasado si tú padre te hubiera visto llegar así de ebrio cómo llegaste? Ya te ha dado muchas advertencias y creo que para la siguiente su paciencia llegará al límite —me dice.

—Vincenzo, deberías de relajarte un poco. No pasará nada malo. El abuelo no lo va ha permitir jamás. Soy su consentido. Nunca de los nunca dejará que papá me haga algo —respondo de los más tranquilo —.Papá es un amargado que seguramente no se divirtió cuándo era joven. Él quiere que yo lleve el mismo camino que él, pero se equivoca completamente. Yo no dejaré que él me convierta en una copia suya.

—Eres el hijo de Alessio De Luca y nieto de Angelo De Luca. Tú eres el próximo líder del clan después de tú padre. Deberías de centrarte un poco Fabritzio, te arriesgas demasiado yendo a fiestas y fiestas.

—Ya no seas amargado Vinz. Tú amargura está haciendo que me duela mucho la cabeza.

Vincenzo siempre es así de amargado. No entiendo el por que ya que nos conocemos desdé niños. Aún recuerdo cuándo Stefano lo trajo y lo adoptó. No logro entender cómo de tantos años juntos no se le ha pegado lo divertido de mi.

—Yo solo digo que te deberías de comenzar ha comportar un poco si quieres llegar ha ser un buen líder.

—Seré un buen líder. Mejor que mi padre y mejor que el abuelo. Solo que no planeo seguir sus pasos, pienso crear los míos. Mi propio estiló ¿Me comprendes Vinz? —le digo —.Ahora sal por favor que necesito cambiarme de ropa ¿Quieres amigo?

—Está bien —dice —.Estaré abajo.

Camina hacia la puerta, la abre y sale de la habitación.

—Amargado —murmuro.

Me levanto de la cama, saco ropa de mi clóset y me cambio la ropa sucia y llena de perfume de mujer de la sexy española de anoche. Me peino y me lavo los dientes para ocultar mi aliento alcohólico.

Unos pocos minutos después salgo de la habitación y camino directamente hacia las escaleras de la casa. Las bajo y llegó a la sala de estar.

Me muero de hambre, tal vez con un buen desayuno me sienta un poco mejor.

—Y... ¿Cómo estuvo tú fiesta de anoche? —una voz femenina detiene mi caminata hacia la cocina.

—Buenos días...—volteo y me encuentro frente a frente con la dueña de la voz —.Tía Beatrice.

—Sobrino —ella cruza sus brazos —.¿Cómo estuvo? ¿Te divertiste bastante?

—Tía no sé de que estás hablando, yo no fui a ninguna fiesta anoche. Estuve durmiendo cómo siempre.

—Fabritzio, puedes engañar a todos menos a mi —alza una de sus cejas —.Anoche tú fuiste a una fiesta en uno de los antros a los que dueles ir. Tú y Vincenzo llegaron anoche demasiado tarde, yo los vi.

—Nos... ¿Viste?

—Ajá. Los vi.

—Tía hermosa...—me acerco a ella —.Por favor no le digas absolutamente nada a papá. Sabes cómo se pone, por favor házlo por tú único sobrino que te quiere mucho.

—Fabi...

—Por favor, no le digas nada. Papá da miedo cuándo se molesta —comento.

—No puedes seguir así. Ya no eres más un niño que puede andar haciendo lo que quiera, ya eres un muchacho y pronto tendrás que tomar el lugar de Alessio cómo el líder del clan De Luca. Tienes que sentar cabeza de una buena vez oh te puedes meter problemas muy pero muy serios —dice la tía Beatrice —.Lo digo por tú bien.

—Sé que lo dices por mi bien y te prometo que lo haré pero ahora por favor en serio necesito que no le comentes absolutamente nada a padre sobre a dónde fui anoche, ¿Puedo confiar en que no le dirás nada de nada?

—Está bien —suspira, puedo notar que está enfada —.No le diré nada a tú padre sobre lo de anoche. Pero tú tienes que prometer que no volverás ha hacerlo. Trato de evitar que los problemas que tienes con Alessio se han más grandes ¿Entiendes sobrino?

—Entiendo —asiento con la cabeza —.Prometo que no lo repetiré de nuevo.

—Realmente espero que estés siendo muy sincero conmigo —dice.

—Te lo prometo.

—Más te vale —me dice y camina hacia el comedor.

¿Por qué será que todos quieren que me vuelva un aburrido de mierda? No lo entiendo. Soy joven tengo que divertirme por Dios. No planeo ser un maldito aburrido. Definitivamente en está casa absolutamente nadie me entiende.

Un suspiro de fastidio sale de mi boca y continúo con mi camino.

Yo no soy el típico De Luca al que ellos están tan acostumbrados. Eso les tiren que quedar demasiado claro de una vez.