Salvatore

ÁNGEL DE LA GUARDA.

Aún seguimos en el restaurante, el tiempo que estoy pasando ahora mismo con papá me está siendo mucha ayuda. Me siento bien.

—Vamos chico... —el jefe del clan De Luca concentra su mirada en Hunter Russo —.Ya quita esa cara de miedo. No te voy a hacer daño.

Si, aún Hunter se siente un tanto incómodo por tener a papá frente a él. El muñeco tendrá que acostumbrarse a él ya que bueno... Alessio es mi padre también.

—Siempre y cuándo...—papá toma su copa de vino de la mesa —.No me des motivos —le da un pequeño sorbo.

—Alessio, deja al chico en paz —le dice Stefano a papá —.Deberías de comprenderlo, no es fácil para él estar delante de ti.

Antes de que mi padre pudiera responder su teléfono comenzó a sonar.

—Disculpen un momento —él se pone de pié —.Tengo que contestar está llamada.

Papá se aleja de nuestra mesa.

—Y-yo debo de ir al baño —Hunter también se pone de pié —.Y-yo no tardo.

El oji-verde se va también.

—Esté guardaespaldas tuyo es único —dice el rubio —.Ahora entiendo el por que te tiene tan enamorado, pequeño Alec.

—¿Q-qué dijiste? —lo miro —.H-hunter no me tiene enamorado.

—Escucha pequeño Alessio...—él suelta un suspiro —.Tengo ojos Alec, pude ver cómo él te mira y cómo tú lo miras a él. Además... tú lo tomaste de la mano, eso es una prueba contundente de que sientes algo por Hunter.

—N-no es cierto... yo no tengo tiempo para el amor.

—Lo mismo decía tú padre y termino enamorado de Dominic —responde Stefano —.Creo que ustedes dos... en cierta forma están repitiendo la historia de tus padres. Ya no niegues tus sentimientos amigo, tú padre Alessio lo hacia y cuándo finalmente los aceptó gracias a Dominic. Tú padre se volvió una persona muy fuerte, capaz de hacer cualquier cosa por los que ama.

—¿De verdad?

—Si, de verdad. Tú padre creció creyendo que la verdadera fuerza se obtenía por el miedo que podías hacerle sentir a los demás, pero la verdad es una completamente diferente Alec. La verdadera fuerza y valentía se obtienen aceptando tus debilidades y tus verdaderos sentimientos. Alessio obtuvo su fuerza de la sinceridad y el amor, creo que tú puedes hacer lo mismo —dice el guardaespaldas de los De Luca —.No te niegues la oportunidad, todos tiene derecho al amor.

—Stefano... ¿Te puedo hacer una pregunta?

—Claro, la que quieras —responde tranquilo.

—No sé muy bien la historia de mis padres, sé muy poco sobre ellos dos y tengo mucha curiosidad por saberla. Tú has estado presente siempre y por ende debes de saber la historia ¿Crees qué me la puedes contar?

—Con que quieres saber la historia... no me extraña. A todos los hijos en algún punto les llega a interesar la historia de sus padres —comenta —.Bien...—suelta un suspiro —Si quieres saber su historia juntos, te la diré. Pero antes te debo de decir que no tiene un buen inicio.

—¿Por qué?

—Por que...

—Stefano —mi padre regresa —.Tenemos un problema y tenemos que irnos ya.

—¿Qué clase de problema? —le pregunta.

—Es Fabritzio, está detenido.

—¿Detenido? ¿Y por qué? —él rubio se muestra confundido.