COMIENZA LA GUERRA.

868 95 1
                                    

La pesadilla de anoche todavía ronda mis pensamientos, fue demasiado confusa para mi. Nada de lo que vi ahí tuvo ningún sentido ¿Quién demonios eran esos dos hombres?

¿Por qué el tipo de arma me hablaba de la manera en lo que lo hizo? ¿Y por qué el otro trataba de salvarme?

Si que la mente te puede hacer soñar cosas raras.

—Ey...—Rose me toma del hombro izquierdo —.Te estoy hablando.

Salgo de mis profundos pensamientos y volteo hacia mi mejor amiga pelirroja.

—Perdón, ¿Me estabas diciendo algo?

—Alec... hoy estás demasiado raro ¿Qué te pasa? Nunca antes te había visto así tan pensativo ¿Está todo bien?

—Ah si. Todo está perfecto.

—¿Seguro?

—No tendría el por que mentirte Rose, ahora ¿De qué estábamos hablando?

—Estábamos hablando sobre tú reunión con Xander Lombardo.

—¿Y qué tiene?

—Alec... ¿Estás seguro de qué quieres hacer esto? Iniciar una guerra con el clan De Luca por el control de Florencia.

—Completamente. Los De Luca son unos ladrones, Florencia era territorio de los Salvatore y lo volverá a ser. Quiero recuperar mi legado y el de mi familia.

—Es solo que... no quiero que te lastimen. Alec eres mi mejor amigo y me importas demasiado. No quiero que salgas lastimado —me dice.

—Rose, no me pasará nada malo. Lo prometo. Ten fé en mi —le respondo.

—Por favor, por lo que más quieras. Ten cuidado con cada movimiento que hagas.

—Lo haré, no te preocupes Rose.

Ella asiente y volteo hacia mi guardaespaldas.

—¿Ya está listo el coche? —le pregunto.

—Así es señor. Ya está esperando por usted.

—Muy bien, entonces vámonos Hunter. No hagamos esperar al lobo feroz.

El castaño asiente y vamos juntos hacia la salida. Abro la puerta, salimos al pasillo y caminamos al elevador.

—¿Se siente mejor? —Hunter me cuestiona.

—Estoy bien. Tan solo fue una pesadilla.

—Pero se ve muy nervioso aún.

—No lo estoy. Estoy totalmente tranquilo.

—No lo creo.

—No importa.

Llegamos al elevador, presionó el botón, las puertas se abren y ambos entramos.

Hunter Russo presiona el botón, las puertas se cierran y comenzamos a bajar. Llegamos a la recepción, las puertas se abren, salimos y vamos hacia la salida del edificio.

Ya afuera subo al coche con Hunter y comenzamos nuevo camino hacia el lobo de Milán.

Hoy tengo una reunión muy importante con Xander Lombardo, hoy comenzamos con la guerra contra la familia De Luca.

Xander me daría la ubicación de una de las bodegas en dónde ellos tienen toda su mercancía para dar el primer golpe.

Los minutos comienzan a pasar lentamente y después llegamos al punto de reunión.

Los coches de Xander ya se encuentran en el lugar. Hay más de tres coches, mucha protección para el lobito.

El motor del auto se apaga, abro la puerta y bajo con mi guardaespaldas. El resto de los hombres llegan y juntos vamos hacia la gente del lobo de Milán. Veo a Xander bajar del vehículo para después venir hacia nosotros con sus hombres igualmente.

—Serpiente —dice y se tiene frente a mi.

—Lobo.

—Pensába que te habías acorbadado ya que te estabas tardando —dice él.

—Yo nunca me acobardo. Mi hogar se encuentra algo alejado de aquí es por eso que tarde un poco. Pero ya no hablemos de eso y mejor vayamos al asunto principal.

—Totalmente de acuerdo amigo mío.

—¿Dónde está la bodega?

—La más cercana se encuentra al sur de la ciudad. He mandado unos hombres a vigilar y por lo que me han comunicado no hay mucha protección. Es un gran tesoro.

—Si es un gran tesoro ¿No te resulta raro que no haya mucha protección? Tal vez tus hombres no son tan eficaces Xander.

—¡Oh amigo! Lo son, créeme que lo son. Te garantizo que no hay absolutamente nada de que preocuparse. Esa bodega es lo mejor para comenzar, para hacerles notar que su tiempo en el trono de Florencia está por terminar —responde el lobo de Milán.

—Espero que no te estés equivocado.

—Así cómo tú no te acobardas yo nunca me equivoco Alec.

—Espero eso. Ahora ¿Cuál es el plan?

—Atacar.

—¿Cómo? Necesitamos un plan.

—Hay dos entradas. Atacaremos las dos al mismo tiempo, será un ataque sorpresa.

—¿Y una vez que ataquemos? ¿Qué seguirá?

—Sacaremos todo lo que podamos, después haremos explotar de esa manera les enviaremos un mensaje a los De Luca. Un mensaje que los pondrá muy intranquilos.

—¿Y solamente llegamos y atacamos? —cuestiono cruzando mis brazos.

—Eso mismo. Es la bodega más insegura de los De Luca. Será pan comido para nosotros.

—Señor...—me llama Hunter y volteo hacia él —.Es demasiado arriesgado. Le recomiendo esperar y conseguir más información del lugar. Puede que no esté tan desprotegida cómo le dicen.

—No deberías de olvidar tú lugar niñito —habla Xander —.Tú no tienes ninguna opinión aquí, tú no eres el jefe y harías bien en mantener tú distancia con Alec. Un inferior cómo tú no debería de entrometerse en conversaciones cómo estás. Pobre diablo —él se acerca un poco más a mi y centro mi mirada en él —.¿Vas a dejar que te hablé con esa confianza? ¿Vas a dejar qué un interior se entrometa en tus asuntos cómo si nada?

—Yo...

Hunter tiene la razón. Una bodega llena de armas y droga nunca tiene poca protección.

—¿Qué pasa serpiente? ¿Ya te ha dado miedo? —Xander sonríe burlón.

—¿Qué dijiste? —cuestiono serio.

—¿Qué si a la gran serpiente de la muerte se está acobardando?

Aprieto mis puños con fuerza.

Idiota ¿Quién se cree para hablarme así?

—Yo no tengo miedo. Jamás.

—Entonces... ¿Qué decides?

—Ataquemo —respondo sin dudar.

—Perfecto.

—Señor Salvatore tiene que...

—A callar Hunter —lo miro de nueva cuenta —.No olvides quién manda aquí.

Él asiente sin decir nada.

—¿Cuándo lo haremos? —volteo de nuevo hacia el lobo de Milán.

—Ahora.

—Perfecto.

—¿Listo para comenzar el juego pequeña serpiente?

—Siempre estoy listo, y no me digas pequeña serpiente. No lo toleró. Recuerda que una serpiente siempre puede ser más rápida y letal que un lobo.

—Está bien... te ofrezco una disculpa, Alec —dice tranquilamente.

Irrespetuoso.

—¿Nos vamos?

—Nos vamos —contesto.

Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora