Después de unas horas en el cementerio decidimos partir a la clínica. Esteban parecía triste de irse y volver donde todo había comenzado...pero así debía de ser aun cuando él no quería volver allá.
Tomamos el autobús de regreso viendo el atardecer, esta vez, Esteban se sentó al lado de la ventana para ver el paisaje y todas las casas que pasaban a medida que íbamos avanzando.
Abrió la ventana para sentir el viento en su rostro, y cerró los ojos mientras respiraba profundamente.
Yo pude observar como disfrutaba cada minuto de este paseo, me dio mucha pena pensar en que debíamos volver, hubiera querido que este día durara un poco más para que él se sintiera mejor.
Después de dos horas de camino, bajamos del autobús, la clínica estaba muy cerca, así que comenzamos a caminar en silencio, pero no fue un silencio incómodo.
Cuando ya estábamos a punto de llegar, nos pusimos de nuevo los disfraces y pasamos desapercibidos, ya dentro, tomamos el ascensor.
-Esteban, ¿Estás bien? –pregunté al ver que estaba mirando un punto fijo, distraído.
Volteó a verme, y sonrió amablemente.
-Sí, estoy bien –Se giró, quedando frente a mí- No sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí...
-No es necesario, Esteban...
-Sí es necesario, Nicole –afirmó interrumpiéndome- Cualquier cosa que necesites, aquí estaré.
Sonreí tímidamente y asentí. Las puertas del ascensor se abrieron y nos encaminamos hacia su habitación.
Esteban abrió la puerta, y me dejó pasar, no nos dimos cuenta que nos estaba esperando su enfermera, Jackie.
Con los brazos cruzados encima de su pecho, y golpeando el piso con su pie derecho, estaba molesta.
-¿En dónde has estado, Esteban Hernández? –preguntó con una voz fría y seria.
Dios, no sabía dónde esconderme, donde esconderlo a él y a mí.
-¡Jackie! –gritó Esteban corriendo hacia ella y abrazándola, ella se quedó congelada, no esperaba esa reacción de parte de él.
Yo me quedé junto a la puerta con todas las cosas en mi mano.
-¿Qué traes en la cabeza, Esteban? –preguntó refiriéndose a la peluca.
Sonreí en silencio.
-Ah, esto –Se quitó la peluca- Es para pasar desapercibido. Las cámaras de seguridad y los guardias no se dieron cuenta que era yo.
-¿Y me lo dices así? ¿Tan tranquilo? –dijo irritada.
Ella notó mi presencia y caminó hacia mí.
Ahora sí, estoy muerta.
-¿Tú te lo llevaste?
-Yo...
-¿Te lo llevaste, sí o no?
Esa mirada que tenía sobre mí, parecía que en unos segundos más se iba a abalanzar sobre mí por haber alejado a una de las personas más importantes en su vida.
Esteban se acercó y la abrazó por atrás.
-Te extrañé demasiado, Jackie.
Su cabeza estaba en apoyada en el hombro de su enojada enfermera. Levantó su mirada hacia mí, y me guiñó un ojo.
Travieso, Rapunzel.
-Jackie. –Se colocó frente a ella- Nicole me acompañó a ver a mi mamá. La pude ver después de tanto tiempo, ¿Sabes lo que eso significa para mí?
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Cielo de luces
RomanceNicole es una chica demasiado ocupada y que no puede vivir como una joven debería hacerlo. Tiene que cuidar de su familia, y de sobre todo, su madre que padece Alzheimer. Ella sabe que su único lugar seguro es mirar las estrellas y perderse en ellas...