Alive & Savage | Niragi Suguru

14. Liderazgo

Una reunión de emergencia fue convocada en el mismo momento en que se reportó que el Sombrerero había muerto. Aparentemente, su juego no había salido tan bien como se pensaba que iría. Su cadáver reposaba sobre la mesa en torno a la que se reunían de normal, por lo que los miembros ejecutivos permanecían de pie a unos metros de distancia. Todos parecían impactados, conscientes de que su muerte podía ser un suceso sumamente grave para La Playa, pero en el momento en que alguien preguntó qué pasaría a continuación, la situación evolucionó hacia una parte más peliaguda.

- ¿No debería ser el líder la persona más fuerte? – había sugerido Niragi imponiéndose sobre el número 2, quien según las normas debía coger el relevo del Sombrerero. – Nosotros somos quienes nos hemos estado deshaciendo de los traidores. Y aun así, solo hemos estado en las sombras todo este tiempo. ¡Ese trato injusto termina hoy!

Niragi propuso hacer una votación democrática; que la mayoría decidiese. Pero como era de esperar, nadie aceptó en primera instancia que Aguni se convirtiera en el nuevo líder de La Playa. En el momento en que Akira percibió como Last Boss entrecerraba los ojos y se incorporaba levemente, ella llevó su propia mano a la funda de su pistola. Tenía una idea bastante clara de cómo iban a desarrollarse los hechos, por lo que debía estar preparada. En cuestión de segundos, bajo las órdenes de Niragi, Last Boss no dudó en desenvainar su espada y avanzar hasta que el filo de esta quedó a milímetros del cuello de Ann.

- Lo preguntaré de nuevo. – comentó Niragi. – ¿Quién está de acuerdo con que Aguni sea el nuevo líder?

Esta vez, ante la atenta mirada de todos, a Ann no le quedó otra que levantar la mano, votando a favor de Aguni aunque fuese contra su voluntad.

- Esto no es una mayoría. – se pronunció Mira.

- ¿No lo es? – cuestionó Niragi mientras se acercaba a ella. Él mismo se encargó de poner el cañón de su arma apuntando directamente a su rostro a la par que invadía su espacio personal. – Después de todo, eres libre de votar lo que quieras.

Niragi jugó con su lengua a centímetros de distancia de su rostro esperando su respuesta. Fue cuestión de segundos que Mira también levantara la mano.

- ¿Qué hay del anterior número dos? ¿Qué harás? – prosiguió Niragi, mas pronto pasó su vista de ese hombre a Akira, quien permanecía inamovible al lado de los ventanales de la sala.

Una simple mirada bastó para que Akira sacara su pistola, avanzara hasta quedar detrás de Kuzuryü y levantara su arma hasta clavarla en su nuca. Momentos después, soltó el seguro. Niragi sonrió cuando acto seguido le vio levantar la mano, pero no perdió demasiado tiempo en jactarse. Todavía tenía que encargarse del resto de "indecisos".

- ¿Y tú? – esta vez, Niragi avanzó hasta Chishiya arma en mano. Y la forma en que Chishiya le miró le desagradó de sobremanera. Lo bueno era que ya no estaba el Sombrerero para detenerle. – ¿Nos estás menospreciando?

- Pero mira que sois estúpidos. – apuntilló. Cualquiera en su sano juicio sabría que no era buena idea cabrear a Niragi en esos momentos, pero Chishiya se había atrevía a provocarle de todas formas. En consecuencia, con una pose incluso más amenazante, consiguió tener a Niragi apuntándole con su arma a centímetros.

- Esa mirada tuya realmente me molesta. – comentó Niragi, pero Chishiya ni se inmutó. – Es muy condescendiente.

Tampoco era recomendable romper el contacto visual, pero un vez más, Chishiya se atrevió a hacerlo para observar a alguien que también parecía estar mirándole con fijación. Akira, en completo silencio, le estaba dedicando una mirada de advertencia. No era amenazante, sino que más bien le estaba pidiendo que no siguiera por ese camino. Chishiya elevó las comisuras de sus labios al comprobar que Akira realmente se preocupaba tanto por él como por su bienestar.