Mi nombre es Zetaree. Soy la princesa Imperial de Nirvania de Norte. Y me acabo de casar.
Me he casado con La Muerte. El hombre más temido y despiadado de este continente. Este matrimonio se suponía que sería mi ruina. Pero no estoy dispuesta a acep...
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Imperio Nirvania del Sur.
Una sirvienta corre desenfrenada por los pasillos del opulento palacio con una carta en mano. Es de máxima prioridad que llegue a su destino lo antes posible. Sino, sabe las consecuencias. Sería desterrada del palacio y repudiada por ser una de las tantas damas que ella ha despachado. Su ama es exigente, pues sabe el poder que tiene dentro de Palacio. Llega a su destino sin aire y sudando. Se detiene frente a la hermosa puerta decorada con las más exquisitas joyas del Imperio incrustadas en madera preciosa. Se toma un momento para arreglar su vestido y cabello, toca sutilmente la puerta con los nudillos. Se abren a la par. Una mujer mayor vestida completamente de negro la recibe. La muchacha hace una reverencia y aún de rodillas extiende la carta hacia la mujer. Ella la toma en las manos y la inspecciona, mira el sello real.
— Retírate.— Le ordena a la dama y cierra una vez más la puerta.
Camina en dirección a la enorme cama con encajes y cortinas verdes esmeralda que caen desde el techo hasta el lecho donde se encuentra su hija acurrucada.
— Mars.—La llama por su nombre. La hermosa joven abre los ojos dejando ver lo rojos y cansados que están por las lágrimas derramadas y las noches en vela. Su madre suspira y le muestra la carta.— Es de él.
— Cedric.— Exclama la chica con emoción y sus ojos cristalinos de alegría. Se incorpora en la cama y le arrebata la carta a su madre. La abre con desespero y lee en voz alta su contenido.
Mi princesa, Quiero empezar pidiéndote perdón. No debí irme sin antes despedirme. Las circunstancias me lo impidieron. Aún no puedo creer todo lo que ha pasado en tan solo dos días. Sé que has escuchado rumores. Y me duele confesarte que son ciertos. Se acerca una amenaza a nuestra Nación y debemos unir fuerzas para enfrentarla. Debido a esto, me corresponde hacer algo que está por encima de mis sentimientos. Mi deber como futuro Emperador de Nirvania del Sur. Debo contraer matrimonio con la hija de nuestro principal rival; El Emperador de Nirvania del Norte. Pronto volveré a casa a tu lado. Y podré recompensarte por todo.
Cedric.
—¡Ah!— Grita llena de dolor mientras rompe la carta en mil pedazos y se deja caer en la cama llorando desconsoladamente.— No, no¡No! ¡No quiero!¡No lo acepto!¡Él es mío!¡Yo sería su Emperatriz!¡Yo y nadie más!¡No!¿Por qué me está pasando esto?¿Por qué?
Grita entre lágrimas de dolor agarrando sus sábanas de seda. Grita y llora el nombre de su amado. El dolor que siente en su pecho es tan grande como si una antorcha encendida atravesara su estómago.
Su madre está frente a ella serena. Mira a su hija con la cabeza en alto. Se acerca mucho más a la cama y acomoda la cabeza de su pequeña sobre su regazo mientras aún llora. Toca su hermoso y largo cabello oscuro tratando de consolarla.
— No todo está perdido Mars. Él aún te ama.
—¿Que no está perdido? Se casa con otra mamá.
Su madre la toma por los hombros para que se acomode a su lado y pueda mirar sus ojos.
