⚜️Capítulo 57⚜️

496 39 21
                                    

— ¿Estás seguro de lo que dices?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Estás seguro de lo que dices?

— Si, lo escuché y vi con mis propios ojos Ze cuando fui a encontrarme al río con Fiorella. Ella llegó al poco tiempo junto a su madre nerviosa y llorando. Decía que él abriría la boca sino tenía a Lucila.

¿Lu?¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

—¿Quién es él?— Eithan se encoge de hombros y niega con la cabeza.

— No tengo la menor idea, no mencionaron su nombre. Pero es un hombre con un rango importante aquí en el Imperio, de eso no me cabe la menor duda.

Tiene razón. Así se explicaría cómo tuvo en sus manos una información tan clasificada cómo la ubicación exacta del Emperador. Eso solo lo sabían algunos altos funcionarios del Imperio solo por si surgía alguna emergencia.

Tomo las manos de Eithan y sonrío.

— Gracias por contarme Eithan¿Alguien más lo sabe?¿Ellas te vieron?

Eithan vuelve a negar.

— No, me escondí para que no me vieran. Y tampoco se lo he dicho a nadie. Solo... hay un problema.

—¿Qué problema?— Eithan suspira y me mira con pesar.

— Fi. Me fui de ahí antes de que me vieran. Ya sabes...

— Claro, te entiendo— Él temía por su vida. Eithan puede haber sido Rey, pero ahora mismo dentro de este palacio no es más que otro peón. Fácil de quitar del camino sin dejar rastro de él. Digo, ellas fueron capaces de llegar al Emperador ¿Qué quedará para nosotros?

Escucho a mi hermana suspirar y moverse. Tomo a Eithan por la mano y lo guió hasta la puerta.

— Después hablamos con más calma, y de Fi me encargo yo, no te preocupes— Eithan me sonríe y besa mi mano.

— Gracias Ze. Por favor, dile que me de otra oportunidad. De verdad que... estoy interesado en ella.

Sonrío y asiento con la cabeza cerrando la puerta.

— Eithan— Me mira confundido, yo juego con la madera nerviosa sin mirarlo a la cara—¿Por qué?¿Por que me contaste a mí? Sobre esto...

Eithan me sonríe y toma mi rostro con ternura, con un toque cómplice y fraternal.

— Zetaree...¿Aún lo preguntas? Eres en la única persona que confío dentro de estas cuatro paredes. Por ti estoy respirando, conozco tu alma y sé que harás lo correcto con esta información.

Sonrío y me despido de él cerrando la puerta. Me volteo hacia la cama y me vuelvo a acostar boca arriba mirando el techo de madera y tela preciosa de la cama.

Debo ir a ese encuentro a las 8:00. Ahora más que nunca debo ir. Pero... no puedo ir sola.

Miro hacia mi lado izquierda y veo a Ágatha abrazando a Chiara. Sonrío y me acerco a mi hermana pelirroja y la beso en la mejilla. Ella abre sus labios aún con los párpados cerrados y susurra algo.

Esposa virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora