⚜️Capítulo 70⚜️

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Mi hermana abrazada a mi regazo sin fuerzas me mata por dentro

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Mi hermana abrazada a mi regazo sin fuerzas me mata por dentro. Mucho más de lo que ya estoy hueca y vacía.

Se fue.

Se fue y la dejó sola. Solita con su hijo.

No podía esperar menos de un Winterboot. Todos unos mentirosos, manipuladores, desgraciados sin corazón que usan a las mujeres cómo juguetes y luego las desechan en la menor oportunidad.

Los sollozos de Chiara se escuchan y retumban junto con las olas que chocan en el acantilado bajo nosotras.

Persuado a mi hermana a volver al palacio y ella pone un poco de resistencia, sin embargo al final luego de largos minutos sin éxito escucho a unos caballos acercándose. Son la guardia real de Cedric. Me indican que el Gran Emperador reclama nuestra presencia. Guío a Chiara hacia el carruaje que nos trajeron los soldados y volvemos al palacio con el alma hecha pedazos. Cuando llegamos él nos recibe. Ayudan a bajar a Chiara y paso por su lado sin tan siquiera mirarlo. Llegamos a su recámara y ya ahí estaba Agatha con un calmante para ponerla a dormir y sacarla de esta angustia de ser engañada, abandonada y con el miedo de estar sola con un bebé en su vientre.

Agatha y yo nos quedamos hablando sobre el futuro de Chiara y las posibilidades de que ese bebé no sea reconocido cómo el hijo de ese maldito pirata. Hemos pensado en la idea de que el bebé lleve el apellido de Marisca cómo nosotras y bueno... ya después veremos que hacemos con las lenguas venenosas que quieran saber más sobre mi sobrino o sobrina.

Cierro los ojos y suspiro.

Ella lo sabía, ella misma me lo dijo. Que él era el tipo de te tomo, te enamoro, te hago un hijo y te abandono al borde de el colapso nervioso. Chiara lo sabía y aún así se entregó a ese maldigo hijo de puta.

¿De qué te quejas Zetaree?

Tú igual viste las señales en Cedric y tampoco te alejaste hasta el final. Hasta que hizo mierda tu corazón.

Tocan la puerta y voy a atender. Mis ojos se abren cuando veo a Derick parado en el umbral.

— Perdone la hora tan inoportuna alteza. Solo quería saber cómo está su hermana.

Me quedo callada y seria con cara de no querer hablar. Derick entiende mi postura y hace una reverencia para marcharse. Cierro mis ojos y trato en seco.

— Rey Derick— Lo llamo antes de que se marche— Usted...¿Usted conoció a Dante Lafont?

— No más que al Rey Pirata. Se que era su mano derecha, el hijo que el Rey nunca tuvo. Pero cómo buen Winterboot que es, mordió la mano que le da de comer, se acostó con la hija de Hades y luego huyó cómo un cobarde.

Bajo la mirada apenada. Al parecer, era cierto lo que el Rey Pirata decía de Dante y estaba más que justificada su cacería en contra de él y de mi hermana. Dante debía responder ante la falta que le había hecho a la joven.

Esposa virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora