⚜️Capítulo 68⚜️

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La tormenta dejó detrás muchos destrozos

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La tormenta dejó detrás muchos destrozos. El Palacio recibió notificaciones de daños en la ganadería y negocios locales de pequeños comerciantes. El príncipe Drogo, el cual se encargaba de la parte administrativa ahora que su hermano había ascendido al trono camina en dirección a su despacho a ver si lo podía encontrar. De camino al lugar, pasa por el gran salón y se detiene al ver un ejército de sirvientes yendo y viniendo de un lugar a otro con escombros de lo que una vez fueron adornos. Se acerca a la puerta y sus ojos se abren de par en par al ver el destrozo del lugar. Detiene a una de las chicas de la limpieza y esta se pone colorada con el tacto del príncipe.

—¿Se puede saber qué pasó aquí?

La tímida chica sostiene en sus manos un saco de basura con cristales rotos de los ventanales y no le puede sostener la mirada. Ambos se sobresaltan por el estruendo del pesado candelabro cuando unos diez hombres lo intentan mover sin éxito.

— No se mucho su alteza— Habla la chica y Drogo gira a mirarla. La muchacha mira de un lado a otro y se acerca mas a Drogo para que nadie la escuche— Nadie puede decir con certeza que pasó, pero los soldados del turno nocturno rumorean que El Emperador y su esposa, la princesa Zetaree, tuvieron una fuerte discusión anoche, aquí, en esta sala.

Mierda.

Piensa Drogo para él mismo. Y ahora se preguntaba si ir a ver a su hermano era una buena idea.

Porque habían dos cosas que dominaban su estado de ánimo.

Perder una guerra y Zetaree.

Normalmente siempre sale victorioso cuando de un campo de batalla se habla. Pero con Zetaree... la cosa era diferente. Drogo sentía que con ella siempre era una derrota, incluso si la última palabra la tenía Cedric.

Suspira y despide a la chica de la limpieza, gira sobre sus talones y camina con incertidumbre hacia los aposentos de su hermano. Antes de llegar divisa a su tormento a lo lejos, ese cabello negro y esa piel pulcra y blanca la reconocería donde fuera. Está saliendo al jardín con Zetaree y la otra hermana pelirroja. Ágatha lo ve a lo lejos y deja de sonreír. Drogo se acerca a ella y la saluda, ella responde el saludo con una reverencia formal y distante.

— Necesito encontrar a Cedric— Al mencionar el nombre de su hermano la cara de Ágatha cambia a furiosa—¿Sabes si está en su habitación o en el estudio?— Drogo podía haber obtenido esa información con solo preguntarle a un guardia personal de Cedric, pero cualquier excusa para hablarle a su temperamental y hermosa princesa. Poder ver sus ojos de cerca, escuchar su voz, era suficiente para él.

— Ese cerdo de mierda...— Dice Ágatha temblando de la ira.

— Ágatha...— La interrumpe Zetaree, la puerta de cristal que conecta los jardines con los pasillos se abre un poco y Drogo ve a Zetaree. Está triste, sus ojos están apagados y apenas y se ha peinado y vestido para salir.

Esposa virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora