Mi nombre es Zetaree. Soy la princesa Imperial de Nirvania de Norte. Y me acabo de casar.
Me he casado con La Muerte. El hombre más temido y despiadado de este continente. Este matrimonio se suponía que sería mi ruina. Pero no estoy dispuesta a acep...
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Mi hermana.
No lo puedo creer.
Chiara está viva.
Está aquí, en mi mismo continente en mi mismo Imperio.
Está cerca. Cerca de mi.
Dante cumplió su palabra. La encontró, la encontró y me la trajo de vuelta.
Me volteo sobre mis talones y corro seguida por los guardias hasta la habitación de mi hermana. Toco la puerta varias veces desesperada.
—¿Quién es?— Escucho su voz.
— Soy yo Ágatha, ábreme.
Pasan unos minutos hasta que ella abre la puerta. Pero sale Drogo acomodando su cabello. Me mira y me saluda, luego se marcha en silencio. No veo a Ágatha con intención de salir así que entro yo sin que me invite. La atrapo corriendo a su cuarto de baño y si mis ojos no me engañan lleva puesto un conjunto parecido al que uso ayer en el concurso.
Estos dos van a terminar juntos.
Después de unos cinco minutos sale a su habitación en bata de dormir. Me mira y suspira.
—¿Qué haces a esta hora aquí?
Me encojo de hombros.
— Tal vez lo mismo que Drogo.
Ella se hecha a reír y se sienta sobre la cama mientras yo me quedo parada frente al mueble ya mencionado pero en medio de la habitación.
— Lo dudo.
— Agatha.
—¿Mmm?— Levanta sus soñadores ojos hacia mi persona.
— ¿Vas al final rendirte?¿Te vas a entregar a él?
Ella baja la mirada y me muestra su mano. Tiene un anillo de oro con una hermosa ágata púrpura en el medio. Sonríe mirándola respirando entrecortado.
— Me... me pidió matrimonio Ze.
—¡¿Qué?!— Corro hasta su cama y salto casi encima de ella, tomo su mano para ver la joya más de cerca. Tiene un grabado.
" Mi ágata "
Sonrío y miro a mi hermana.
—¿Qué le respondiste?— Ella traga en seco y suspira.
— Nada. No supe que responder.
— Ágatha. Estás enamorada de él.
— Lo sé, pero...¿Él me ama a mí? ¿Así como mismo lo amo yo? Tengo miedo Ze, tengo miedo que todas sus promesas de fidelidad se vayan a la mierda cuando ya me tenga a su lado.
Entiendo a mi hermana. Drogo tiene reputación. Y eso no lo puede negar nadie.
— Le pedí tiempo para pensarlo— Sonríe y se deja caer sobre la cama— Va a desintegrar su harem.
